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Caminando entre la niebla hacia una de las cascadas más impresionantes del Pirineo |
Las montañas que rodean la localidad pirenaica de Bagnères-de-Luchon, apodada con afecto simplemente como Luchon, se alzan como guardianas de valles de ensueño salpicados de lagos de alta montaña, numerosas cascadas y vestigios medievales que narran historias antiguas de caballeros y vasallos. En este paisaje, paraíso para los excursionistas, los bosques están envueltos en brumas suaves y crestas escarpadas. Cada sendero de los Pirineos es un desafío sublime que invita a sentir, contemplar y escribir, como hacían los primeros pirineístas.
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Izq.: Cascade y Gouffre d'Enfer por E. Cicéri. Dch.: Gouffre Marie-Louise por J. Latour (s. XIX) |
Nombres como Franz Schrader, que pasó el verano de 1871 en Luchon trazando croquis y perfiles orográficos, dejaron
huella en estos valles. A su vez, Stéphen
Liégeard, en su guía “Vingt journées d’un touriste au pays de
Luchon” (1874), relata su visita
a las Termas de Luchon (L’Établissement
thermale), la Vallée du Lys, Les Granges d’Astos y el Lac glacé d’Oô. Por su parte, el conde Henry Russell, en su obra “A
Fortnight in the Pyrenees” (1868), narra sus excursiones desde Luchon hacia la Vallée du Lys, la Cascade d’Enfer,
Astos y el Lac d’Oô, con detalles de recorrido, altitudes, fauna y flora.
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Es imposible no emular a los primeros pirineístas en estos senderos de brumas y cascadas |
Desde Luchon se despliega una red de rutas senderistas que cruzan
valles y collados, pensados tanto para el caminante avanzado como para quien
busca un primer contacto con la montaña. Hay rutas técnicas que ponen a
prueba los límites del esfuerzo, otras suaves que serpentean entre pastos y
torrentes, y travesías de largo
recorrido como el GR10, GR86 o el GRP, que recorren todo el Pirineo. Pero
todas, sin excepción, comparten un lenguaje: el del asombro, la emoción del
descubrimiento y la huella imborrable de los paseos por la naturaleza.
Tour de Castel-Vielh o Castelvieilh
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En un promontorio granítico, a 772 metros de altitud, se alza la Tour de Castel-Vielh |
El sendero que conduce a la Tour
de Castel-Vielh parte desde las termas de Luchon y se adentra en un bosque de
hayas y pinos. El rumor de las hojas y el frescor del sotobosque acompañan al
caminante hasta alcanzar la antigua atalaya, vigía fronteriza de la Tour de Castel-Vielh. Conocida como "tour sarrasine", la torre
evoca antiguas defensas medievales y se alza, solitaria, como un promontorio de
piedra entre las montañas y las nubes errantes.
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La torre servía para controlar la frontera y el acceso al Valle de La Pique |
Construida alrededor del siglo
XII, formó parte del sistema de alerta
visual de los condes de Comminges. Los vigías comunicaban señales mediante
fuego o humo desde lo alto de las colinas, tal como hacían en otras
fortificaciones pirenaicas. Fue utilizada
por los templarios, y más tarde por los Caballeros de San Juan de Jerusalén. El nombre Castel-Vielh
proviene del occitano vileh
("viejo").
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Sendero entre hayas y pinos que asciende suavemente hacia la torre medieval |
La torre controlaba el acceso al
Valle de La Pique y hoy, reconstruida, es testigo de
antiguas leyendas. El sendero, bien señalizado, permite al viajero
llegar a ella con facilidad. También se puede acceder en coche hasta un pequeño
aparcamiento, situado a 2 km del cruce de Saint-Mamet en dirección a
Superbagnères. Desde allí, un sendero
sencillo sube hasta la torre en apenas 10 minutos, con un desnivel de 80
metros. Es una ruta ideal para hacer en familia.
Passerelle de Péquerin
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Pasarela de vértigo con vistas sobre el Gouffre Marie-Louise |
Siguiendo el camino desde la Tour
Castel-Vielh, unos 500 metros más abajo, llegamos a la Passerelle de Péquerin, un moderno puente colgante de 31 metros de longitud, inaugurado en 2017 tras
la destrucción del anterior por la riada de 2013. Suspendido por cables a 35
metros de altura sobre el torrente de La Pique, el puente ofrece impresionantes
vistas del Gouffre Marie-Louise, una
garganta escarpada por donde el río se abre paso.
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El puente colgante sobre el torrente de La Pique sirve de mirador privilegiado |
El sendero hasta el puente es
accesible incluso en invierno y continúa hasta un cruce que permite desviarse
hacia la Cascada de Sidonie (unos 2
km adicionales). Desde el puente colgante, volvemos sobre nuestros pasos, dando
por finalizada esta ruta de nivel medio.
La ida y vuelta desde Luchon, incluyendo la torre y el puente colgante, tiene 7 km
de recorrido y 470 m de desnivel, y puede hacerse en unas 3 horas, a ritmo
tranquilo, incluso en invierno.
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La "Ruta 3404" es el antiguo paso entre Luchon y Benasque |
Más allá de esta sencilla ruta, se
extiende un largo camino histórico conocido con el nombre de "Ruta 3404". Este sendero
transfronterizo unía Luchon con el valle de Benasque, en Aragón. Fue utilizado
durante siglos por comerciantes, pastores y contrabandistas. Hoy, los senderistas
lo recorren rumbo al techo de los
Pirineos: el Aneto, que alcanza los 3 404 m de altitud, y que da nombre al
itinerario. Una ruta que revive antiguas leyendas entre ambas vertientes del
Pirineo.
Lac de Badech
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El Lac de Badech es un remanso de paz ideal para pasear o descansar |
Otro de los lugares accesibles en
coche, con aparcamiento gratuito, es el tranquilo Lago de Badech, al que también se puede llegar fácilmente caminando
desde Luchon por la Allée du Corps Franc
Pommiés. Este remanso de paz, con vistas al macizo del Tuchennal, invita al
paseo relajado. Sus aguas quietas
reflejan los cielos y las cumbres, mientras los senderos bajo los árboles invitan
a recorrerlo, escuchando el murmullo constante del agua de La Pique que lo
acompaña o, el silencio entre la brisa.
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Un sendero rodea el espejo de agua, con áreas de césped donde hay mesas de pícnic |
El Lago de Badech está dedicado a la pesca deportiva y poblado por
especies como la trucha común, lucios, percas, gobios, piscardos, tencas y rutilos.
Su entorno ajardinado fue creado a
finales de la década de 1880 sobre una zona conocida como La Poudrette, atravesada por un antiguo cauce del río La Pique. Hoy,
la vegetación de ribera acompaña el paseo por este cinturón verde, uno de los espacios más serenos de la ciudad.
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La Pique a su paso por la zona del Lago de Badech |
Por el lago pasan también el gran
sendero transpirenaico GR10, que conecta Melles con Oô, y el GR86, que parte de
Toulouse y llega hasta Luchon, por lo que muchos senderistas de larga distancia aprovechan para hacer una pausa
aquí. A un lado está el aeródromo de
Luchon, famoso entre los aficionados al vuelo sin motor; desde aquí
despegan planeadores y parapentes, salpicando el cielo de color. El contraste
entre el paisaje llano y verde del entorno del lago y las cimas nevadas al
fondo, lo convierten en un lugar perfecto para el senderismo contemplativo.
La Guinguette du Lac de Badech
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Terraza al aire libre de La Guinguette du Lac de Badech |
A orillas del sereno lago de
Badech, donde las montañas se reflejan en un espejo de aguas quietas y la brisa
acaricia los árboles, se encuentra La
Guinguette du Lac de Badech. Esta encantadora terraza con vistas al lago,
sencilla y sin pretensiones, ofrece una cocina sabrosa y reconfortante,
perfecta para reponer fuerzas tras una caminata o para dejarse llevar por el
ritmo lento de la naturaleza.
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Ensalada de pollo |
El viajero encuentra aquí una
pausa amable: ensalada de pollo
(16 €) o la ensalada de queso de cabra
caliente (18 €); tabla de embutidos o quesos de la región
(18 €–20 €) o brochetas de carne con
todo el sabor del suroeste francés (18 €). Para los más hambrientos, platos
como el confit de canard (18 €), el magret (25 €) o el faux-filet (24 €) completan la experiencia gastronómica.
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Crème fraîche con fresas |
Con un acogedor comedor interior junto a la chimenea y
una terraza exterior que se asoma al
lago, La Guinguette es un buen lugar donde disfrutar de un helado artesanal, del chapoteo de los patos en el agua y esa luz tenue que se filtra entre las hojas. Un
escenario, donde reposar tras la marcha o leer los viejos relatos de pireneístas
como Stéphen Liégeard o Hippolyte Adolphe Taine, al lado del
agua.
Más información: La Guinguette du Lac de Badech.
Dirección: Allée du Corps Franc Pommiès,
31110 Bagnères-de-Luchon. Teléfono: +33 642 107 470.
Vallée du Lis: cascadas, lagos y patrimonio rural
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Este paraje natural de montaña es el punto de partida de rutas de senderismo de gran belleza |
Al sur de Luchon se extiende la Vallée du Lis (en ocasiones escrito Lys), un paraje a 1 100 metros de
altitud, con varios lagos de montaña.
A pesar de su nombre, el valle no debe
su nombre a los lirios (lys) sino a la palabra gascona lits, que significa alud. Con la llegada de los primeros
excursionistas en el siglo XIX y dado el escaso atractivo del nombre, Valle de
los Aludes, se rebautizó con un nombre más evocador: Vallée du Lis (Valle del
lirio).
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Saltos de agua cristalina que refrescan el valle y el bosque |
Por el fondo del valle discurre
el río Lis, cuyo murmullo acompaña al caminante entre hayedos centenarios y
praderas salpicadas de campanillas, margaritas y orquídeas silvestres. Los
claros donde florecen, ofrecen destellos de color bajo el dosel verde, y en sus
orillas habitan en secreto tritones y sapos que encuentran refugio en el agua
pura. La Vallée du Lis forma parte del espacio Natura 2000 “Los Valles del Lis,
de La Pique y del Oô”, un área protegida por su excepcional biodiversidad.
Cascade d’Enfer: un estruendo de agua en un rincón sombrío
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Un sendero de fácil acceso conduce en pocos minutos hasta la Cascade d’Enfer |
Desde el aparcamiento del valle,
en Cazeaux-de-Larboust, parte una senda breve y accesible, en apenas 5 minutos se
accede a la Cascade d’Enfer (Cascada
del Infierno). El trayecto es suficiente para transportarnos a otro mundo,
invitando a niños y mayores a una pequeña aventura en la montaña. El sendero
discurre entre prados y arbustos, sube con suavidad y, al girar en una curva,
deja al descubierto el salto de agua.
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La cascada ruge entre rocas y helechos en un entorno sobrecogedor |
Esta cascada, de unos 70 metros
de caída, se precipita estruendosamente desde el Cirque des Crabioules,
alimentada por cinco lagos glaciares
situados a 2 500 m de altitud. El sendero hasta la Cascade d’Enfer es breve y
familiar, apto incluso para niños y
niñas. Aunque, hay que tener en cuenta que la ruta solo es accesible a pie,
desde primavera a otoño, y se recomienda consultar las condiciones
meteorológicas en la Oficina de Turismo antes de acceder.
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El agua cae entre paredes verdes de un paraje salvaje |
El murmullo del arroyo va
creciendo con cada paso y pronto deviene en un estruendo que sacude el aire. El
agua, como un hilo plateado, cae en un abismo de roca y helechos, haciendo
brillar el musgo y salpicando el ambiente de frescor. Los pireneístas del
siglo XIX, la bautizaron “del Infierno” por la combinación de su estallido y la penumbra de sus peñascos. Una
vieja fotografía incluso la muestra congelada, haciendo honor al dicho “cuando el infierno se congele”.
Senderos del Vallée du Lis: rutas para todos los niveles
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Los caminos señalizados permiten al senderista recorrer el Valle del Lis |
Además de la Cascade d’Enfer,
desde el valle parten rutas de mayor
dificultad, que conducen a lagos a mayor altura como el Lac Vert, Lac Bleu, Lac Célinda, Lac Charles o Lac du Port Vieil, así como al Refugio
de Maupas. Estas excursiones pueden durar entre 5 y 8 horas, dependiendo
del destino. Si necesitas un guía de
montaña, hacer barranquismo o raquetas de nieve, puedes contactar con Sophie Souleyreau, habla español y tiene
una paciencia enorme. Teléfono: + 33 673 066 445 o en la página web Passion Montagne.
Le Gouffre d'Enfer: una sima profunda entre bosques y senderos
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El agua se precipita por el estrecho cañón de Gouffre d’Enfer |
Desde el aparcamiento de la Vallée
du Lis arranca un camino que conduce a la misteriosa Gouffre d'Enfer, una sima profunda donde el agua ha cincelado la
roca durante milenios. El recorrido circular que lo rodea, de unos 5 km y 380 m
de desnivel y dificultad media, se completa en alrededor de 2 horas y 30 minutos.
Varios saltos de agua invitan a
detenerse, respirar hondo y sentir el
ritmo contemplativo de los Pirineos.
Granges d’Astau y Lac d’Oô
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Aguas claras descienden entre musgos y piedras por el Ruisseau Medassoles |
En el Vallée d’Oô, arranca otro
clásico del senderismo de la zona: el que asciende al famoso Lac d’Oô y su cascada. La ruta comienza
en los pastos de Astau (1 140 m), un
sitio natural de montaña atravesado por un riachuelo donde se acercan a abrevar
terneras y bueyes que pastan a sus anchas en los prados. Hay que cruzar un
bosque de pinos y luego trepar por un sendero rocoso.
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Inicio del sendero hacia el lago d’Oô |
Tras unos 3 km de ascenso (6,5 km ida y vuelta) y 420 m de desnivel (unas 3 h en total, dificultad media) se llega al refugio del lago, construido sobre un dique a 1 502 m. La recompensa es un circo de montañas cubierto de cascadas:
el lago alpino cambia de color según la luz del día y época del año, bordeado
de gargantas, queda al pie de la gran cascada de 275 m (la
cascada de d’Oô) que se desploma al
fondo.
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Pastor con su rebaño de ovejas en el lago Espingo (c. 1900) |
En la margen izquierda del lago se alza el refugio, donde se puede descansar y picar algo. Este sendero, muy famoso y bien conservado, es accesible solo a pie, de primavera a otoño. Hay quienes completan la jornada llegando hasta los lagos de Espingo, Saussat y Portillon por un itinerario circular mayor, que alcanza los 22 km, 1 650 m de subida en 10 horas.
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Cascada y Lago d'Oô por Eugène Cicéri (1860) |
Pero el tramo principal
desde Granges d’Astau al lago d’Oô es suficiente como excursión memorable. Cabe señalar que, por tratarse de un entorno
de alta fragilidad ecológica, protegido dentro de la red europea Natura 2000, está
prohibido bañarse en el lago para proteger peces
y anfibios endémicos.
Cascade de la Chevelure de la Madeleine
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Cuenta la leyenda que un hada creó esta cascada como símbolo de sus lágrimas |
Para los menos preparados
físicamente o menos aventureros, desde el aparcamiento de Granges d’Astau también
se puede disfrutar de una bonita postal pirenaica: la Cascade de la Chevelure de la Madeleine (o simplemente Cascade de la Madeleine). Se ve a
distancia, en la vertiente de este valle plagado de terneras y bueyes. La vista
lejana de esta cortina de agua (aprox. de 130 m de altura) que cae sobre la
pared en forma de espléndida cabellera, es un cierre mágico para cualquier
recorrido.
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En este valle de pastos verdes, la cascada acompaña al ganado en calma |
Su nombre evoca la figura de la joven
Marie-Madeleine, una hermosa pastora que cuidaba a sus
ovejas en los prados situados bajo el lago de Oô, en los límites de un bosque
de abedules, hayas y pinos; territorio de lobos en aquellos tiempos remotos. Un hada, su protectora, velaba por ella.
Pero un día, el hada se distrajo. Subió hacia los glaciares y los lagos de alta
montaña —Espingo, Saussat, Portillon— y se dejó llevar por la belleza del
paisaje, el murmullo del agua y los ecos de marmotas y águilas.
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El agua se desliza como una melena plateada por las rocas |
Perdió la noción del tiempo
contemplando el Pic Perdiguère,
majestuoso y coronado de nieve. Cuando regresó, ya era tarde. Los lobos habían
devorado a Madeleine. Solo quedaba su
larga cabellera enredada. Destrozada por la pena, el hada creó una cascada con esos cabellos, símbolo de sus
lágrimas. Desde entonces, se dice que, si los caminantes derraman allí unas
lágrimas, la cascada no se secará jamás
y la pastora podrá seguir viviendo entre los prados, junto a sus ovejas que
acuden a beber de sus aguas por toda la eternidad.
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Postal del siglo XIX con la denominación antigua: La Grange d’Astos |
Cada uno de estos senderos es una
invitación al descubrimiento: desde la impetuosidad
y belleza de sus cascadas hasta la inmensidad de las montañas, pasando por
fortalezas centenarias y pasarelas de vértigo. En este rincón de los Pirineos, alrededor de Luchon disfrutamos de la
naturaleza y del pirineísmo. Una
corriente romántica y emotiva que nos traslada a los primeros excursionistas y
personajes de las artes y la literatura, cuyo
ideal era, saber, al mismo tiempo que se ascendía por las montañas, se escribía
sobre ellas y se sentía profundamente el
alma de los Pirineos.
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Luchon y sus alrededores. Eugène Cicéri (1873) |
El caminante no solo debe medir
la dureza del camino, sino que debe dejarse
envolver por la niebla del bosque, el rumor del agua y la huella dejada por
siglos de moradores. Cada paso crea un diálogo íntimo con la tierra, mientras
se descubren secretos de viejas cabañas y pasos de ganaderos. Al ralentizar la
mirada, descubrimos pequeñas flores silvestres y el eco de antiguas leyendas.
Así, la montaña regala algo más que vistas: nos recuerda la esencia del verdadero pirineísmo.
Dónde comer en Granges d’Astau: Le Mailh d'Astau
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El restaurante Le Mailh d'Astau sirve platos regionales y especialidades del suroeste francés |
En el corazón de los Pirineos,
donde los caminos se adentran sobre praderas infinitas y el viento trae el
perfume de los bosques, el restaurante tradicional Le Mailh d’Astau abre sus
puertas como un refugio tras la caminata. Dirigido por Valérie Cazaban y su familia, este acogedor establecimiento rinde
homenaje a la tradición montañesa con platos tan reconfortantes como su garbure con confit de pato, un guiso de
verduras y carne típico local.
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Salade de Gésiers |
También es posible disfrutar de
un pistache con costillas de cordero,
un plato tradicional de alubias blancas cocidas con cordero, lleno de sabor y
tradición, herencia de los pastores de la región o de un plato de trucha del valle, fresca y delicada,
que completa el trío de sabores que celebran la riqueza de esta tierra. Además
de los platos a la carta, disponen de varios menús temáticos: Lac d’Oô (18,90 €), Espingo (22,90 €) y Portillon (24,90 €), que ofrecen
entrante, plato principal, guarniciones y postre o café.
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Solomillo de ternera con patatas sarladaises y judías verdes |
Los platos principales del Menú Espingo
se acompañan de patatas sarladaises
y de judías verdes de la tierra, y
puede culminar con un café gourmand.
Cada ingrediente respeta su origen: cordero
de los Pirineos, buey francés o
de la UE, pato de Francia, embutidos de Barès, truchas de la piscicultura de Oô, quesos de Chourré y pastelería casera. Con su decoración
rústica y varias terrazas que se asoman al valle, Le Mailh d’Astau también
ofrece una selección de productos regionales, a la venta en su tienda.
Más información: Le Mailh d'Astau. Dirección: Granges d’Astau, 31110 Oô. Teléfono: +33
561 798 217. Horario: Diariamente de 9 a 21 h. Web: Le Mailh d'Astau.
Las Termas de Luchon
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El nuevo espacio “Ressources & Vous” ofrece bienestar termal en plena naturaleza pirenaica |
En la actualidad, las Termas de
Luchon (Thermes de Luchon en francés) emergen renovadas tras casi tres años de renovación. A principios de
2025, sus pasillos históricos —desde el emblemático edificio Chambert hasta los
nuevos corredores luminosos— ofrecen un nuevo
espacio termal de 2.800 m². Las piscinas interiores y exteriores, chorros
de hidromasaje y duchas sensoriales han sido diseñadas para que el agua termal, portadora de salud
desde la Antigüedad, recorra el cuerpo con la misma fuerza serena que modela
los circos y cascadas de las montañas que rodean Luchon.
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Pavillon du Prince Impérial, construido en 1867 y reconstruido en 1953 |
Las aguas termales de Luchon,
consideradas las más sulfurosas de
Francia, son de tipo sulfurado sódico, alcalino e hipertermal. Su
concentración de azufre es una de las más elevadas no solo entre las estaciones
pirenaicas, sino también a nivel nacional y europeo. Actualmente, se captan a
través de tres perforaciones —F2 Reine, F8 Pré y F9 Filhol—, que alcanzan entre
170 y 730 metros de profundidad. Su temperatura
varía entre 50 °C y 72 °C, y su lento recorrido
subterráneo se estima en 14.000 años, según dataciones por carbono 14.
Debido a la alta concentración de aguas sulfurosas en las instalaciones termales, se nos recomendó no introducir cámaras fotográficas para preservar tanto el equipo como el anonimato de los bañistas. Por ello, las imágenes que ilustran mi visita proceden de la colección oficial cedida por las Termas de Luchon, destinadas a medios de comunicación.
Un legado milenario de espíritu moderno
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El establecimiento termal de Bagnères-de-Luchon. Litografía de Victor Petit (s. XIX) |
Cuenta la leyenda que, en tiempos
de Augusto, un centurión exhausto
reparó en un manantial humeante junto al campamento romano de Ilixon nombre derivado de la diosa de
las aguas, y descubrió el poder curativo de sus aguas sulfurosas, ya que de
inmediato alivió sus heridas y dolencias. Aquella primera inmersión marcó el
origen de unas aguas cuya fama pervive. Con el paso de los siglos, Luchon se convirtió
en el santuario termal de la alta
sociedad parisina del siglo XIX, que impregnó la villa de elegancia.
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Edmond Rostand, autor de Cyrano de Bergerac, vivió en la encantadora Villa Julia |
Puedes leer más sobre la
arquitectura balnearia de Bagnères‑de‑Luchon en mi artículo “Ruta por la arquitectura balnearia de Luchon”,
que recorre a pie los edificios de la Belle Époque.
O descubrir la huella de Edmond Chambert
en la villa en “Bagnères-de-Luchon: La Reina de los Pirineos y joya de Edmond Chambert”, donde se detallan las obras que se
conservan de este arquitecto en la ciudad termal.
El nuevo espacio “Ressources & Vous” de las Termas de Luchon
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Piscina en la azotea ©David Duchin Doris-Thermes de Luchon |
El recorrido termal del nuevo
espacio “Ressources & Vous”, es
un oasis de piscinas escalonadas, saunas húmedas y secas y duchas sensoriales
que invitan a detener el tiempo. En la azotea, ubicada en la tercera planta, es
posible sumergirse en una piscina
exterior de 120 m² y sentir el viento frío del invierno besando nuestra
piel caliente, o descansar en la terraza-solárium
contemplando las nubes que acarician las cumbres.
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Vaporarium ©David Duchin Doris-Thermes de Luchon |
En el área de spa, de 800 m2
de la primera planta, encontramos el histórico Vaporarium, la única galería
natural con vapor de Europa. Con más de 150 metros de galerías excavadas en
la roca, el hammam excavado en la montaña deja filtrar el vapor de azufre caliente de la roca. El agua termal a 72 °C atraviesa
las paredes de la cueva, enfriándose a temperaturas que oscilan entre 38 °C y 42 °C, y una humedad del
95%.
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Imagen antigua del edificio del Vaporarium (c 1930) |
Tu cuerpo queda envuelto en un baño
de vapor natural, de bruma tibia y benéfica, que descongestiona las vías
respiratorias, favorece la eliminación de toxinas y relaja la musculatura. Se
recomienda acceder únicamente durante 15 minutos al día. Aquí, el Pirineo se
siente en cada gota: la humedad acaricia los músculos, disuelve el cansancio,
purifica la piel y alivia la mente, como un susurro milenario que recorre las
montañas. Es una experiencia única, envolvente,
que nos remonta al primigenio baño ancestral purificador.
Un balneario a la medida del siglo XXI
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Cascada de la piscina cubierta ©David Duchin Doris-Thermes de Luchon |
Sin abandonar la primera planta,
accedemos a dos piscinas lúdicas
(120 m² y 70 m²) y una zona de
relajación y solárium. Las tres piscinas de agua caliente, incluida la de
la terraza exterior con solárium, invitan al bañista a deslizarse bajo cascadas de burbujas, cuellos de cisne y chorros a contracorriente que masajean la espalda como manos
invisibles. Un banco de burbujas y rincones de hidromasaje completan el
recorrido.
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Duchas sensoriales ©David Duchin Doris-Thermes de Luchon |
La segunda planta es un oasis de
sensaciones, allí encontramos, el Tepidarium
de vapores tibios, junto al Jacuzzi,
cuyas burbujas son siempre agradables. Zonas
de relajación prolongan la calma, mientras las seis duchas sensoriales, alternan las lluvias frías y calientes,
neblinas aromáticas y chorros pulsantes que despiertan los sentidos y la
circulación sanguínea. Los bancos
calientes invitan al reposo, completando el circuito de bienestar.
Calor y frío: el pulso de la montaña
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Pared de hielo ©David Duchin Doris-Thermes de Luchon |
El espacio termal reserva tres saunas de calor seco a 80 °C,
donde parece que el Pirineo late en cada gota de sudor, limpiando la piel y
revitalizando la circulación. Y, como contrapunto para los más valientes, baños
de agua fría de forma variada y tremendamente helada. Desde el Cielo de Nieve que cubre al visitante
con auténticos copos que caen de la parte superior, hasta la Pared de Hielo que beneficia al cuerpo
con su fría caricia, tonificando músculos y mente, pasando por la Fuente de hielo.
Más información: Thermes de Luchon. Dirección: Cours des Quinconces, 31110 Bagnères-de-Luchon.
Teléfono: +33 561 945 252. Precio Ressources & vous de la zona acuática (2
h consecutivas). De lunes a viernes: 20 €. Fines de semana: 22 €. Web: Thermes de Luchon.
Dónde comer en Bagnères-de-Luchon:
La Tute de l’Ours
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La Tute de l’Ours es un restaurante rústico con cocina local y de montaña |
En la avenida principal de
Bagnères-de-Luchon, el restaurante La
Tute de l’Ours se alza como un refugio cálido tras las caminatas. Al cruzar
el umbral, el aroma de guisos caseros nos envuelve; el crujir de la madera bajo
los pasos parece contar historias de pastores y viajeros. Entre sus
especialidades, la Parillade de la Tute
reúne una parrillada de carne con un bistec de cadera de cerdo, falda de res, cordero
y panceta de cerdo, acompañado de verduras o patatas fritas (25 €).
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Costillas de cordero con patatas fritas |
También es posible degustar un entrecot con patatas fritas con una
salsa a elegir entre azul, a la pimienta o con chalotas (25 €) o unas Côtelettes d’agneau o costillas de cordero
(24 €). El cordero de los Pirineos,
de indicación geográfica protegida (IGP), es fruto de una tradición ganadera
milenaria. Su carne, tierna y delicada, adquiere finos matices aromáticos
gracias al pastoreo en las praderas.
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Tarta de arándanos con helado de vainilla y nata |
Los amantes de los platos de
cuchara hallarán consuelo en la Cassolette
de légumes à la persillade (18 €), un festín de hortalizas aliñadas con ajo
y perejil, mientras que el Filet de
truite de la piscicultura de Oô, acompañado de verduras, arroz basmati y
salsa de ajo (21 €), es recomendado para los amantes del pescado. Y para
rematar, el Fondant au chocolat
(7,50 €) o la Tarte aux myrtilles
(7,50 €) invitan a prolongar la sobremesa, y saltarse toda la dieta.
Más información: La Tute de l’Ours. Dirección: 22 Allées d'Etigny, 31110
Bagnères-de-Luchon. Teléfono: +33 561 790 404. Horario: De miércoles a domingo,
de 9:30 a 22:30 h. En temporada alta, también abren los martes. Web: La Tute de l’Ours.
L’Escale
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En L’Escale encontrarás un surtido de cervezas artesanales |
Cerca del mercado de Luchon, el pequeño
restaurante familiar L’Escale ofrece productos frescos y
trato cercano, en un ambiente reducido e íntimo. Entre sus entrantes, la Ardoise de charcuterie (16 €) reúne
jamón de los Pirineos, paté, chorizo, salchichón y morcilla negra, mientras que
la Salade de chèvre chaud (15 €)
combina queso de cabra fundido, tomate, cebolla roja, nueces y miel.
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Trucha con arroz y verduras salteadas |
En los platos principales,
destacan el Pavé de Truite du village
d'Oô (20 €), acompañado de arroz de tres colores y verduras salteadas que evocan
la frescura de los ríos de altura. Los comensales más hambrientos pueden optar
por la Hamburger Montagnard (19 €) con
ensalada, tomate, cebolla morada, queso Tomme de vaca, salsa de hamburguesa, coronado
con huevo y jamón del país, servido con patatas fritas caseras.
Más información: L’Escale. Dirección: 18 Rue du Docteur Germes, 31110
Bagnères-de-Luchon. Teléfono: +33 627 162 479.
Dónde dormir: Hôtel La Rencluse
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Este hotel de estilo alpino es una excelente base para explorar las rutas pirenaicas |
El Hôtel La Rencluse se halla justo a los pies de la carretera que
sube a la Tour de Castel‑Vielh y a un breve paseo del
Parque de las Termas de Luchon. Esta ubicación única convierte cada mañana en
una invitación al descubrimiento:
puedes salir del hotel y emprender directamente la ascensión a la torre
medieval o adentrarte en el oasis verde de los jardines termales, antes de
sumergirte en un espléndido desayuno con
productos locales.
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Habitación triple con vistas a las montañas |
Acogedoras, tranquilas y con
vistas a las montañas, las doce habitaciones
del Hôtel La Rencluse, combinan la elegancia
y el ambiente rústico del estilo pirenaico. Cada una, única en su diseño,
combina maderas cálidas, toques de piedra y suaves mantas de pelo de oveja. Por la noche, ese mismo paisaje se
convierte en un refugio de silencio y estrellas, ideal para renovar el
espíritu. Al despertar, las habitaciones posteriores regalan panorámicas que abarcan crestas
montañosas y bosques cubiertos por vellones de nubes.
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En el buffet del desayuno encontrarás productos locales, dulces y salados |
El desayuno, servido con mimo en
el comedor, es un festín de sabores
locales: crepes ligeras, gofres dorados y croissants recién hechos se combinan con mermeladas artesanas de arándanos, albaricoques y cerezas negras de
la Maison Jougla. La legendaria crema
Pyrénella, elaborada desde 1897 por un maestro chocolatero local, espera a
los amantes del dulce, para cargar de energía a senderistas y moteros.
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Selección de quesos |
Para quienes prefieren empezar el
día con productos más contundentes, el buffet del desayuno del Hôtel La
Rencluse también ofrece un surtido de embutidos
y quesos de la región. En los pastos de los Pirineos se producen quesos de
carácter inconfundible. Con leche cruda de oveja, cabra o vaca, se elaboran
variedades de pasta blanda y firme. Desde suaves tommes que funden la dulzura de la pradera hasta quesos curados más secos y complejos, que
pueden degustarse todo el año.
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Croissants recién horneados y pain au chocolat en el desayuno del hotel |
Muffins salados con beicon y queso, tartas caseras de manzana o pera y panes rústicos o baguettes se ofrecen al huésped. Para los más healthy y que buscan opciones saludables,
pueden optar por la macedonia de
frutas frescas y zumos de naranja o
manzana. Además, una cuidada selección de tés, infusiones aromáticas y cafés
acompaña cada bocado, ayudando a despertar los sentidos ¡y el cerebro! Un
festín equilibrado, donde cada producto nos acerca también al territorio de los
Pirineos.
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Sala junto a la recepción, perfecta para descansar tras las caminatas |
Su bar‑salón, con
chimenea lista para ofrecer un ambiente cálido en invierno, invita al
reencuentro tras la excursión. Disponen de una pequeña sala con juegos de mesa, revistas y libros, para
aquellos que quieran sumergirse en la lectura y el pasatiempo. El Wifi gratuito permite conectarse, ideal
para quienes necesitan seguir trabajando. Un aparcamiento privado gratuito facilita la comodidad de las entradas
y salidas de los huéspedes.
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Espacio disponible para uso de los huéspedes |
Para los ciclistas y esquiadores,
un cobertizo para guardar bicicletas y
esquís con seguridad, también disponen de una habitación adaptada para personas con movilidad reducida. Además de
las habitaciones dobles, disponen de un estudio y un acogedor apartamento para cuatro personas. Desde
aquí, las termas de Luchon, las rutas de senderismo, las cascadas y la
naturaleza se sienten al alcance de la mano. El Hôtel La Rencluse es un buen campamento base para los
exploradores que buscan adentrarse en la esencia de los Pirineos.
Más información: Hôtel La Rencluse. Dirección: 4 Avenue de Gascogne, 31110 Saint-Mamet.
Teléfono: +33 672 122 963. Habitaciones dobles desde 60 €/noche. Web: Hôtel La Rencluse.
Toda la información generada
durante mi escapada a Luchon puede consultarse a través de los hashtags
#pyrenees31 y #TourismeHG.
Puedes encontrar información
detallada de todas las rutas de senderismo o BTT que sepueden hacer en el Pirineo de Haute-Garonne, en la página web de Pyrénées 31 o de las Topoguías de senderos de Haute-Garonne Tourisme.