Roma es la ciudad
del amor ya que ambas se ven reflejadas cuando sus letras
coinciden delante de un espejo. Roma se mira cada mañana en el Tíber
y se despierta enamorada de si misma y de todas las maravillas que
acoge en su seno. La lista de lugares que se pueden visitar es
extensa y sería necesaria toda la eternidad para conocer sus
secretos y rincones. Aquí os presento mi particular aproximación a
Roma para empezar a descubrirla:
La escultura de
Bernini
Como cualquier amante los
matices encandilan a quien observa la piel de Roma. Formas y
tonalidades reflejadas maravillosamente en las esculturas realizadas
por Gian Lorenzo Bernini. Sus mejores obras se encuentran en
la Galleria Borghese donde destaca Apolo y Dafne; una escultura de 2'43 metros
realizada en mármol de Carrara y que cuando se toca algunas de las
hojas de laurel vibran como si fuera cristal. El grupo escultórico
de El rapto de Proserpina es como no debería ser el
amor: forzado, impuesto. En la cara de la Diosa se ve la
desesperación por escapar y huir de su captor, Plutón que la aferra
con fuerza por el muslo mientras hunde sus dedos en la carne.
Las obras de Bernini
también son accesibles callejeando por la Ciudad Eterna, repartidas
por diversos lugares existen numerosas fuentes que son obra de este
increíble artista. En Piazza Barberini se encuentra la
Fontana del Tritone (Fuente del Tritón), realizada en mármol
travertino, representa a un tritón subido encima de una gran concha,
sostenida por cuatro gigantescos peces -que representan delfines-
mientras sopla agua a través de una caracola que sostiene en sus
manos. Cerca de esta fuente, en la Via Veneto se yergue la
simpática Fontana delle Api (Fuente de las Abejas) quizá la única
dedicada a este necesario animal y que sirvió de abrevadero para
caballos en el siglo XVII.
En la famosísima Piazza
di Spagna se encuentra la Fontana della Barcaccia, una fuente que
representa un barco hundido y donde trabajaron conjuntamente Gian
Lorenzo Bernini y su padre Pietro Bernini. No es la obra más
impresionante del artista pero sí que es la que debieron elaborar
más, para que los surtidores tuvieran fuerza suficiente para lanzar
chorros de agua debido al desnivel.
Para finalizar este
recorrido peatonal hay que dirigirse a la Piazza Navona, donde
se encuentra la impresionante Fontana dei Quattro Fiumi (Fuente de
los Cuatro Ríos). La obra preside el centro de esta plaza ovalada
construida sobre el antiguo estadio de Domiciano. Dicen que están
representados los cuatro grandes ríos que se conocían en el siglo
XVII: el Río de la Plata, el Danubio, el Ganges y el Nilo,
representado con el rostro tapado porque en aquella época no se
conocían sus fuentes. En uno de los extremos de esta misma plaza, se
alza la Fontana del Moro (Fuente del Moro) donde también participó
Bernini.
Espero os haya gustado
este pequeño recorrido por las fuentes de Bernini en Roma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario