Machu Picchu es uno de los monumentos arquitectónicos más misteriosos del mundo.
Su nombre quechua quiere decir “Cerro Viejo”, fue descubierto
para el mundo el 24 de julio de 1911 por el explorador norteamericano
Hiram Bingham, aunque hay evidencias demostradas que en
realidad, el primer hombre del siglo XX que pisó la ciudadela fue un
agricultor cusqueño llamado Agustín Lizárraga que nueve años antes, el 14 de julio de 1902, buscando nuevas
tierras de cultivo se encontró con este maravilloso lugar.
Machu Picchu se yergue majestuoso sobre la cumbre de una estrecha montaña a 2.430
metros de altitud, azotada por el intenso viento y cubierta de
vegetación. El lugar domina el paisaje que resigue el profundo cañón
dibujado por las turbulentas aguas del río Urubamba. En pleno bosque
tropical de montaña, rodeado por una atmósfera mágica y un místico
entorno, lleno de leyendas e hipótesis, se encuentra la ciudad inca.
Centro de observación
astronómica, lugar de culto y/o hacienda privada de la familia del
Inca Pachacutec (1438-1471) -creador del imperio
Tahuantinsuyo-, son algunas de las teorías relacionadas con este
enclave declarado Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad por
la UNESCO en 1983. En el año 2007 fue elegida una de las nuevas siete
maravillas del mundo moderno y a finales del año pasado la
Universidad de Yale devolvió al Gobierno del Perú todas las piezas
que fueron saqueadas (en calidad de “préstamo”) por Hiram
Bingham.
Machu Picchu
permaneció oculta por una espesa vegetación durante siglos como
muchos de los templos construidos en la selva por el hombre. En la
actualidad es uno de los lugares más visitados del país y nadie
discutiría que es una incalculable joya arquitectónica de época
Inca. Una ciudad sagrada en armonía con el medio ambiente, adaptada
a los desniveles del terreno y al entorno, que ha sobrevivido más de
medio milenio y que debe visitarse al menos, una vez en la vida.
El recinto histórico
está dividido en tres grandes áreas: la urbana (compuesta por plazas, templos,
palacios, almacenes y talleres), la agrícola (con numerosos andenes o terrazas de cultivo) y
las zonas adyacentes (formado por miradores, escaleras, fuentes y acueductos).
En el sector urbano
que ocupa alrededor de 10 hectáreas, destaca la zona sagrada donde
se ubican la Puerta de la Ciudad, el Templo del Sol, el Templo del
Agua, el Palacio Real, las Casas de las Sacerdotisas y el Mausoleo
Real, erigidos con un exquisito nivel de perfección.
El sector agrícola
está formado principalmente por andenes de plantación y recintos de
almacenaje de alimentos, también incluye el Cementerio y la Roca
Funeraria.
Las áreas adyacentes
más destacadas son el Templo de la Luna y el Intipunko o Puerta del Sol desde
donde se obtiene la mejor vista panorámica de Machu Picchu.
Más información:
Dirección: Aguas Calientes, Cusco, Perú. Horario: de 7:30 hasta las 17 h. Entrada: 27 €.
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