Dicen que tus sopas son fruto del esfuerzo de hombres y mujeres echadas a la mar en días
de lluvia y frío. Que las sonrisas de las olas se pueden ver a
través de tus platos de peloninos y que cualquiera puede
adivinar la piel de una sirena en el color de tu sidra.
¿Y qué me dices de las
estrellas reflejadas en noche de luna llena? ¿Acaso no se ven
pedacitos de estrella en las cajas de sardinas que esperan en
el mercado?.
Dicen que cuando llega el
verano tus pescados son rebozados con harina, ajo y sal y que
tal fritura envuelve a su presa como un chal dorado para salir de
fiesta.
Del Cantábrico a la mesa
hacen corto camino mariscos, salmonetes y bonitos;
pero se habla, se dice y se cuenta que de largo llegan sus recetas a
oídos de foráneos visitantes.
Pero antes de decidirme
por qué plato voy a empezar, debo antes decirte que existe un Gijón Goloso capaz de endulzar el camino de cualquier peregrino.
El Camino del
Norte del Camino de Santiago hace un extenso recorrido por
parajes costeros de gran belleza, y tiene en Gijón una de sus
paradas recomendables. Situado en el Cerro de
Santa se alza el monumento llamado Elogio del
Horizonte, del
escultor Eduardo Chillida que más que un elogio
se asemeja a un abrazo: el abrazo de un ser amado que celebra tu
llegada a Gijón.
Más información:
Campaña de Marketing Online premiada en 2012 dentro del Plan de
Turismo Gastronómico del Principado de Asturias. Evento
destinado para dar a conocer el turismo de Gijón a través de
Internet.
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