Acueducto de las Aguas Libres de Lisboa: Arquitectura y leyendas

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Vista parcial del Acueducto de las Aguas Libres de Lisboa

Lisboa ha recibido la influencia de griegos, fenicios, lusitanos, romanos, visigodos, árabes, judíos y cristianos. Los romanos, que la llamaron Felicitas Iulia Olisipo, fueron los primeros en organizar un sistema de captación y distribución de agua, construyendo un acueducto en el siglo III d. C. 

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Chafariz de El-Rey (c. 1570-80)
Durante la Edad Media, la ciudad continuó desarrollando fuentes y manantiales, especialmente en el barrio de Alfama, como el Chafariz de El-Rei, la primera fuente ornamental pública de Lisboa de la que existen registros que datan de 1220, o el Chafariz de Dentro, ubicada dentro del antiguo recinto amurallado construido por el rey Fernando I de Portugal en 1373.

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Camino peatonal interior del Acueducto de las Aguas Libres

A lo largo de los siglos, diferentes monarcas, como Manuel I de Portugal, Sebastián I de Portugal y Felipe II de España, intentaron mejorar el suministro de agua, pero fue bajo el reinado del rey Juan V de Portugal, a comienzos del siglo XVIII, cuando se planificó finalmente el ambicioso proyecto del Acueducto de las Aguas Libres, (en portugués, Aqueduto das Águas Livres) una obra que transformaría el abastecimiento de agua de Lisboa.

Aqueduto das Águas Livres. Museo da Água 

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Entrada a la sección principal del acueducto

El Acueducto de las Aguas Libres está considerado el último gran acueducto clásico construido en el mundo. Encargado por el rey Juan V de Portugal y construido entre 1731 y 1799, su financiación fue posible gracias a un impuesto sobre bienes esenciales como el aceite, el vino y la carne. La obra, promovida por el Senado Municipal para mejorar el abastecimiento de agua a Lisboa, se convirtió en una de las mayores infraestructuras hidráulicas del mundo occidental. 

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Camino de acceso al Acueducto de las Aguas Libres

Tres figuras fueron fundamentales en su diseño y en el desarrollo del urbanismo y la arquitectura portuguesa del siglo XVIII: Manuel da Maia, responsable de la planificación urbana del acueducto; Custódio Vieira, encargado de la ingeniería; y Carlos Mardel, quien dirigió la arquitectura y el diseño urbano del monumento. 

Acueducto de las Aguas Libres
Galería interior del Acueducto de las Aguas Libres iluminada con lucernarios

Con una fusión del estilo barroco de Europa Central y el estilo sobrio de los ingenieros militares portugueses, Carlos Mardel aportó elegancia y refinamiento, reforzando la arquitectura simbólica del poder mediante detalles como la colocación de lucernarios clásicos a lo largo del acueducto en el Valle de Alcântara, el Arco das Amoreiras y el Chafariz do Rato, creando una unidad estética en todo el recorrido del acueducto por Lisboa.

Arquitectura del Acueducto de las Aguas Libres 

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Galería interior del Acueducto de las Aguas Libres

Construido con bloques de piedra caliza procedentes de la región de Lisboa, el Acueducto de las Aguas Libres es una obra maestra de la ingeniería barroca portuguesa. Su estructura principal, conocida como el Acueducto General, consta de una sección principal de 14 kilómetros de longitud, a los que se suman unos 32 kilómetros de acueductos secundarios fuera de Lisboa y 12 kilómetros adicionales de galerías subterráneas que abastecían las fuentes de la ciudad. 

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Llave en el interior de una de las galerías del Acueducto de las Aguas Libres

En total, el sistema hidráulico alcanzaba unos 58 kilómetros de extensión. En su diseño interior se observa la proporción vitruviana, con techos que combinan bóvedas de cañón a lo largo del recorrido y bóvedas de arista en las salidas sin lucernarios. Su tipología constructiva revela la variedad de técnicas empleadas, desde la sillería y la albañilería de piedra irregular hasta la mampostería de ladrillo macizo, muestra del dominio técnico de sus constructores. 

Serra da Estrela
Vista antigua de la Serra da Estrela - Chafariz de El-Rei

La planificación del acueducto respondía a dos objetivos principales. En su tramo inicial, desde los manantiales de Sintra hasta su llegada a Lisboa, primaba la función utilitaria: transportar el agua, almacenarla en el depósito final y distribuirla por las diversas fuentes de la ciudad. Ya dentro de Lisboa, el recorrido adquiría un valor simbólico y monumental, convirtiéndose en un emblema arquitectónico y urbano del poder y la prosperidad del siglo XVIII. 

Vista antigua
El Acueducto de las Aguas Libres a su paso por el Valle de Alcântara según J. Clark (1809)

El tramo más emblemático corresponde al conjunto de arcos que cruza el Valle de Alcântara, una estructura de 941 metros de longitud finalizada en 1744. Su arco ojival central, de piedra, es el mayor del mundo construido en un solo vano, con 65 metros de altura y 29 de anchura. Tras el devastador terremoto de Lisboa de 1755, que arrasó gran parte de Lisboa, el acueducto apenas sufrió daños, perdiendo solo tres de sus dieciséis claraboyas de esta arcada, lo que confirmó su extraordinaria solidez estructural.

Agua e Ingeniería del Acueducto de las Aguas Libres

Lisboa. Vista antigua
Vista antigua de los arcos y Reservatório da Mãe d’Água das Amoreiras

El Acueducto de las Aguas Libres nace en el manantial de Mãe d’Água Velha, en Sintra, y finaliza en Lisboa, en el Depósito de la Mãe d’Água (en portugués, Reservatório da Mãe D’Água das Amoreiras). Se abastecía de 58 manantiales distribuidos por los municipios de Sintra, Odivelas, Amadora, Oeiras y Lisboa, transportando el agua tanto en superficie como bajo tierra, aprovechando la fuerza de la gravedad y un ingenioso sistema de vasos comunicantes.

Acueducto de las Aguas Libres
En esta vista del Acueducto de las Aguas Libres pueden verse los pilares rectangulares (c. 1908)

Para atravesar los valles más profundos —como los de Carenque, Reboleira, Damaia y Alcântara—, la infraestructura hidráulica se compone de una sucesión de arcos de medio punto, que en ciertos tramos adoptan formas rebajadas o apuntadas para adaptarse a la topografía del terreno. El tramo más largo del acueducto discurre al aire libre, con arcos apoyados sobre pilares rectangulares que refuerzan su estabilidad estructural en los puntos de mayor desnivel.

Acueducto de las Aguas Libres
El acueducto atraviesa tanto zonas rurales como urbanas de cinco municipios diferentes

En el Valle de Alcântara, catorce de los treinta y cinco arcos presentan forma apuntada y cruzan la parte más profunda del valle sin necesidad de un segundo nivel. Este tramo incluía además dos caminos peatonales: uno de ellos, conocido como Ponte das Arcos, que fue utilizado por personas y animales para entrar y salir de la ciudad de Lisboa hasta 1852, convirtiéndose en una vía de tránsito esencial entre la ciudad y su entorno rural, y que se transformó en el escenario de una de las historias más inquietantes del Acueducto de las Aguas Libres, protagonizada por un bandido que marcaría la memoria colectiva de Lisboa: Diogo Alves.

Diogo Alves, el asesino en serie del acueducto 

Diego Alves
Diogo Alves según litografía de J. L. Caldeira (1840)

Cuando cae la noche sobre Lisboa y el viento sopla entre los arcos del Acueducto de las Aguas Libres, aún hay quien asegura oír pasos en lo alto de los arcos del Valle de Alcântara. No son los de un viajero despistado, ni los de un guardia tardío, sino los ecos de un fantasma condenado: el de Diogo Alves, el bandido gallego que convirtió el acueducto en escenario del horrorNacido en 1810 en Lugo, en el seno de una familia humilde, Diogo fue uno de los muchos jóvenes gallegos que a comienzos del siglo XIX cruzaron la frontera buscando un futuro mejor en Portugal.

Portugal
Imagen de un antiguo boleeiro de la ciudad de Lisboa (entre 1825 y 1850)

Como tantos compatriotas suyos, comenzó trabajando como boleeiro, cochero al servicio de las familias lisboetas, y durante años se le consideró un hombre trabajador y honesto. Nadie hubiera imaginado que aquel muchacho obediente acabaría grabando su nombre en la historia negra de Lisboa. El cambio se produjo, según cuentan los viejos folletos populares, cuando conoció a Gertrudes Maria, apodada a Parreirinha, una tabernera portuguesa separada del marido y madre de dos hijos que regentaba una tasca en la ruela das Águas Boas

Imagen antigua Lisboa
Vista panorámica del Acueducto sobre el Valle de Alcântara. Grabado a color de T. Bowles

Su taberna, dicen, era sombría, mal ventilada y frecuentada por gentes de dudosa reputación. Los autores de la época la describieron como una mujer vulgar, de carácter fuerte, tan peligrosa como fascinante. Diogo se enamoró de ella, y aquel amor lo arrastró a una espiral de juego, bebida y violencia. Perdió su empleo, su reputación y, finalmente, la cordura. Desde entonces, Lisboa conoció al hombre que el pueblo bautizó como O Pancada, el golpeado, el desdichado. Entre 1836 y 1839, Diogo descubrió en el Acueducto das Águas Libres su escenario perfecto para cometer 709 crímenes

Acueducto de las Aguas Libres
Detalles de altura y anchura del Arco Grande en el Acueducto de las Aguas Libres

Con una llave falsa —nadie sabe de dónde la obtuvo— accedía a una de las galerías interiores del acueducto y aguardaba a los transeúntes solitarios que cruzaban el “caminho dos arcos” desde los barrios de Benfica hacia el centro. Su método era tan cruel como sistemático: los asaltaba, los robaba y, para no dejar testigos, los arrojaba desde lo alto del arco principal al Valle de Alcântara. Durante seis meses, los cuerpos comenzaron a aparecer destrozados en el fondo del valle, pero las autoridades no sospechaban que fueran asesinatos: creían que se trataba de una ola de suicidios

Diego Alves
Diogo Alves y sus compañeros asesinando a la familia del doctor Andrade. Litografía (1840)

Nadie imaginaba que Lisboa tenía su propio asesino en serie. Su reinado de terror terminó años más tarde, no por los crímenes del acueducto, sino por otro robo —el asalto a la casa del médico Andrade en la Rua das Flores— por el que finalmente fue capturado. En febrero de 1841, Diogo Alves fue condenado a muerte y ejecutado en la horca junto a uno de sus cómplices, António Martins. La leyenda lo recuerda como el último ajusticiado en la horca en Portugal, aunque algunos documentos indican que otro bandolero, Francisco de Matos Lobo, fue ejecutado en 1846. Sea o no exacto el dato, el mito popular ya había nacido: Diogo sería para siempre el último ahorcado del país.

 

Diego Alves
Representación del cráneo de Diogo Alves, estudiado en el siglo XIX para buscar señales de su maldad

Pero la historia no terminó allí. Su cabeza fue conservada en formol en la Facultad de Medicina de Lisboa, donde todavía hoy puede verse, intacta, con los ojos cerrados y el gesto endurecido por el tiempo. Los médicos del siglo XIX querían estudiar en su cráneo las señales del crimen, convencidos de que la maldad podía descubrirse en los rasgos físicos. Su cabeza se convirtió así en el símbolo macabro de una época que creía poder medir el alma con un calibrador. 

Película "Os Crimes de Diogo Alves"
Fotograma de la película "Os Crimes de Diogo Alves" dirigida por João Tavares en 1911

En los pliegos de cordel que circularon después de su ejecución, Gertrudes Maria fue retratada como la encarnación del mal, la “musa inspiradora” de todos los delitos de Diogo Alves. Los escritores moralistas del siglo XIX la describieron como “felina y corruptora”, la mujer que arrastró al buen hombre a la perdición. Su figura fue usada para advertir a la juventud sobre los peligros del vicio y las malas compañías, reforzando la visión machista y religiosa que convertía a la mujer libre en símbolo de pecado. 

Diogo Alves e a sua quadrilha
Portada del libro "Diogo Alves e a sua quadrilha" de Belo Redondo y Tome Vieira

La tradición popular, sin embargo, fue más ambigua: algunos la imaginaron como una bruja moderna, otros como una víctima de su propio entorno. Pero todos coincidieron en que, sin ella, O Pancada jamás habría existido. En la memoria lisboeta, el eco de sus pasos aún resuena entre los arcos del Acueducto de las Aguas Libres. Dicen que, en las noches de luna llena, cuando el aire sopla entre las piedras del acueducto, puede oírse un murmullo que sube desde el valle: el lamento de quienes fueron arrojados al vacío…o quizás la voz de Diogo Alves, condenado a repetir para siempre el camino de sus crímenes. 

Reservatório da Mãe d’Água das Amoreiras 

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Fachada cuadrangular del Reservatório da Mãe d’Água

El conjunto monumental de Amoreiras incluye el Arco das Amoreiras, construido entre 1746 y 1748 y diseñado por Carlos Mardel. Su arquitectura combina elementos barrocos y neoclásicos: un portal dórico con frontón triangular, y un cierto orden neoclásico, un lucernario barroco con ventanas en cada una de sus cuatro caras, replicado a lo largo del acueducto para crear unidad conceptual. 

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Espacio interior del depósito, con bóveda de crucería evocando una iglesia

Una serie de diez arcos de medio punto conducen al Depósito de la Mãe d’Água, concebido inicialmente como un espacio artístico y completado posteriormente por Reinaldo dos Santos con un estilo más austero. El edificio exterior, de forma cuadrangular y líneas sobrias, armoniza pilares y aberturas, mientras que en el interior se percibe un espacio amplio, luminoso y casi sagrado, evocando la sensación de una iglesia. 

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El agua fluye desde esta boca de delfín en el Reservatório da Mãe d’Água

El agua fluye desde los manantiales a través de una boca de delfín y una cascada construida con piedras de los manantiales de Belas y Carenque, hasta un tanque de 5.500 metros cúbicos. De este tanque emergen cuatro columnas que sostienen una bóveda de crucería y una terraza panorámica con vistas a Lisboa. Además de su función hidráulica, el depósito se utilizó como lugar de recreo, siendo escenario en octubre de 1862 de las celebraciones de la boda del rey Luis I de Portugal y María Pía de Saboya, que duraron tres días.

Más información: Museu da Água - Aqueduto das Águas Livres. Dirección: Calçada da Quintinha 6, 1070-225 Lisboa. Teléfono: +351 218 100 215. Entrada: 4 €. Visita guiada: 6 €. Web: Museu da Água - Aqueduto dasÁguas Livres

Toda la información generada en redes sociales durante mi viaje a Lisboa, puede consultarse a través del hashtag #PDLisboa

Qué más ver cerca

Si te interesa seguir explorando el legado histórico y arquitectónico de Lisboa, no te pierdas la visita al Museo del Tesoro Real, una exposición fascinante que revela las joyas y objetos más valiosos de la monarquía portuguesa.

Qué ver en Millau: un viaje entre historia, artesanía y paisajes

Millau
El Beffroi de Millau encarna la memoria medieval de la ciudad

En el corazón del Aveyron, Millau combina el encanto de una ciudad pequeña con un pasado vibrante. Su centro histórico, con su ambiente medieval, invita a pasear por calles adoquinadas y descubrir su patrimonio único. Desde la Torre de los Reyes de Aragón (siglo XII) con sus vistas panorámicas ofrece una perspectiva inigualable de la ciudad. La Plaza Foch, con sus terrazas sombreadas por plataneros, es el lugar perfecto para disfrutar de un aperitivo o de un día de mercado.

Millau
La historia de Millau está íntimamente ligada al curtido de pieles y la guantería

Millau también es conocida por su tradición artesanal. En la rue Droite, se encuentran talleres de guantería, marroquinería y cuchillería, reflejo de un saber hacer transmitido de generación en generación. No olvides visitar el Musée de Millau et des Grands Causses para profundizar en la historia de la región y el Site du Viaduc de Millau para descubrir en profundidad esta obra de la ingeniería moderna.

Hôtel de Galy 

Millau
Hôtel de Galy desde la Place Emma-Calvé

Frente a la Torre de los Reyes de Aragón y el campanario, se erige el Hôtel de Galy, una construcción que reúne casi un milenio de historia. Sus muros conservan vestigios del siglo XI y del XVII, reflejo de una residencia señorial y que, a comienzos del siglo XIX, el barón de Galy adquirió la propiedad para transformarla en una escuela de niñas, confiada a una comunidad de religiosas en 1826. 

Millau
El Hôtel de Galy combina la sobriedad medieval con la elegancia renacentista

A finales del siglo XX, tras una cuidada restauración, el Hôtel de Galy pasó a albergar la sede de la Communauté des Communes de Millau Grands Causses, para albergar en la actualidad, la Oficina de Turismo. La parte nororiental conserva todavía valiosos vestigios medievales. El Hôtel de Galy está formado por dos cuerpos principales: uno se extiende a lo largo de la Rue Droite, y el otro se abre en ángulo hacia la Place Emma-Calvé, formando una elegante L. 

Millau
Puerta de entrada en la Rue Droite junto arcos románicos

Las fachadas conservan un repertorio arquitectónico que combina la sobriedad medieval con detalles decorativos posteriores. Ventanas con arcos de medio punto y molduras góticas, arcadas y muros de caliza azul cuidadosamente labrada. En su interior, el visitante puede reconocer todavía la disposición original de las salas abovedadas. Bajo el nivel actual del suelo se conserva una bóveda de cañón que probablemente formó parte de la bodega original del edificio.

Más información: Office de Tourisme de Millau Grands Causses. Dirección: 1 Place du Beffroi, 12100 Millau. Teléfono: +33 (0) 565 600 242. Web: Office de Tourisme de Millau GrandsCausses

La Torre de los Reyes de Aragón y Le Beffroi de Millau


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Sobre la Torre cuadrada de los Reyes de Aragón se alza Le  Beffroi o campanario

A pocos pasos del Hôtel de Galy se levanta uno de los monumentos más emblemáticos de Millau: la Torre de los Reyes de Aragón, coronada por Le Beffroi —un campanario comunal—. Juntas, ambas construcciones narran más de ochocientos años de historia, finales del siglo XII, esta torre ha sido testigo de la dominación aragonesa, la Cruzada albigense y la incorporación de Millau al reino de Francia.

Un símbolo de poder aragonés 

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El origen de la torre se remonta al siglo XII, cuando Alfonso II mandó construir su palacio en Millau

El origen de esta torre se remonta a finales del siglo XII, cuando Alfonso II de Aragón (1157-1196), conde de Barcelona y marqués de Provenza, decidió levantar un palacio real en Millau, entonces una de las plazas más importantes de sus dominios en el Rouergue. Un texto del año 1187, firmado en Girona, testimonia su vínculo con la ciudad: el monarca concedía a los habitantes de Millau un Consulado y un sello común, emblemas de autogobierno bajo la autoridad aragonesa. 

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Espacio interior de la Torre de los Reyes de Aragón, donde aún se percibe su carácter defensivo

De aquel palacio quedan hoy la torre cuadrada, una sala anexa y el vestigio de una pequeña corte interior. Austera por fuera, la torre sorprende por la sofisticación de su arquitectura románica, con muros de más de tres metros de grosor y una estructura cuidadosamente ensamblada en caliza local, difícil de tallar, pero de una solidez imponente. Mide unos 20 metros de altura y 10,5 de lado, y está dividida en tres niveles abovedados

Millau
Vestigio del pasado medieval, una letrina esculpida en piedra

El acceso original se encontraba en el primer piso, al norte, y se realizaba por una pasarela que la unía a la sala contigua, garantizando su seguridad. En su interior se conservan letrinas esculpidas en piedra, comparables a los del castillo templario de Sainte-Eulalie-de-Cernon, así como una archera mural de grandes dimensiones, testimonio de su doble función: representativa y defensiva.

Del olvido al campanario comunal


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El Beffroi en una imagen antigua (1958)

Con el paso de los siglos, la función palaciega de la torre se desvaneció. A comienzos del siglo XVII, en plena época de las Guerras de Religión, los cónsules de Millau —entonces de mayoría protestante— compraron la antigua torre real para construir un nuevo campanario, después del derrumbe del de la iglesia de Notre-Dame. Así nació, entre 1613 y 1617, el Beffroi de Millau, una torre octogonal de piedra que se eleva sobre el viejo bastión aragonés. 

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La visita a la Torre de los Reyes de Aragón y Beffroi permite disfrutar del mejor mirador de Millau

Más tarde, tras la Paz de Alès (1629) y el retorno del poder católico, la torre fue reutilizada como prisión, función que mantuvo durante siglos. La campana “Espérance”, instalada y bendecida en 1873, resuena aún desde la altura del campanario. El Beffroi cuenta con cuatro niveles, de los cuales dos conservan su estructura original de madera, y una escalera de caracol encajada en la torrecilla lateral que asciende hasta la plataforma superior, rodeada por una balaustrada de piedra. 

Millau
Vista panorámica de Millau desde lo alto del campanario

En 1931, la Torre de los Reyes de Aragón y el Beffroi de Millau fueron declarados Monumento Histórico. Desde sus 42 metros de altura, el viajero puede disfrutar de una vista panorámica de Millau que abarca la ciudad, el valle del Tarn y los Causses que la rodean: un paisaje que parece unir el poder medieval con la calma contemporánea del sur de Francia.

Más información: Beffroi de Millau - Tour des Rois d'Aragon. Dirección: 16 rue Droite, 12100 Millau. Teléfono: +33 (0) 565 670 463. Horario: De jueves a domingo de 14 a 17:30 h. Entrada: Desde 3’6 €. 

El Hôtel de Tauriac, la noble vecindad del campanario


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Junto a la torre se alza el Hôtel de Tauriac, residencia señorial del siglo XVII

En el siglo XVII, poco después de la construcción del Beffroi, el châtelain Jacques de Tauriac adquirió la casa vecina a la torre para levantar allí su residencia señorial. Este nuevo edificio, conocido como Hôtel de Tauriac, se integró en el conjunto urbano que rodeaba el antiguo palacio aragonés. Su fachada de piedra y su escalera interior reflejan la elegancia de la arquitectura civil del Grand Siècle, contrastando con la sobriedad románica de la torre contigua.

Les Halles: el mercado de Millau estilo Baltard


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El mercado cubierto de Millau está inspirado en el estilo de Victor Baltard

A finales del siglo XIX, el metal se convirtió en el nuevo emblema del progreso. Flexible, ligero y resistente, el hierro fundido y el acero ofrecían a la arquitectura una transparencia inédita. Inspiradas en el modelo de las Halles centrales de París de Victor Baltard, el mercado de Millau reflejan esta revolución constructiva que transformó la estética urbana bajo el Segundo Imperio.

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Su estructura metálica y grandes ventanales reflejan la revolución industrial de finales del XIX

El 14 de marzo de 1885, el Consejo Municipal de Millau aprobó la creación de una gran plaza destinada a acoger el nuevo mercado cubierto. Las obras de la Place des Halles culminaron en 1899, año en que la ciudad inauguró su mercado cubierto de estilo Belle Époque. Con su estructura metálica, sus amplios ventanales y su cubierta de vidrio, las Halles de Millau celebraban la modernidad industrial y la vida urbana.

Más información: Les Halles. Dirección: Place des Halles, 12100 Millau. Horario: miércoles y viernes de 7 a 12:30 h. Jueves, sábado y domingos solo de julio y agosto de 8:30 a 12:30 h.

L’Atelier du Gantier


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Millau es la capital histórica de la guantería francesa

Entre las calles peatonales del casco antiguo, se encuentra L’Atelier du Gantier, un pequeño taller-boutique fundado en 1989 por Chantal y Christian, dos artesanos que decidieron perpetuar la tradición más emblemática de la ciudad: el guante de piel. En Millau, el arte de la guantería se remonta a la Edad Media, cuando los talleres aprovechaban las pieles finas del entorno —en especial las de cordero— para producir guantes de una suavidad reconocida en toda Europa.

Millau
Aquí el cuero se transforma en elegancia mediante procesos artesanales que han perdurado siglos

L’Atelier du Gantier continúa hoy este legado, elaborando sus piezas de forma artesanal y con piel de agneau plongé, término francés que se refiere a un proceso de curtido de pieles por inmersión. Este cuero flexible y ligero conserva el tacto natural del material. Cada guante pasa por una serie de etapas tradicionales: el humedecido de la piel para darle elasticidad, el dépeçage o estirado manual, la selección de las zonas sin imperfecciones y la decoupe à la main de fer, una técnica heredada de los maestros guanteros del siglo XIX.

Cada guante cuenta una historia de paciencia, precisión y savoir-faire

Aunque las colecciones se diseñan y ensamblan en Millau, parte de la producción se realiza en colaboración con dos talleres europeos de larga tradición: uno familiar en Portugal, especializado en guantes cosidos a mano, y otro en Hungría, donde se domina la técnica del piqué anglais un proceso de costura manual de hace más de 150 años. 

Millau
L’Atelier du Gantier perpetúa la tradición artesanal del guante francés

Además de sus líneas clásica y fantasía, el taller ofrece una colección personalizable, en la que cada cliente puede encargar un par de guantes a medida, fiel a la costumbre artesanal que caracteriza a Millau desde hace siglos. Visitar L’Atelier du Gantier no es solo descubrir un comercio local, es adentrarse en la memoria viva de un oficio que definió la identidad de la ciudad, y que aún hoy se ejerce con la misma pasión y precisión que antaño.

Más información: L’Atelier du Gantier. Dirección: 20 Rue Droite, 12100 Millau. Teléfono: +33 565 608 150. Horario: De lunes a viernes de 9 a 12 h. y de 14 a 19 h. Abierto los sábados de diciembre.

Centre Commercial La Capelle


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Centre Commercial La Capelle

Si tras recorrer el casco antiguo te apetece hacer una pausa o realizar alguna compra, el Centre Commercial La Capelle (2015) ofrece tiendas, cafeterías y restaurantes al aire libre, además de un aparcamiento subterráneo con una hora gratuita. En este mismo espacio se encuentra la Médiathèque du Sud-Aveyron, un moderno centro cultural que organiza exposiciones y actividades, aportando una nota contemporánea al corazón histórico de Millau.

Más información: Centre commercial La Capelle. Dirección: Place de La Capelle, 12100 Millau. Horario: Abierto de lunes a sábado de 9:30 a 19 h.

Château de Sambucy 

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Cuerpo central del Château de Sambucy

Situado en pleno centro de Millau, el Château de Sambucy es un tesoro arquitectónico del siglo XVII que sorprende tanto por su interior como por sus jardines. Aunque se encuentra en el corazón de la ciudad, este hôtel particulier permanece resguardado de las miradas, y los habitantes de Millau lo llaman “castillo” porque realmente lo parece. A sus magníficos jardines a la francesa se suman sus estucos y frescos, que hacen de la visita un recorrido por el arte clásico. 

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Ala occidental del Château de Sambucy

Durante mucho tiempo el lugar permaneció cerrado al público, pero hoy en día es posible descubrirlo con visitas semanales de abril a septiembre. En el interior se pueden admirar tres salones decorados en el siglo XVII con techos pintados: el Salón de la Gloria, el Salón de Diana y el dormitorio de Mademoiselle de Fontanges, que —según una leyenda local— habría sido decorado en honor a la joven favorita de Luis XIV, aunque no existe constancia documental de su paso por Millau.

Un hôtel particulier declarado Monumento Histórico 

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Ala oriental del Château de Sambucy

El edificio fue construido entre 1672 y 1679 por encargo de Jacques Duschêne, maestro de aguas y bosques en Rouergue durante el reinado de Luis XIV. Concebido como residencia noble, se levantó extramuros, lejos de las calles estrechas del casco urbano, y pronto se convirtió en una de las residencias más notables de Millau. A principios del siglo XVIII, el Château de Sambucy pasó a manos de Marc-Antoine de Sambucy (1695-?), abogado en el Parlamento de París. 

Millau
Patio interior del Château de Sambucy

En 1720 contrajo matrimonio con Antoinette de Laverne, hija de Edme de Laverne, conde de Gamache, y de Mademoiselle Duschêne (hija del primer propietario del Château de Sambucy). En 1745, Marc-Antoine de Sambucy fue elegido capitoul (funcionario municipal) de Toulouse y recaudador de impuestos en Millau, convirtiéndose en el primer miembro de la rama familiar de Sambucy de Sorgues. Desde entonces, la familia Sambucy de Sorgues conserva el castillo y sus jardines.

Arquitectura señorial


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El Château de Sambucy refleja la elegancia barroca del reinado de Luis XIV

El château presenta una planta en forma de U, articulada entre el patio y el jardín, con un cuerpo central y dos alas laterales. Construido en piedra de sillería y tejado de pizarra, su ornamentación refleja el gusto barroco francés del reinado de Luis XIV. El decorado interior fue realizado por artistas del Languedoc y de Italia. Las molduras del piso noble son obra de Jean Sabathier, escultor de yeserías del siglo XVII. 

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Orangerie del Château de Sambucy

Las pinturas murales —con temas mitológicos y alegóricos donde aparecen Apolo, Diana, Juno o Poseidón— se atribuyen al pintor Joseph Pugeol, activo en Rodez. El Salón de la Gloria, está decorado con estucos que representan emperadores romanos y virtudes como la Caridad, la Templanza o la Justicia. En el Salón de Diana, un rico repertorio vegetal enmarca querubines y figuras de la diosa cazadora. En 1853 se construyó una orangerie (invernadero), bajo la dirección del arquitecto Étienne-Joseph Boissonnade (1796-1862), autor también del Palais de Justice de Millau.

Los jardines: del clasicismo francés al romanticismo inglés


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En los jardines del Château de Sambucy se celebra un Festival de jazz en julio
El primer jardín a la francesa, diseñado tras la finalización del edificio, estaba estructurado alrededor de un estanque con surtidor. En 1820, se transformó en un jardín inglés siguiendo la moda paisajística del momento, con caminos sinuosos y especies exóticas—como los cedros del Atlas— que aún se conservan.

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El elegante jardín francés del Château de Sambucy
En 2000, los jardines recuperaron parte de su trazado original, combinando hoy la geometría del clasicismo francés con el encanto natural de un parque romántico del siglo XIX. Los jardines del Château de Sambucy están distinguidos con el sello nacional Jardin remarquable, que reconoce su valor histórico y estético.

Una herencia familiar viva 

Jardines distinguidos con el sello Jardin remarquable

La familia Sambucy de Sorgues sigue siendo propietaria del castillo y sus jardines desde hace más de tres siglos. El actual descendiente del linaje ha abierto este lugar que forma parte del patrimonio más emblemático de Millau, y que acoge visitas guiadas, conciertos y eventos artísticos. Los jardines —accesibles para personas con movilidad reducida— y las salas parcialmente adaptadas permiten disfrutar de más de tres siglos y medio de historia.

Más información: Château de Sambucy. Dirección: 22 Boulevard de l'Ayrolle, 12100 Millau. Entrada: 8 €. 

Maison Fabre: un siglo de arte en la piel 

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Colección de guantes y bolsos en la tienda de la Maison Fabre

En Millau, la capital histórica de la guantería francesa, el arte de transformar el cuero en elegancia tiene nombre propio: Maison Fabre. Fundada en 1924 por Étienne Fabre, un antiguo gendarme que cambió el uniforme por el delantal de artesano. Esta empresa familiar celebra un siglo de excelencia en la fabricación de guantes de lujo. A lo largo de su historia, la casa ha vestido manos célebres.

Cuatro generaciones después, la pasión en Maison Fabre sigue intacta y la tradición continúa viva

Grace Kelly lució sus guantes en el cine, Madonna los eligió para un videoclip y Daft Punk los convirtió en parte de su identidad artística. Cada par de guantes es el resultado de un trabajo meticuloso que combina el saber hacer tradicional con la creatividad contemporánea. Durante nuestra visita al taller de Maison Fabre, pudimos asistir en directo a las diferentes etapas del proceso artesanal

Un taller donde la tradición perdura 

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Una vez completamente humedecida, la piel se enrolla sobre sí misma durante el proceso de secado

Nada aquí es producto de la prisa: cada gesto responde a un conocimiento transmitido de maestro a aprendiz, como de padres a hijos. El proceso comienza con la elección de las pieles, cuidadosamente clasificadas por tipo, tamaño y tonalidad. Una vez seleccionadas, las pieles se humedecen para ganar flexibilidad, una operación que los guanteros llaman le prêtant: ese momento mágico en que el cuero se prepara para ajustarse a la mano como una segunda piel

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La "mano de hierro" es la herramienta esencial del maestro guantero

Después llegan el estirado y la colocación sobre la “main de fer”, un cortador metálico con forma de mano que define los dedos y el pulgar bajo la presión de una prensa hidráulica. A continuación, el artesano perfila los bordes con precisión milimétrica, en una tarea conocida como le raffilage, antes de pasar a la costura.

Piqué inglés y detalles a mano 

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El piqué inglés evita así las costuras que sobresalen

El ensamblaje con piqué inglés, reconocible por garantizar una resistencia perfecta y mejorar el ajuste y la comodidad del guante. Si el modelo requiere bordados, nervaduras o lazos decorativos, estos se realizan a mano, pieza por pieza, antes de coser el conjunto. Finalmente, se inserta la costura interior, que se ajusta con la ayuda de un molde en forma de mano y se fija con una costura invisible en cada dedo.

El control, garantía de perfección 

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Los talleres de Maison Fabre son un viaje al corazón del lujo y la maestría artesanal

Cada guante pasa por una serie de controles de calidad que forman parte del ritual de excelencia de Maison Fabre. Durante el baguettage, se introducen pequeñas varillas en los dedos para comprobar la tensión de las costuras. Luego, los guantes se colocan sobre manos de acero calientes que los moldean y planchan a la vez, devolviéndoles su forma perfecta antes del control final y el appairage, la unión definitiva de los dos guantes de un mismo par.

Un legado que se lleva en las manos 

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En cada costura, la Maison Fabre perpetúa la excelencia que hizo célebre a Millau en el mundo

En Maison Fabre, la tecnología apenas se asoma; son las manos, las herramientas y la memoria del oficio las que dictan el ritmo. En un mundo dominado por la producción en masa, esta empresa familiar encarna la resistencia del verdadero lujo: el que se mide en horas de trabajo, en paciencia y en respeto por la materia. 

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El proceso de corte es un paso emblemático para lograr un resultado de alta calidad

Hoy, Maison Fabre no solo fabrica guantes, sino que también ofrece visitas guiadas a su taller, permitiendo descubrir de cerca un arte que ha hecho de Millau un nombre legendario. Entre el olor del cuero, el sonido de las tijeras y la destreza de los guanteros, se percibe claramente que aquí cada par de guantes cuenta la historia de un siglo de elegancia hecha a mano.

Más información: Maison Fabre. Dirección: 20 Av. Gambetta, 12100 Millau. Teléfono: +33 565 605 824. Web: Maison Fabre

Place Foch: la vieja plaza de Millau


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La Place Foch ha sido escenario de actos públicos, ceremonias y mercados desde la Edad Media

La Place Foch, centro neurálgico de Millau, conocida antiguamente como Place Mage, Place d’Armes, Place du Vieux Marché o Place de l’Hôtel-de-Ville, ha sido para muchos de los habitantes de Millau, simplemente la Place Vieille, en oposición a la Place Nouvelle (actual Place Emma Calvé). Desde la Edad Media, este espacio abierto fue el lugar donde se celebraban los actos públicos más importantes: donaciones feudales, proclamaciones, predicaciones y hasta ceremonias de caballería.

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En 1944 se convirtió oficialmente en la Place du Maréchal Foch

En 1416, San Vicente Ferrer predicó durante cinco días ante una multitud tan numerosa que ninguna iglesia podía albergarla. Durante las guerras de Religión, la plaza fue escenario de iconoclasias: el 17 de enero de 1562, los calvinistas quemaron o destruyeron las estatuas religiosas tomadas de las iglesias de la ciudad. Más tarde, en plena Revolución Francesa, se erigió aquí un “árbol de la libertad” en sustitución del antiguo calvario, y se realizaron las célebres "quemas" de títulos feudales, donde se quemaban públicamente los documentos del Antiguo Régimen.

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Los soportales acogieron el antiguo mercado tras cinco grandes puertas con rejas de hierro

Su arquitectura de planta cuadrangular, abierta en sus cuatro esquinas durante el siglo XVIII, conserva casas con pisos en voladizo y soportales de piedra conocidos como couverts. Estos pórticos, con pilares procedentes de antiguos claustros destruidos durante las guerras de Religión, ofrecían abrigo a los comerciantes. Uno de ellos lleva grabada la fecha de 1611, testimonio de una remodelación temprana.

La fuente de los leones


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La fuente de los leones preside la Place Foch

En el centro de la Place Foch se alza la Fontaine des Lions, una obra de 1835 que sustituyó a la antigua cruz que ocupaba este mismo emplazamiento. Su construcción corrió a cuenta de los propios vecinos que ofrecieron financiarla. El presupuesto ascendía a 784 francos, y el acuerdo municipal especificaba que debía tener una forma monumentalTuvo tanto éxito que el pueblo de Cornus mandó erigir una réplica idéntica diez años después.  

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Imagen antigua de la Fuente de los Leones (c. 1920)

La fuente de estilo Imperio consta de una pila circular, un pilón central cuadrado de piedra coronado por una columna cuadrangular con cuatro surtidores en forma de grifos, cada uno protegido por dos leones de bronce que dieron nombre al monumento. En su origen, el pavimento de la plaza estaba formado por guijarros del Tarn y rodeado por doce bornes que delimitaban un pequeño paso poligonal de protección.

Hôtel de Pégayrolles: el Museo de Millau (MUMIG)


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El Hôtel de Pégayrolles es un elegante hôtel particulier del siglo XVIII

En la Place Foch se alza el Musée de Millau et des Grands Causses (MUMIG), instalado en el elegante Hôtel de Pégayrolles, un hôtel particulier del siglo XVIII. Este majestuoso edificio fue mandado construir hacia 1738 por Jacques Julien de Pégayrolles, consejero en el Parlamento de Toulouse y miembro de una influyente familia de magistrados de Millau. En 1791, en el convulso contexto revolucionario, el edificio fue incendiado por los vecinos y quedó abandonado durante años hasta que, ya en el siglo XIX, fue reconstruido y ampliado.

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 El museo ofrece un viaje completo por la evolución de Millau y sus Grands Causses

En 1856 pasó a ser sede del ayuntamiento de Millau, sustituyendo al antiguo Hôtel de Tauriac. Un siglo después, en 1937, el consistorio se trasladó a un edificio más moderno y el Hôtel de Pégayrolles albergó una biblioteca y, desde los años 1980, el museo. El edificio conserva su estructura en forma de U con patio central y jardín posterior, una elegante escalinata con barandilla de hierro forjado y varias salas abovedadas en el sótano, donde aún se aprecian los restos de una capilla gótica con claves esculpidas.

Las colecciones del museo


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Cerámica neolítica de la Edad de Cobre

El MUMIG propone un recorrido completo por la historia natural y humana del territorio de los Grands Causses, desde el Cambriense hasta la época contemporánea. La sección de Paleontología exhibe fósiles y huellas de reptiles y anfibios prehistóricos, entre los que destaca el Occitanosaurus tournemirensis, un elasmosaurio del Jurásico descubierto en 1986 en Tournemire. 

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Piezas de cerámica sigillata de la Galia romana

La Protohistoria se ilustra con cerámicas, hachas y objetos de adorno que documentan la evolución de la metalurgia y la organización social entre el 2300 y el 50 a.C. El apartado de Antigüedad gallorromana conecta el museo con su sitio arqueológico asociado, la Graufesenque (Condatomagus), donde se produjeron millones de piezas de cerámica sigillata exportadas por todo el Imperio Romano. 

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En este museo se recorre la historia natural y humana del territorio

En el museo pueden verse tanto estas cerámicas rojizas, brillantes y decoradas con relieves, como los utensilios domésticos y objetos votivos hallados en las excavaciones. La Edad Media y la época moderna están representadas por sarcófagos de piedra, cerámicas vidriadas y esculturas policromadas que testimonian el desarrollo de la ciudad tras el abandono de Condatomagus y su paso por manos aragonesas y tolosanas. 

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Algunas salas del MUMIG están dedicadas a la historia del guante de Millau

Otro de los ejes del museo se dedica a la mégisserie (oficio de preparar y tratar pieles de animales pequeños, como corderos, ovejas y cabras, para convertirlas en cuero) y la guantería, dos oficios que marcaron la identidad industrial de Millau. Se explica el proceso de curtido y teñido de pieles finas, distinto del del cuero grueso, y cómo la ciudad se convirtió en la capital francesa del guante a comienzos del siglo XX.

Emma Calvé, la voz de Millau


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La exposición del museo rinde homenaje a Emma Calvé, la célebre soprano francesa

Entre las secciones más queridas por los visitantes figura la dedicada a Emma Calvé (1858–1942), la gran soprano de la Belle Époque, natural del Rouergue. El museo conserva fotografías, discos, partituras, joyas y trajes de escena de la artista, famosa por su interpretación de Carmen, papel que representó más de mil veces en los escenarios de todo el mundo.

El sitio arqueológico de La Graufesenque


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Reconstrucción del interior de un horno para la cocción de cerámica sigillata

A menos de dos kilómetros del centro, el sitio arqueológico de la Graufesenque, declarado Monumento Histórico, permite comprender el alcance de la antigua Condatomagus, uno de los principales centros productores de cerámica sigillata de la Galia romana. Entre los restos visibles destacan los hornos de alfareros, los almacenes y los canales de distribución de agua.

Más información: Musée de Millau et des Grands Causses. Dirección: Place Maréchal Foch, 12100 Millau. Teléfono: +33 565 590 108. Web: Musée de Millau et des Grands Causses

El Viaducto de Millau: el orgullo suspendido sobre el Tarn 

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El Viaducto de Millau fue el puente más alto del mundo en el momento de su inauguración

Durante años, Millau fue conocido por ser el “agujero negro” de la autopista A75. La carretera que debía conectar Clermont-Ferrand con Béziers y Narbonne se interrumpía en este punto del valle del Tarn, obligando a los conductores a descender por sinuosas curvas y volver a subir. En verano, los atascos podían prolongarse durante horas, y atravesar el valle se convertía en una pesadilla.

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La monumental obra de Norman Foster y Michel Virlogeux trajo prosperidad y renombre a Millau

La solución llegó con una de las obras más ambiciosas de la ingeniería contemporánea: el Viaducto de Millau, inaugurado en diciembre de 2004. Diseñado por el arquitecto británico Norman Foster y el ingeniero francés Michel Virlogeux, el puente atirantado conecta las mesetas del Causse Rouge y del Causse du Larzac, salvando el valle del Tarn con una elegancia que parece desafiar la gravedad.

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El Viaducto de Millau, lejos de herir el paisaje, parece flotar sobre él elegantemente

Con 2.460 metros de longitud y una altura máxima de 343 metros sobre el valle, el viaducto supera incluso la altura de la Torre Eiffel. Sus siete pilares de hormigón y acero, el mayor de 245 metros, convirtiéndolo en el pilar de puente más alto del mundo. 154 cables de amarre sostienen un tablero de 32 metros concebido para resistir vientos de hasta 250 km/h y soportar un tráfico diario estimado entre 10.000 y 25.000 vehículos.

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Quienes deseen acercarse aún más al coloso pueden seguir el Sentier des Explorateurs

El proyecto no estuvo exento de controversia. Como recordaba una guía local durante mi visita, muchos habitantes de Millau se oponían inicialmente a la idea de ver toneladas de acero y hormigón alzarse sobre el paisaje. “Pensábamos que sería el fin de la ciudad —explicaba—, que nadie volvería a venir a Millau”. Sin embargo, el tiempo ha demostrado lo contrario. El viaducto transformó la vida de la región.

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El Viaducto de Millau sigue siendo una referencia de la ingeniería moderna

El Viaducto de Millau facilitó la comunicación, atrajo visitantes y convirtió a Millau en un destino asociado a la audacia arquitectónica y a la maravilla estética. Al atravesarlo, los conductores tienen la sensación de flotar entre las nubes, con vistas panorámicas del valle y las gargantas del Tarn. Desde los miradores que lo rodean, se comprende por qué esta obra, más que alterar el paisaje, parece elevarlo.

Le site du Viaduc de Millau 

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El Site du Viaduc de Millau ofrece una experiencia inmersiva a quienes visitan la Viaduc Expo

Más allá de la experiencia que supone atravesar el Viaducto de Millau, el lugar invita a detenerse y descubrirlo con calma. El Site du Viaduc de Millau combina gastronomía, arquitectura y divulgación, ofreciendo la posibilidad de comprender la magnitud de esta obra. El centro de acogida se ubica en una antigua granja caussenarde restaurada. 

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La Viaduc Expo permite descubrir la historia de la construcción del Viaducto de Millau

En su interior, una exposición permanente recorre la historia de la construcción del puente y su integración en el entorno, con maquetas, audiovisuales y recursos interactivos que explican cómo se levantó el viaducto más alto del mundo. El espacio museográfico, conocido como Viaduc Expo, ocupa 220 m² y ofrece una escenografía moderna que permite contemplar la estructura desde distintos ángulos. 

Vista panorámica desde el mirador del Site du Viaduc de Millau, con el valle del Tarn al fondo

A pocos pasos, los miradores del recinto permiten admirar el viaducto en toda su extensión, suspendido sobre el valle del Tarn. Desde el belvédère, accesible a pie y abierto durante todo el día, se obtiene una vista panorámica de las mesetas del Larzac y del Causse Rouge, mientras que el mirador junto al gran cartel “AVEYRON” se ha convertido en el punto preferido para quienes buscan la fotografía perfecta al atardecer. 

Caminar bajo el tablero del viaducto para ver los imponentes pilonos es una experiencia única

Quienes deseen acercarse aún más al coloso pueden seguir el Sentier des Explorateurs, una visita guiada organizada por la empresa Eiffage que permite caminar hasta los pies de los pilonos del viaducto, bajo el tablero suspendido, descubriendo de cerca la dimensión técnica y humana de la obra. El acceso al sitio es gratuito y se puede llegar fácilmente desde la autopista A75 (entre las salidas 45 y 46) o desde el centro de Millau por la carretera D911.

Más información: Site du Viaduc de Millau. Dirección: Aire du Viaduc de Millau, accesible por la autopista A75 o fuera de la autopista, en dirección «Site du Viaduc de Millau». Teléfono: +33 565 616 154. Horario visita guiada organizada: Diariamente a las 11 h, 14 h, 16 h y 17 h. Tarifa: 6 €. Web: Site du Viaduc de Millau

Dónde comer o cenar en Millau


Restaurant Des Potes au Feu 

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Tulipe Gourmande de la Mer

El Restaurant Des Potes au Feu combina la tradición culinaria francesa con una propuesta fresca y contemporánea. En nuestra visita probamos: la Assiette estivale (17 €)—una deliciosa combinación de tomates, melón y burrata—, la Tulipe Gourmande de la Mer (18 €), el Pot-au-feu de la Mer con su alioli casero (26 €) y el pescado del día a la plancha (24 €). Sus platos resumen el espíritu de su cocina: productos de calidad, preparaciones cuidadas y respeto por el sabor. 

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El pescado del día con arroz, espárrago verde y una deliciosa salsa

Su menú del día, disponible fuera de temporada alta y los fines de semana, ofrece opciones equilibradas entre 15 y 21 euros, en los que se puede encontrar una selección de entrantes, carnes y pescados cocinados a la plancha. Entre los platos más sugerentes se pueden encontrar el Tataki de ternera con salsa chimichurri (18 €), la Parrillada de pescado (26 €) o el Magret de pato (25 €). 

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Delicioso postre con albaricoques

Para terminar, los postres mantienen el nivel con propuestas como la Verrine Eton Mess (10 €) o el Lingote de chocolate con corazón de frambuesa (10 €). Acompañamos el menú con un vino blanco de Domaine de Pellehaut, L'Été Gascon 2023, de la Famille Béraut, elaborado en Côtes de Gascogne. Este maridaje de 80 % Gros Manseng y 20 % Chardonnay ofrece un equilibrio perfecto entre dulzor y frescura, ideal para maridar con pescado o disfrutar como aperitivo.

Más información: Restaurant Des Potes au Feu. Dirección: 20 Boulevard Richard, 12100 Millau. Teléfono: +33 565 690 130.

Restaurant Au Jeu de Paume


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El Restaurant Au Jeu de Paume ofrece platos tradicionales del Aveyron

El Restaurant Au Jeu de Paume ofrece una inmersión deliciosa en la gastronomía tradicional del Aveyron. Situado cerca de la Place Foch, este establecimiento combina el encanto de la comida a la brasa cocinada en su chimenea con una carta que apuesta por los productos locales. Durante mi visita probé de primero Le Galedou, un queso de oveja fundido servido con pan tostado y ensalada. 

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Le Galedou

Como plato principal, me pedí un Aligot Saucisse, preparado con una salchicha a la parrilla y el clásico aligot elaborado con un tercio de tomme fresco de l’Aubrac. Lo acompañamos con un vino tinto “Louradou” 2021 del Domaine du Vieux Noyer (Appellation d’Origine Protégée Côtes de Millau). Este vino, mezcla de Syrah, Gamay y Cabernet Sauvignon, envejecido en barricas de roble, ofrece notas potentes y afrutadas que armonizan con los platos de carne y el queso. 

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Aligot Saucisse

La carta del restaurante —que propone fórmulas entre 30 y 36 euros— refleja una cocina regional de generosas porciones. Entre sus especialidades figuran los escargots en focaccia provenzal, el mouton à l’Aveyronnaise (chuletas de cordero a la parrilla con confit de ajo) o el magret de canard, todos cocinados a la parrilla, como dicta la tradición. Para finalizar, los quesos de oveja del Larzac, el nougat glacé o el craquant chocolat praliné prolongan el placer del menú. 

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Interior del restaurante Au Jeu de Paume

El restaurante Au Jeu de Paume invita a disfrutar de un momento culinario y de relax. Su autenticidad seduce tanto por la cocina como por el ambiente: carnes a la parrilla, pescados a la plancha y una copa de vino en un entorno que evoca la arquitectura del pasado. En las noches de verano, su patio se transforma en un pequeño paraíso con una vista privilegiada sobre los arcos, vestigios de la antigua pista del juego de pelota que da nombre al restaurante.

Más información: Restaurant Au Jeu de Paume. Dirección: 4 Rue Saint-Antoine, 12100 Millau. Teléfono: +33 565 602 512. Horario: Abierto de lunes a sábado a partir de las 19 h. Web: Au Jeu de Paume

Espace Gourmand del Viaducto de Millau 

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El Espace Gourmand del Viaducto de Millau se ubica en una antigua granja caussenarde restaurada

El Espace Gourmand del Viaducto de Millau ofrece una pausa gastronómica singular en un entorno excepcional. Situado en una antigua granja caussenarde restaurada, este espacio invita a disfrutar de productos locales y sus especialidades más conocidas: los capucins, una especie de crêpes en forma de cono elaborados con harina de trigo sarraceno. Aunque la masa resulta algo áspera y menos sabrosa de lo esperado, el concepto sorprende por su originalidad y su homenaje a la cocina regional. 

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Capucins de trucha ahumada con mostaza antigua

Los hay fríos, como el de foie con confitura de higos (16 €) o el de trucha ahumada con mostaza antigua (15 €), y calientes, como el de jamón blanco trufado (9 €), pollo con aligot (10 €) o morcilla trufada de cerdo Galabart (10,5 €). Esta creación del célebre chef Michel Bras ha sido retomada desde abril de 2024 por el chef Stéphane Camberlin, que continúa reinterpretando la receta con respeto y creatividad.

Más información: Espace gourmand du viaduc. Dirección: Brocuéjouls, 12100 Millau. Teléfono: +33 565 754 012. Horario: de martes a viernes de 9 a 18 h. Lunes, sábados y domingos de 8:30 a 18 h. Web: Espace gourmand du viaduc

Dónde dormir en Millau: Domaine Saint Estève


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El Domaine Saint Estève ofrece chalets confortables en plena naturaleza

El Domaine Saint Estève es un complejo hotelero *** que combina confort y entorno natural. Es ideal para estancias en familia, entre amigos o incluso viajes de negocios. Ofrece 72 chalets totalmente equipados, desde acogedores estudios para cortas estancias hasta amplios alojamientos para grupos. Cada chalet dispone de terraza privada, climatización y todos los servicios necesarios para disfrutar del silencio y la belleza de las 5 hectáreas de naturaleza que rodean el dominio.

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Piscina infinita del Domaine Saint Estève

El complejo cuenta con chalets adaptados para personas con movilidad reducida. Además, el Domaine Saint Estève acepta mascotas, con kit de bienvenida y acceso a todas las zonas comunes. En cuanto a servicios, los huéspedes pueden disfrutar de un restaurante y bar con vistas al Viaducto de Millau y piscina de borde infinito. Cada mañana se sirven desayunos tipo buffet continental y se pueden encargar pan y bollería fresca.

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Desayuno con vistas en el Domaine Saint Estève

El entorno invita a la aventura y al descubrimiento: parapente, canyoning, escalada, vía ferrata, senderismo por los GR, equitación, VTT y canoa-kayak. La cercanía con Millau y las Gargantas del Tarn permite combinar deportes al aire libre con visitas culturales, rutas gastronómicas y escapadas a los pintorescos pueblos del Aveyron, como La Couvertoirade

Más información: Domaine Saint Estève. Dirección: Av. de Millau Plage, 12100 Millau. Teléfono: +33 565 691 212. Web: Domaine Saint Estève

Toda la información generada durante mi viaje a Millau puede consultarse a través de los hashtags #ExploreMillau y #Aveyron.

Qué más ver cerca

A unos 42 km al sureste de Millau encontramos La Couvertoirade, una ciudad templaria que resiste al paso de los siglos. Aquí no necesitas imaginación: todo está a la vista, desde las casas de piedra del siglo XV hasta la muralla, torres y castillo de los Caballeros del Temple.

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