Ruta por Osor: el encanto escondido de Les Guilleries

Osor
En Osor te puedes trasladar a la época medieval paseando por sus calles y puentes

Osor fue una de las poblaciones más bonitas y frescas que visitamos este agosto en la comarca gerundense de La Selva. Allí disfrutamos de un día de pícnic marcado por el ritmo pausado de nuestros pasos y el clic de las cámaras fotográficas. Dejamos el coche en un aparcamiento gratuito junto a la Riera de Osor, frente a la Plaça de la Vila, punto de partida de nuestro recorrido a pie por la población. El itinerario nos llevó a descubrir los dieciséis lugares de interés cultural e histórico, además de varios rincones con un encanto muy particular.

Plaça de la Vila


Plaça de la Vila
Un buen rincón donde descubrir la vida cotidiana de Osor

Nuestra ruta comienza en la Plaça de la Vila. Durante el franquismo, entre 1939 y 1979, la plaza pasó a llamarse Plaza Borell, y algo similar ocurrió con el actual Passeig del Borrell, conocido entonces como Paseo Borrell. Este paseo formaba parte del antiguo Barrio Vidal, un conjunto de casas donde destacaban cal Xarpant, cal Cisteller y can Banyadret. El Barrio Vidal fue, además, el primer lugar de Osor donde se disfrutó de agua potable, gracias a la Font del Borrell, que abasteció al vecindario en la década de 1920.

Can Vidal


Can Vidal
La fachada del Passeig del Borrell conserva su aspecto primitivo

En la Plaça de la Vila se alza Can Vidal, también conocida como Can Barraca y antiguamente como Ca l’ Emília. Es una de las casas más notables de Osor. El edificio presenta dos fachadas principales: una orientada al Passeig del Borrell —la más antigua— y otra que da a la Plaça de la Vila, de construcción posterior, probablemente del siglo XVII. En la planta baja se abre un portal cuadrangular y dos pequeñas ventanas con dintel monolítico y montantes de piedra robustos.

Can Vidal
Ventana gótica de siete arcos conopiales labrada en piedra arenisca en la fachada de Can Vidal

En el primer piso hay dos vanos: a la izquierda, una ventana rectangular con dintel y montantes de piedra; a la derecha, una magnífica ventana gótica con siete arcos conopiales, labrada íntegramente en piedra arenisca. En las impostas laterales se aprecian grabados: a la izquierda, pequeños cuerpos circulares, y a la derecha, dos instrumentos de difícil identificación. El segundo piso actúa como buhardilla o galería, rematado por un gran alero de madera prominente.

Can Vidal
Portal adovelado y escudos familiares en la fachada que da a la Plaça de la Vila 

La fachada que da a la Plaça de la Vila muestra una factura posterior. En la planta baja destacan un portal adovelado de arco de medio punto, con dovelas rústicas pequeñas, y una ventana rectangular con dintel monolítico y alféizar. En esta misma planta se conservan dos escudos de piedra con inscripciones: “Ad Honorem Feminarum / 1193–1964 / De Vallescar” (En honor a las mujeres de Vallescar 1193–1964) y “Persevero et vinco/ 1193–1964 / De Vallescar” (quizás un lema familiar: Persevero y venzo).

Font del Borrell


Font del Borrell
La Font del Borrell es la más conocida de Osor, data al menos del siglo XVIII

La Font del Borrell es el primer punto del recorrido que vemos señalizado con carteles algo oxidados y antiguos por el paso del tiempo, pero que ayudan al visitante a comprender el pasado de Osor y seguir el itinerario patrimonial. Se trata de la fuente más conocida del municipio, cuya existencia está documentada al menos desde el siglo XVIII. El conjunto está formado por dos paredes, un depósito, una pequeña mesa de soporte y una arcada poco profunda de medio punto donde se encuentra el caño de la fuente.

Font del Borrell
Imagen antigua de la Font del Borrell de Osor

Su imagen actual corresponde a la remodelación de 1994, aunque ya había sido restaurada en varias ocasiones durante los siglos XIX y XX. El agua de Osor siempre ha gozado de gran fama local, y la de la Font del Borrell es especialmente apreciada. No solo es la fuente más popular del pueblo, sino también la que proporcionó el primer suministro de agua potable al Barrio Vidal en la década de 1920.

Carrer del Verger


Carrer del Verger
Callejuela empedrada que invita a descubrir el alma medieval de Osor

El recorrido en forma de U nos lleva a adentrarnos en la población por el Carrer del Verger, una de esas calles donde empieza a percibirse la magia de las callejuelas empedradas y las casas de piedra que caracterizan Osor. La calle desemboca en la Plaça del Verger, que en su corto recorrido luce una buena colección de bellas casas de piedra, cada una con su propio encanto. En este punto aparece uno de los elementos más singulares del casco antiguo: la Torre dels Recs, que asoma imponente entre los tejados.

Plaça del Verger


Plaça del Verger
Vista de la Torre dels Recs desde la Plaça del Verger

La Plaça del Verger ha cambiado de nombre a lo largo del tiempo. Desde el siglo XIX aparece documentada como Vergés, aunque durante el franquismo se dividió entre la Plaza de España y la Calle Verdaguer. En noviembre de 1936, pasó a denominarse Plaza de la República. En este espacio se encontraba Ca les Hermanes —también conocida como Ca les Monges o la Joieria—. Este antiguo convento del siglo XVI, funcionó como escuela regida por las Hermanas Carmelitas desde finales del siglo XIX hasta la Guerra Civil.

Plaça del Verger
La Plaça del Verger está rodeada de casas de piedra

El edificio servía como parvulario y escuela de niñas. Hasta 1925, existió además una Escuela Parroquial para niños, dirigida por el cura del pueblo. Ambas eran escuelas privadas, pero con matrícula gratuita. Tras la guerra, el centro no volvió a abrir, en parte porque durante el conflicto el local se había convertido en el ayuntamiento y en una cooperativa.

Cartel de la película donde puede verse a los protagonistas, el Pont Vell y a habitantes de Osor

Un hecho curioso marcó la historia del lugar: en 1957 la plaza fue escenario del rodaje de la película “Juanillo, papá y mamá”, dirigida por Julio Salvador y Juan Alberto Soler. El film, con guion de José Suárez Carreño —Premio Nadal— y Giovanni de Eramo, transformó a Osor en la ficticia localidad de Bellomonte. La historia narraba la vida de un niño huérfano y pobre que acababa siendo adoptado por una familia rica. 

Osor
Los protagonistas de la película “Juanillo, papá y mamá” filmada en Osor

El rodaje despertó gran expectación: muchos vecinos participaron como figurantes, compartiendo escenas con Conrado San Martín, Lina Rosales, Juan Capri y el joven Miguel Ángel Rodríguez. La película culminaba con una fiesta final rodada en la Plaça del Verger, en la que intervino buena parte del pueblo, en una producción inspirada en el éxito de Marcelino, pan y vino.

Torre dels Recs


Torre dels Recs
Vista de la Torre dels Recs adosada en un extremo a una vivienda

La Torre dels Recs, también conocida a lo largo del tiempo como Torre de Medinaceli, de la Cárcel, de Sant Joan o de Osor, se alza entre el Carrer Sarsanedes y la Plaça del Verger, justo frente a la iglesia parroquial. Se trata de una torre de defensa de planta cuadrangular con cuatro plantas, de unos 7 metros de lado y 15 de altura, construida en 1439 por Violant de Recs, esposa de Ramon de Vilanova. La obra se levantó con la autorización de las señoras del Valle de Osor, Sancha Ximenis e Isabel de Cabrera, como recompensa por los servicios prestados por el padre de ViolantBernard de Recs

Aspillera en la planta baja de la Torre dels Recs

El permiso concedía incluso agujerear la muralla de la villa para edificar una torre, ya fuera redonda o cuadrada, con techo, ventanas, almenas, falsas puertas y agujeros para bombardas, pensada para la defensa del pueblo. El nombre de la familia Recs (derivado del latín Reig) está documentado en Osor desde el siglo XIV, y su residencia era la actual Can Roure. Con el tiempo, la torre pasó a manos de los Medinaceli, de quienes tomó otro de sus nombres históricos. 

El hecho de que la construyera Violant de Recs le dio el nombre

Construida pocos años después de los terremotos de 1427, se cree que se reutilizaron materiales procedentes de edificios dañados, lo que explicaría la diversidad de piedras y acabados en su fábrica. Está levantada con mampostería desbastada y grandes sillares en las esquinas, y conserva ventanales góticos trebolados, aspilleras —algunas diseñadas para armas de fuego— y conserva restos de almenas en la fachada sur. 

Torre dels Recs
Interior de la Torre dels Recs, con un asiento de piedra junto a la ventana gótica trebolada

Mientras que las aberturas del sur son de arco de medio punto, las del norte presentan canecillos y arcos trebolados, y las esquinas están perfectamente talladas. Durante el siglo XIX la torre fue utilizada como prisión municipal, origen del nombre de Torre de la Cárcel. En 1932, su primer piso acogió un depósito de agua potable con capacidad para más de 50.000 litros. El proyecto, que costó 725 pesetas, introdujo los primeros contadores de agua en Osor, con un precio de 40 céntimos el metro cúbico. El depósito fue retirado durante las obras de restauración. 

Es una torre de defensa de cuatro plantas, de aspecto robusto y fachada de piedra

Actualmente, la puerta de acceso principal se encuentra en la planta baja, aunque originalmente se abría a la altura del primer piso de la fachada norte. Un ingenioso sistema de abertura permite el acceso a la Torre de forma gratuita. Sólo tienes que registrarte en su página web a través de un QR situado junto a la puerta y te enviarán un código para abrir la cerradura electrónica. La Torre dels Recs sigue siendo uno de los símbolos más reconocibles de Osor, testimonio de su pasado medieval.

Església de Sant Pere


Església de Sant Pere
Vista exterior de la Església de Sant Pere

La Església de Sant Pere de Osor es el principal edificio religioso de la población y uno de los más antiguos del valle. La primera mención del lugar data del año 860, cuando se registra una donación de un alodio del Valle de Osor al monasterio de Amer. La parroquia de Sant Pere aparece documentada por primera vez en el año 922, compartiendo entonces jurisdicción con Sant Hilari y Solterra. La iglesia original, situada en una colina, era una pequeña construcción prerrománica que fue sustituida hacia 1125 por un templo románico consagrado por el obispo de Vic, Ramon Gaufred

Església de Sant Pere
Arcuaciones lombardas y lesenas del antiguo templo románico

De aquella edificación románica se conserva el muro meridional, con nueve arcuaciones lombardas, lesenas en los extremos y un ventanal. Los terremotos de 1427 y 1430 causaron graves daños en el templo, los puentes y buena parte del pueblo. Según fuentes antiguas, todas las casas del valle y de Osor fueron derribadas. La iglesia fue reconstruida con aires barrocos a partir de mediados del siglo XV, manteniendo la estructura del templo románico. Entre los siglos XVI y XVIII se añadieron varios altares laterales, dedicados a la Verge del Roser, Sant Crist, Sant Roc y Sant Sebastià

Església de Sant Pere
Fachada de la iglesia de Sant Pere donde puede verse el rosetón y el ojo de buey

A finales del siglo XVIII, la iglesia se hallaba muy deteriorada y fue objeto de amplias reformas y ampliaciones hasta 1833, año en que se dio por concluida la obra. La fachada actual, datada en 1798, presenta una orientación inversa con respecto a la iglesia románica original. En 1977, tras el derribo de construcciones anexas, apareció parte del crucero románico empotrado en el muro barroco, lo que confirmó que la iglesia primitiva contaba con una nave y tres ábsides orientados a levante, dedicados a Sant Joan, Sant Pere y Sant Tomàs. 

Església de Sant Pere
El templo fue reconstruido tras los terremotos de 1427 y 1430

El edificio actual, de estilo barroco con elementos neoclásicos, tiene una única nave con cuatro capillas comunicadas a cada lado. Su portal adovelado de arco rebajado, hecho con bloques de granito, luce grabada la fecha de 1798 en la dovela clave. Sobre la puerta se abre una hornacina vacía, un gran rosetón con malla de hierro y un óculo bajo el alero de teja y baldosa. 

Església de Sant Pere
Vista del posible esconjuradero, usado para proteger las cosechas de tormentas y plagas

A la derecha de la fachada se alza una torrecilla rectangular, identificada por los investigadores locales como un antiguo esconjuradero o comunidor (en catalán). Estas construcciones, frecuentes entre los siglos XVI y XVIII, se ubicaban en las iglesias para realizar rituales destinados a proteger las cosechas de tormentas, plagas u otros peligros. Aunque son habituales en el Pirineo aragonés y Castilla y León, en la comarca de Les Guilleries y el Montseny también se conservan algunos ejemplares.

Església de Sant Pere
Campanario cuadrado de la iglesia de Sant Pere de Osor

El campanario, de planta cuadrada, está construido con grandes sillares rojizos en las esquinas. Presenta una puerta de acceso con arco rebajado, ventanas geminadas de medio punto —dos por fachada, salvo en la de levante que tiene sólo una, tapada— y almenas escalonadas de ladrillo añadidas probablemente en el siglo XIX. En sus muros aún se aprecian los huecos de los soportes de los andamios originales. 

Església de Sant Pere
Detalle de la parte superior del campanario

En 1805, un robo documentado en las actas municipales describe la sustracción de objetos litúrgicos de plata de su interior, entre ellos dos bordones (bastones altos llevados en procesiones o actos solemnes), la cruz gorda (la cruz procesional principal), la Vera Cruz, los incensarios, la naveta (recipiente en forma de barco donde se guarda el incienso) y cuchara del incienso y dos paces (objetos con una imagen sagrada, que se ofrecían para besar en señal de paz durante la misa). 

Església de Sant Pere
Imagen antigua de Osor donde puede verse, a mano izquierda, la iglesia

En 1936, durante la Guerra Civil, el templo sufrió graves destrozos: se destruyeron las imágenes, el altar mayor y desaparecieron tres campanas. Durante la contienda, el edificio fue utilizado como almacén y taller. Hoy, la Església de Sant Pere se alza sobre una gran terraza con vistas a la riera de La Noguerola. Su estructura barroca, unida al campanario y la torreta, recuerda que esta iglesia ha sobrevivido estoicamente a terremotos, guerras y reformas.

Can Roure


Can Roure
Can Roure es una casa señorial de los siglos XIV y XV

Entre el Carrer Major y el Pont Vell, en la confluencia del Carrer de la Riera, se levanta Can Roure, una de las casas más notables del casco antiguo de Osor. Este edificio señorial, de tres plantas y patio amurallado, conserva elementos arquitectónicos de gran valor como un ventanal gótico flamígero del siglo XV y un portal adovelado de medio punto realizado en piedra caliza. 

Can Roure
En la segunda planta pueden verse aberturas cerradas de las antiguas almenas con aspilleras

La casa perteneció originalmente a la familia Recs (siglo XIV) —una de las familias más influyentes de la villa durante la Edad Media— y más tarde pasó a manos de los Vilanova (siglo XV) y de los Llavari. Se cree que el edificio sufrió graves daños durante los terremotos de 1427, por lo que su configuración actual corresponde, al menos en parte, a una reconstrucción de la segunda mitad del siglo XV. 

Can Roure
 Bello ventanal gótico de Can Roure

El ventanal gótico, formado por dos arcadas treboladas separadas por una columnilla con capitel de decoración floral, guarda similitud con otros ejemplos contemporáneos en el vecino municipio de Anglès (como Can Verdaguer). Sobre la fachada, de aspecto enlucido y hoy en mal estado, aún se distinguen restos de almenas con aspilleras, tres en la fachada principal y seis en la lateral.

Can Roure
Tras su portal puedo imaginarme el aire noble de otras épocas

En la planta baja se abre el gran portal adovelado, y a su izquierda, una escalera exterior —añadida probablemente en el siglo XIX— que conduce al piso superior. El patio delantero está delimitado por un pequeño murete. Aunque actualmente está deshabitada, Can Roure sigue siendo uno de los ejemplos más representativos de la arquitectura civil tardomedieval de Osor, testimonio de la prosperidad que vivió la villa entre los siglos XV y XVI.

Pont Vell


Este puente de piedra del siglo XV era de grandes proporciones para la época

El Pont Vell de Osor, documentado desde el siglo XV, es una de las imágenes más reconocibles de la población y un símbolo de su pasado medieval. Su función era unir los dos márgenes del pueblo, separados por la riera de Osor, comunicando las actuales calles del Carrer del Pont y del Carrer de França. El puente se levantó tras los terremotos de 1427-1430, que destruyeron buena parte de la villa y su antigua estructura de paso, probablemente un puente románico.

Aunque solo es visible una gran arcada, cuatro más pequeñas permanecen ocultas

Desde entonces, ha sido reconstruido en varias ocasiones, pero conserva su trazo original de piedra, con un gran arco central que domina el paisaje. Aunque hoy solo se distingue una arcada principal, bajo las casas adosadas al puente aún permanecen ocultos los restos de cuatro arcos menores, testimonio de la amplitud que tuvo en origen. La base del arco del lado del Carrer del Pont conserva también vestigios de un doble tajamar, elemento destinado a frenar la fuerza del agua durante las crecidas.

Vista del Pont Vell desde el Carrer del Pont

El empedrado del paso, con ligera forma de lomo de asno, está formado por lombardas de piedra caliza de tamaño medio y pequeño, bien conservadas pese al paso de los siglos. El pretil, irregular y tosco, se compone de grandes bloques de piedra, totalmente irregulares. El Pont Vell ha inspirado a pintores y fotógrafos, que han encontrado en su silueta de piedra y en el rumor de la riera uno de los rincones más evocadores de Osor.

Corredor de la riera


Corredor de la riera
Los corredores permiten el acceso directo, desde las casas o calles, hasta el agua

En épocas pasadas, la riera de Osor era el eje de la vida del pueblo, por lo que los corredores que llegan hasta sus aguas fueron esenciales. Servían para acceder al agua, ya fuera para lavar ropa o dar de beber a los animales. Algunos corredores conservan muros y escalones de piedra centenarios, testigos del ingenio popular, y forman hoy un recorrido pintoresco donde perderse por un momento en el pasado.

Riera de Osor


Riera de Osor
Este curso fluvial nace en las Guilleries y desemboca en el Ter

La riera de Osor es el eje natural que atraviesa la población y da forma al valle. Tras nacer, entre los términos de Espinelves y Sant Hilari Sacalm, la riera desciende con fuerza, formando desfiladeros estrechos y escarpados, rodeados de peñascos y vegetación densa, que permiten la aparición de saltos de agua y tramos de gran belleza natural. A medida que se acerca a Osor, su curso se suaviza, dibujando meandros sinuosos antes de unirse al río Ter.

Riera de Osor
Cauce natural que serpentea entre vegetación y viejos molinos

Su longitud total es de unos 25 km entre Sant Hilari y el puente que separa Anglès de la Cellera. Hidrológicamente, destaca como el curso fluvial más caudaloso de los que nacen en las Guilleries. A lo largo de los siglos, la riera ha sido aprovechada para riego agrícola, movimiento de ruedas de molinos, generación de electricidad y actividades de industria textil y minera.

Riera de Osor
La Riera de Osor atraviesa el pueblo y da vida al paisaje urbano

Actualmente, es posible recorrer un itinerario llano de 2,1 km a lo largo de la Riera de Osor que discurre cerca del pueblo. Este paseo de baja dificultad ofrece la oportunidad de observar flora y fauna de ribera, disfrutando de un tramo de gran belleza paisajística y de la tranquilidad que proporciona el agua. En verano se convierte en un excelente refugio climático.

Lavadero de Ca n'Aubreda


Lavadero de Ca n’Aubreda
El Lavadero de Ca n’Aubreda aprovechaba el agua de la acequia del Molí d’en Serra

En la primera mitad del siglo XX, para evitar bajar hasta la riera a hacer la colada, los vecinos aprovecharon la acequia del Molí d'en Serra para construir un lavadero público donde lavar la ropa. Se llenaba con el agua procedente de la Font de Ca n’Aubreda. Bajando unas escaleras se llega hasta las antiguas piedras que forman el lavadero y a una pequeña tajadera de piedra bastante bien conservada, aunque con exceso de vegetación salvaje alrededor.

Font de Ca n'Aubreda


Fuente de Ca n’Aubreda
La Font de Ca n’Aubreda está documentada desde el siglo XIX

La Font de Ca n’Aubreda, documentada desde el siglo XIX, toma su nombre del antiguo linaje Albereda. El aspecto que hoy se puede contemplar data de 1869, cuando se llevó a cabo una reparación que cubrió parcialmente el torrente. En un poema popular de mediados del siglo XX dedicado a las fuentes de Osor, se dice de ésta: “La de Can Aubreda es molt bona / si no regan gaire estona” (La de Can Aubreda es muy buena / si no riegan mucho rato).

Carrer de França


Carrer de França
El Carrer de França es la calle empedrada más larga de Osor

El Carrer de França es la calle más larga empedrada con adoquines de Osor. Anteriormente, se había llamado Carrer de Nostra Senyora del Coll, ya que, de hecho, forma parte del antiguo camino Real que se dirigía hacia este santuario. Durante el franquismo se conoció como Calle de los Mártires, y en 1978 se propuso renombrarla Carrer Guilleries. A lo largo de esta calle se conservan varias casas donde aún pueden verse dinteles de piedra de los siglos XVI, XVII y XVIII, testigos de la historia y antigüedad de Osor.

Carrer de França
Casas con dinteles de los siglos XVIII y XIX bordean el pintoresco Carrer de França

Una curiosa historia oral explica el origen del nombre del Carrer de França. A finales del siglo XIX o principios del XX, vivía en esta calle un francés conocido como “l’avi Pierre”, instalado en la casa que hoy se identifica como Can Pones. Por motivos políticos de la época, se dice que pudo colocar la bandera de su país en el balcón, lo que le granjeó cierta simpatía entre los vecinos, que empezaron a llamar a la calle “del Francès”. 

Carrer de França
Imagen antigua del Carrer de França de Osor

Esta calle también nos recuerda una tradición artesanal de Osor ya perdida. En 1926, se trasladó aquí el taller de alpargatas de Lluís Pons, que alternaba este trabajo con el de barbero, y donde ya se había instalado otro artesano, Quimet Espardenyer, en la casa conocida actualmente como Can Lluís. Ambos hacían a mano alpargatas catalanas con suela de yute o cáñamo. Con el tiempo, su hijo Antonio mecanizó el taller, introdujo la producción de suela de goma y llegó a vender al por mayor.

Hornacina de Can Toni


Imagen de San Antonio
Hornacina de Can Toni con imagen de San Antonio, en el Carrer de França

La hornacina de Can Toni, situada en la fachada del Carrer de França, es un testimonio del pasado religioso y decorativo de Osor. En ella puede verse una imagen de San Antonio, patrón de los animales y protector del hogar, enmarcada con decoración de cerámica catalana. Estas hornacinas, habituales entre los siglos XVIII y XIX, se colocaban en las fachadas como signo de devoción y para invocar la protección del santo sobre la familia y sus bienes.

Molí Sarsanedes


Molí Sarsanedes
Maria Sarsanedes pidió permiso para producir electricidad para uso privado

El Molí Sarsanedes se ha conocido también como Molí de Cercenedes, Molí de la Mata, de Mirapeus o d’en Vila, y se tiene constancia de que ya existía en 1746. Está formado por un conjunto de edificios de una planta, construidos en mampostería, piedra y cubierta de baldosa, con aberturas rectangulares enmarcadas en ladrillo. Su importancia histórica va más allá de la arquitectura. En 1910, gracias a la iniciativa de Maria Sarsanedes, se produjo electricidad por primera vez en Osor utilizando la energía hidráulica de este molino.

Molí Sarsanedes
El Molí Sarsanedes produjo por primera vez electricidad en Osor en 1910

En junio de 1911, el concejal Antoni Pons propuso extender el alumbrado público al municipio, instalándose veintidós farolas de doce bujías que funcionaban desde las últimas horas de la tarde hasta la madrugada. No fue hasta 1916 que la electricidad llegó a los domicilios cercanos a la línea, marcando el inicio de la electrificación de Osor. Desde este punto del recorrido deshacemos el camino hasta el Pont Vell y, tras dejar atrás Can Roure, giramos a la izquierda por el Carrer Major.

Pont de Can Vidal


Pont de Can Vidal
Puente medieval de una sola arcada sobre la riera de la Noguerola

Situado entre el Ayuntamiento de Osor y la Iglesia de Sant Pere, encontramos el Pont de Can Vidal, también conocido como Pont de la Noguerola. Este pequeño puente de piedra medieval de una sola arcada, ligeramente apuntada, servía como paso del antiguo camino de Anglès a Sant Hilari Sacalm. Se alza unos 4 metros de altura sobre la riera de la Noguerola y se construyó con piedra, guijarro y mortero. 

Pont de Can Vidal
El Pont de Can Vidal unía por el antiguo camino Anglès con Sant Hilari Sacalm

Como las crónicas indican que tras los terremotos de 1427 y 1430 no quedó ningún puente en pie, su reconstrucción probablemente data de la segunda mitad del siglo XV, aprovechando la estructura de un puente anterior, posiblemente de origen románico. Hoy se encuentra en desuso, pero forma un rincón muy pintoresco que resulta muy fotogénico.

Reloj del Ayuntamiento


Ayuntamiento de Osor
Reloj de 1878 de la empresa Garnier de París, procedente de la estación de Peralada

Nuestra ruta a pie por Osor concluye frente al Ayuntamiento, donde se conserva una singularidad histórica: en la fachada podemos ver un reloj de la empresa Paul Garnier de París, que data de 1878 y proviene de la antigua estación de tren de Perelada, que quedó fuera de servicio a principios de los años 90. En la esfera del reloj podemos ver el escudo de Osor y el nombre de la población.

Qué más ver cerca

Si te apasionan las localidades con historia y encanto, no te pierdas Girona, situada a sólo 27 km de Osor. Su trazado medieval y sus murallas bien valen una escapada. 

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