En Planeta Dunia detrás
de cualquier moneda o billete se esconde un viaje. Pero si
profundizamos en cada uno de esos retazos de un país visitado que
guardo y atesoro, se descubren cientos de lugares maravillosos. En
los pounds egipcios hay toda una colección de lugares emblemáticos
que no hay que perderse si se visita el país, hoy os hablaré del
Templo de Ramsés II de Abu Simbel; el Templo de la Montaña
Pura.
Esta maravilla declarada
en 1979 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se encuentra
situada en Nubia, al sur de Egipto, a 1264 kilómetros de El Cairo y
a 300 aproximadamente de Asuán. Fue construido aproximadamente en el
año 1240 a. C. aprovechando las dimensiones de una colina de piedra
arenisca que fue tallada minuciosamente. Las obras de esta obra magna
finalizarían tan sólo 20 años después con la construcción de dos
templos; el Templo de Ramsés II y el Templo de la Reina Nefertari.
El primero con unas dimensiones de 38 metros de largo por 35 metros
de alto es del que quiero escribir hoy.
En la fachada principal
del Gran Templo de Abu Simbel, cuatro colosales imágenes talladas en
la roca de 21 metros de altura, presiden la entrada del templo, se
trata de la imagen de Ramsés II que tiene junto a sus rodillas las
imágenes de su esposa, hijas, hijos y familiares directos.
La primera sala que
aparece tras la entrada está sostenida por ocho estatuas de Osiris,
cuatro a cada lado, se trata de la Gran
Sala Hipóstila que da paso a otra sala de menores dimensiones
que precede al santuario donde se encuentran las tres grandes
divinidades del Antiguo Egipto: Amón “El oculto”, Ra
“el Gran Dios” y Ptah “Señor de la Magia”junto a la
imagen del propio Ramsés, que de alguna manera viene a representar
el cuarto Dios de Egipto. Un laberinto de salas interiores decoradas
con bellas escenas de Ramsés y Nefertari, su esposa favorita, y
representaciones de la Diosa Hathor completan la visita.
Las paredes exteriores
están decoradas con imágenes de la Batalla de Qadesh donde
salen representados como vencedores los egipcios, aunque el rey
hitita también se representaría victorioso en sus propias imágenes
esculpidas en los templos asiáticos, parece ser que hubo “empate
técnico” y un tratado de paz que puso fin a la ofensiva.
La cornisa con 24
estatuas esculpidas de babuinos representan las horas del día pero
lo que realmente impresiona de este templo son las dos citas anuales
que marcan el nacimiento de Ramsés II y el día que lo coronaron
faraón. Un rayo de sol entra únicamente en esas dos fechas hasta el
santuario donde se encuentran las cuatro estatuas sedentes, pero sólo
ilumina tres de ellas y deja en la penumbra al Dios Ptah; señor del
inframundo.
Entre 1964 y 1968 el
conjunto de templos de Abu Simbel hubieron de ser reubicados con
motivo de la construcción de la Gran Presa de Asuán y el peligro de
inundaciones que de esa obra acaecerían. Para ello se tallaron los
templos en bloque de no más de 30 toneladas que fueron desmontados y
montados alejados del peligro de las aguas. La obra doblemente
faraónica llevada a cabo salvó a los templos pero dejaron un error
de orientación que afecta al milagro del rayo de sol que en la
actualidad se produce con un día de diferencia.
¿Qué se esconde detrás
del dinero en Egipto? En mi billete de 1 pound se esconde el Gran
Templo de Abu Simbel :-D.
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