Pocos son los que
pondrían en duda de que la Plaza Mayor de Salamanca es una de las
plazas más bonitas de España y seguramente quien discrepe, será
porque no la ha visto de noche iluminada.
La historia de este
magnífico escenario se remonta hacia atrás en el tiempo al menos
250 años. Comenzó a construirse el 10 de mayo de 1729 y se terminó
en 1755. Su planta es trapezoidal, ya que ninguno de sus lados
alcanza a tener la misma longitud, pero en realidad el proyecto se
basaba en un espacio regular. Fue construida en varias fases debido a
múltiples interrupciones y también tuvo que cambiar de arquitecto y
maestro de obra. Su peculiar combinación de estilos, va desde el
barroco salmantino de su primer arquitecto Alberto de Churriguera
hasta la austeridad tradicional de Castilla del arquitecto que la
terminó Andrés García de Quiñones. La plaza mide 4,400 m2
aproximadamente y sus edificios están construidos con piedra
de Villamayor, de fácil corte y talla y que le dan el color
característico.
Como buena y auténtica
plaza castellana ha sido escenario de corridas de toros, lugar de
mercado y hasta escenario de ejecuciones, hoy afortunadamente es el
lugar de encuentro de salmantinos y foráneos. Lo que algunos
califican de ser la cabeza u ombligo de Salamanca, es a mi parecer el
auténtico corazón y el alma de esta ciudad.
Es necesario observar
detenidamente los 57
medallones de piedra
labrada, miden 80 centímetros de diámetro y que adornan las enjutas de
los 88
arcos de medio punto
de sus soportales. Las representaciones son los rostros de antiguos
monarcas, descubridores, militares, sabios y santos españoles, que
tenían como finalidad elogiar la historia de España. El magnífico
pórtico
sostiene
los
tres
pisos
superiores
que
contienen
nada
más
y
nada
menos
que
247
balcones, debajo,
numerosos mesones tradicionales, cafés y terrazas invitan de día, a
la buena tertulia con amigos y a la contemplación de esta
maravillosa plaza. Mientras que por la noche,
sus 112 farolas de estilo
fernandino, alumbran la plaza que se vuelve animada y bulliciosa, e
invita a degustar deliciosos pinchos y tapas de la gastronomía
salmantina.
En el Pabellón
Norte se encuentra
situada la Casa Consistorial
o Ayuntamiento. El edificio fue construido en
estilo barroco entre 1728 y 1755 por Andrés García
de Quiñones.
La fachada palaciega alcanza 82,8 metros de anchura y está
profusamente decorada con detalles vegetales
y cinco arcos de granito.
A ambos lados del arco central de la planta baja, se encuentran dos
medallones
de piedra labrada; el
de la izquierda representa el rostro de Rodrigo Caballero y
Llanes (el corregidor que
decidió construir la Plaza Mayor de Salamanca) y a la derecha se
encuentra representado Alberto de Churriguera;
su primer arquitecto. El resto de medallones
representan los
rostros
de
Carlos III, Francisco
Vázquez Coronado,
Juan Maldonado Ordóñez
y los
Reyes Juan Carlos I
y
Doña Sofía,
entre otros.
El Ayuntamiento está rematado por una espadaña con tres campanas y un reloj, fue levantada en el año 1852 por el arquitecto Tomás Francisco Cafranga. Las cuatro esculturas alegóricas que la enmarcan, son obra de Isidoro Celaya; simbolizan las alegorías de la Arquitectura, Escultura, Agricultura y Geografía. Hay guías de viajes que refieren a la representación de la Música, la Poesía, la Astrología, la Industria y el Comercio, así que ya veis que “para gustos, los colores” y vosotros ¿qué creéis?.
El Ayuntamiento está rematado por una espadaña con tres campanas y un reloj, fue levantada en el año 1852 por el arquitecto Tomás Francisco Cafranga. Las cuatro esculturas alegóricas que la enmarcan, son obra de Isidoro Celaya; simbolizan las alegorías de la Arquitectura, Escultura, Agricultura y Geografía. Hay guías de viajes que refieren a la representación de la Música, la Poesía, la Astrología, la Industria y el Comercio, así que ya veis que “para gustos, los colores” y vosotros ¿qué creéis?.
Otro lugar emblemático que debes
visitar en Salamanca es la Casa de las Conchas.
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