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Hôtel Solvay: la mansión más prestigiosa de Victor Horta

El Hôtel Solvay es la obra más ambiciosa y espectacular de Victor Horta

El Hôtel Solvay es la mansión más grande y la más prestigiosa de época Art Nouveau de Victor Horta. El cliente era Ernest Solvay, el hijo del magnate industrial Armand Solvay, y su esposa Fanny Hunter, que le encargaron la vivienda familiar.

Lámparas en forma de flores inundan los espacios

La familia Solvay le dio “carta blanca” y presupuesto ilimitado, al arquitecto más caro de Bruselas, lo que le permitirá aplicar algunas técnicas innovadoras a esta casa y desarrollar al máximo su talento como interiorista.

Detalle de un radiador diseñado por Victor Horta

Horta trabajaría en el proyecto entre 1894 y 1903, diseñando todo el interior y el mobiliario, cuidando hasta el más mínimo detalle. Hoy en día la estructura interior y los muebles originales diseñados especialmente para el Hôtel Solvay, se conservan en su sitio y la casa puede visitarse.

Fachada Hôtel Solvay


Las rejillas de ventilación de la fachada regulan el aire interior

Aunque es lo único que ha sido ligeramente modificado, la fachada en piedra, de 15 m de ancho, muestra dos miradores simétricos coronados por balcones de hierro forjado que sobresalen a lo largo de dos plantas. El efecto curvo de la fachada continúa en la puerta de entrada.

Entrada al Hôtel Solvay


La entrada dispone de un sistema de calefacción ideado por Victor Horta

La entrada es una puerta por donde accedían antiguamente los carruajes. Nos recibe una estatua de "La Science", realizada en mármol blanco por Pierre Braecke. Destacan las columnas y vigas de hierro que como el resto del armazón del Hôtel Solvay fue una revolución decorativa.

Recibidor de honor


El recibidor se encuentra a los pies de una gran escalera de mármol

Cuando los visitantes bajaban de sus carruajes eran recibidos en esta sala. Lo primero que veían era el lienzo puntillista de gran tamaño, titulado “Lectura en el parque, una tarde de otoño”, realizado en 1902 por el pintor belga Théo Van Rysselberghe.

Guardarropa


La mesa de caoba fue diseñada por Victor Horta para otro edificio

A la derecha encontramos tres salas: un guardarropa junto a un baño para las visitas y el despacho del propietario de la casa para recibir clientes. El perchero del guardarropa conserva 65 ganchos de bronce para colgar abrigos, lo que permite imaginar que el Hôtel Solvay sirvió de espacio para grandes recepciones. El suelo conserva un hermoso pavimento de decoración geométrica.

Baño de visitas


Madera oscura con diseños ondulados de Victor Horta

Una vidriera decorada con una flor de iris, da luz al mueble del lavabo, que es asimétrico y ayuda a separar un inodoro de 1889 de la firma inglesa Twyfords, del urinario situado frente al espejo. El Hôtel Solvay es un magnífico ejemplo de cómo vivía la alta burguesía bruselense de principios del siglo XX.

Despacho de Armand Solvay


Cerca de la ventana hay un teléfono de pared

Armand Solvay realizaba encuentros profesionales en este despacho del Hôtel Solvay. Esta oficina, que también hacía funciones de sala de visitas, también servía como sala de recepción. El despacho está presidido por un escritorio y una librería de madera de caoba, ambos diseñados por Victor Horta para otro edificio.

Cocina


El fregadero también fue diseñado por Victor Horta 

En el otro extremo del recibidor se encuentra la cocina que era utilizada además como comedor para el servicio. Destaca la luminosidad del espacio cuando en aquella época lo normal era que las cocinas estuvieran en los sótanos.

La mesa de la cocina es obra de Ado Chale para el Hôtel Solvay

La cocina del Hôtel Solvay tiene acceso directo al jardín, lo que mejoraba el bienestar del personal. A la izquierda de la cocina puede verse un pequeño armario en el radiador que servía para calentar los guantes. Cerca de la puerta hay un panel que servía para llamar desde cualquier habitación de la casa.

Escalera de mármol al segundo piso

En el Hôtel Solvay cada puerta, ventana o techo es una obra de arte. En la casa hay contabilizados 17 tipos de madera y 23 tipos de mármol. La extravagancia visual se acentúa con la amplia gama de rojos anaranjados de la decoración que aumentan la idea de lujo y comodidad.

Escalera al primer piso


Los bancos junto a la escalera camuflan un sistema de ventilación

El interior del Hôtel Solvay es una muestra de los elementos más recurrentes de Victor Horta como, por ejemplo: los muros curvos, la combinación de hierro y piedra, los motivos vegetales y la luz natural que, en el caso del Hôtel Solvay, entra a raudales por una magnífica vidriera en forma de alas de mariposa.

Una impresionante claraboya preside la escalera del primer piso

Una gran escalera doble de mármol con barandilla de hierro dorado y madera de caoba, invita a subir al primer piso. Nos paramos en un gran espacio diáfano donde se distribuye el comedor, la sala de billar, un salón y la sala de música.

El interior del Hôtel Solvay está excepcionalmente bien conservado

Todas estas salas se convierten en un único espacio o en espacios separados, simplemente abriendo o cerrando las puertas acristaladas, creando así el lugar ideal para la celebración de recepciones y banquetes. El techo del rellano está decorado con un excepcional mosaico.

Comedor


La chimenea es de mármol amarillo de Numidia y mármol rojo Griotte

El comedor del Hôtel Solvay tiene acceso a una terraza que da al jardín. Los motivos vegetales están también muy presentes en la decoración de este espacio; en la carpintería que recorre las paredes y en las grandes vitrinas y consolas.

Las sillas están tapizadas con piel de vaca y estampado de cocodrilo

Sobre la alfombra hecha a mano se encuentra la mesa del comedor realizada en caoba. Luce unas patas con ruedas y hermosa decoración de motivos vegetales. El comedor está decorado en tonos rojos, naranjas y amarillos que hacen brillar, aún más, los adornos dorados del techo.

Sala de billar


Victor Horta quiso que los espejos reflejaran la luz de las lámparas

Desde el mobiliario y las butacas hasta la mesa de billar, la carpintería y la iluminación fueron diseñados por Victor Horta. El Hôtel Solvay fue la primera casa en Bélgica con iluminación eléctrica y los transeúntes se paraban frente a la casa para verla iluminada con cientos de bombillas.

Salón central del Hôtel Solvay


Mesa de madera y mármol y asientos tapizados con terciopelo

El salón central era utilizado como sala de fumadores y da al balcón principal. Cuando se ofrecían recepciones, las vitrinas podían recogerse como un acordeón y ampliar el espacio. En la mesita puede verse una fotografía del propietario; el nieto de los diseñadores Louis y Berthe Wittamer-De Camps que adquirieron el Hôtel Solvay en 1958. 

Sala de música


Una espectacular chimenea de bronce preside la sala de música

La sala de música está presidida por una magnífica chimenea de bronce diseñada por Victor Horta como los sillones en madera y terciopelo que fueron diseñados especialmente para este espacio. Debajo de los espejos puede verse unos cubrerradiadores en forma de repisa.

Escalera al segundo piso


El Hôtel Solvay está decorado con motivos que recuerdan a la naturaleza

Subimos al segundo piso por una escalera decorada con luces cuyos apliques vegetales son de caoba y donde vemos un lienzo pintado en 1913 por Théo Van Rysselberghe de los Jardines del Generalife de la Alhambra de Granada. A la derecha se encuentra un aseo para invitados.

Jardín de invierno


Una segunda claraboya ilumina el segundo piso

El rellano del segundo piso tiene unos sofás para descansar y una vidriera curva que proporcionaba luz a las plantas colocadas en el estante de mármol y que servía como jardín de invierno. Al otro lado, otra vidriera floral cierra un pasillo con acceso al vestidor.

Despacho privado de Armand Solvay


La biblioteca, chimenea y lámparas son diseños de Victor Horta

En uno de los extremos se encuentra el despacho decorado con revestimientos y muebles de roble. En la chimenea puede verse el busto en mármol de Armand Solvay. La ventana de guillotina está adornada con una vidriera con la decoración de un árbol.

Despacho de la Señora Solvay


El despacho y la mesa son diseños Art Nouveau de Victor Horta

Esta sala utilizada también como tocador, muestra un diván y un espectacular escritorio de madera de arce y metal diseñado por Victor Horta. En una de las esquinas puede verse una pequeña estantería de madera para libros.

Dormitorio del matrimonio Solvay


El dormitorio tiene varios armarios empotrados

Sobre la chimenea puede verse la fotografía de la cama del dormitorio, hoy desaparecida. El dormitorio también contaba con un rincón de desayuno donde la pareja podía desayunar de manera informal. Destacan las grandes esculturas de mármol de “La Fuerza” y “La Juventud” ambas de Victor Rousseau.

Sin visitar


Pasillo acristalado con acceso al vestidor bajo el tercer piso

Al otro lado del Jardín de invierno se encuentran varias habitaciones que no se visitan como son: un baño decorado con ladrillos esmaltados y mármol de Carrara, la sala de estudio y la sala de juegos de los tres hijos de la pareja. Tampoco son visitables las habitaciones del tercer piso donde se encuentran los dormitorios de los niños y el dormitorio de la institutriz

Diseño floral en la barandilla de acero y caoba del tercer piso

El cuarto piso estaba reservado al personal de servicio que contaba con cinco habitaciones. El Hôtel Solvay fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000 y es de visita obligada si viajas a Bruselas y te apasiona el Art Nouveau.

Más información: Hôtel Solvay. Dirección: Avenue Louise 224, 1050 Bruselas. Entrada: 16 €. Visita: 40 minutos. No dejan hacer fotografías. Nosotros teníamos un permiso especial gestionado por Visit Brussels. Web: Hôtel Solvay

Hemos visitado otros edificios diseñados por Victor Horta en Bruselas como la tienda Wolfers y su casa-taller.

Toda la información generada durante mi viaje a Bruselas puede consultarse a través de los hashtags #visitbrussels y #PDBruselas

Musée Fin de Siècle Museum (Museo de Fin de Siglo): Bruselas del 1868 al 1914

Bol de Émile Gallé (1894) y aplique de Alphonse Mucha (1900)

El Musée Fin de Siècle Museum abrió sus puertas el 6 de diciembre de 2013. Es una sección de los Musées Royaux des Beaux-Arts (Museos Reales de Bellas Artes) de Bélgica, dedicada al arte creado entre 1868 y 1914. Unos años donde el Art Nouveau hacía furor en Bruselas y se organizaban grandes exposiciones, ferias donde se consagraban artistas que hoy forman parte del patrimonio cultural de la humanidad.

Figuras alegóricas en bronce patinado de Philippe Wolfers

En sus cuatro plantas y treinta salas, se exhiben obras maestras del modernismo belga firmadas por Victor Horta, Henry Van de Velde, Philippe Wolfers (vimos algunas de sus joyas en la Joyería Wolfers reconstruida en la sección de los Museos Reales de Arte e Historia de Bruselas), James Ensor, Fernand Khnopff o Théo Van Rysselberghe (vimos algunas de sus obras en el Hôtel Solvay).

“La Nature” de René Lalique (1900) y Alphonse Mucha (1899)

También se exhiben obras de artistas extranjeros de fama mundial como Auguste Rodin, Paul Gauguin, Alphonse Mucha, René Lalique o Émile Gallé, que crearon obras y objetos de una riqueza excepcional y que sumergen al visitante en la atmósfera de 1900 del impresionismo, realismo, neoimpresionismo, postimpresionismo y simbolismo.

Realismo


“À l’Aube” de Charles Hermans es una obra clave del realismo belga (1875)

El realismo fue el movimiento artístico y literario más importante de la segunda mitad del siglo XIX. Un momento de profundos cambios sociales y políticos que alcanzó también al arte. Sus principales características eran una poderosa pasión por la libertad y el realismo que ponía especial énfasis en observar el propio entorno y la naturaleza, a la vez que huía de academicismos y visiones idealizadas del pasado.

Fotografía y cine


Fotografía de 1881 del edificio actual del Musée Fin de Siècle

La fotografía se popularizó en la década de 1880, diez años después ya se discutía sobre si la fotografía debía formar parte de las especialidades artísticas. En Bélgica uno de los fotógrafos más destacados de aquella época fue Alexandre que trabajaría con Fernand Khnopff. Las primeras proyecciones cinematográficas se realizaron en Bélgica en 1895 y los primeros largometrajes aparecerían en 1914.

Realismo social


“Le Puddleur” es una de las grandes esculturas de Constantin Meunier

La industrialización de mediados del siglo XIX fue motivo de crítica social y protagonista de la obra de muchos artistas como Constantin Meunier que plasmó en sus pinturas y esculturas, las difíciles condiciones de vida y el duro trabajo de los obreros en los altos hornos, en las fábricas de acero y vidrio, en los muelles o en las minas de carbón.

Retratos realizados por Léon Frederic (Izqda.) y Emile Motte (Dcha.)

Esta mayor sensibilidad hacia la realidad histórico-social, trataba de representar la vida de la clase trabajadora. Tanto en su forma heroica, como en términos de miseria y resignación que fue representada por Josué Dupon, Léon Frederic, Eugène Laermans, Charles Van der Stappen o Vincent van Gogh, entre otros.

James Ensor


“Une coloriste” de James Ensor (1880)

Uno de los precursores del arte moderno fue James Ensor, un artista tan innovador que aún hoy su obra sigue siendo bastante incomprendida. Realista en 1880, se convirtió en el pintor del misterio, lo fantástico, el ridículo, la caricatura y lo irónico en 1883. Su obra en ese momento se llenó de máscaras carnavalescas y macabros esqueletos.

Les XX y La Libre Esthétique


Retratos realizados por Fernand Khnopff (Izqda.) y Paul Gauguin (Dcha.)

Entre 1883 y 1893 nació el grupo artístico de Les XX, dedicado al arte vanguardista, del que formaran parte Fernand Khnopff, Théo Van Rysselberghe y James Ensor. Después de su disolución, entre 1894 y 1914, apareció La Libre Esthétique enfocado al Art Nouveau con nombres como Paul Gauguin, Toulouse-Lautrec, Auguste Renoir, entre otros.

Neoimpresionismo

“La Seine à la Grande Jatte” obra cumbre de Georges Seurat (1888)

Georges Seurat introdujo el puntillismo para dar respuesta a los problemas de luz, forma y color del impresionismo. Esta técnica permitía que al observar un cuadro pintado con puntos colocados uno al lado del otro se percibieran toda clase de matices. Paul Signac, Théo Van Rysselberghe, Henry Van de Velde, se convertirían en representantes de este movimiento.

Postimpresionismo y los nabis


“Les deux écoliers” de Édouard Vuillard (1894) y “Nu à contre-jour” de Pierre Bonnard (ca. 1908)

Los artistas postimpresionistas y nabis se alejan de la realidad, para adentrarse en evocar misticismo y religiosidad, a base del uso de la línea y del color. Son características las superficies planas y los contornos contundentes de este movimiento, visibles en la obra de Paul Gauguin, Édouard Vuillard y Pierre Bonnard.

Impresionismo belga


“La partie de cartes” de Henri De Braekeleer (1887)

En 1880 entra con fuerza el impresionismo belga con paisajes realistas de colores brillantes donde bosques, ciudades y mares se representan de forma libre. Son representativos de este movimiento James Ensor, Henri De Braekeleer, Emile Claus, Hippolyte Boulenger o Guillaume Vogels.

Arte total


“Faits du village. VII. La fille qui remaille” Henry Van de Velde (1890)

Tres nombres dominaron la arquitectura Art Nouveau belga: Victor Horta, Paul Hankar y Henry Van de Velde. Una de las características de Horta fue el empleo de la línea curva en forma de latigazo. Hankar destacaría por el uso de la policromía y el tratamiento de los materiales. Van de Velde haría uso del arte total creando tejidos, cerámica, lámparas, muebles, cuadros y casas.

Fernand Khnopff


“Des Caresses” es la obra más conocida de Fernand Khnopff (1896)

El mayor representante del simbolismo en Bélgica fue Fernand Khnopff. Fundaría el grupo de “Les XX” y posteriormente “La Libre Esthétique”. Su hermana Marguerite protagonizó la mayoría de sus obras que perseguían el ideal de la belleza y que estaban llenas de alegorías y analogías difíciles de descifrar.

Théâtre Royal de la Monnaie: La Ópera de Bruselas


Representación de Salomé en el Théâtre Royal de la Monnaie

Durante el fin de siglo, la Ópera de Bruselas se suma al fenómeno wagneriano. Fernand Khnopff encuentra hueco para sus femmes fatales, heroínas y mitos. Y también lo hacen artistas como Henry de Groux, Juliaan Dillens, Constantin Meunier y Charles Samuel. El Théâtre Royal de la Monnaie se llenaría de compositores, músicos, actores, actrices y artistas visuales de mentalidad progresista.

Simbolismo


“Le cortège nuptial de Psyché” de Sir Edward Coley Burne-Jones (1895)

El simbolismo fomentaba la existencia y el subconsciente con obras que profundizaban en el idealismo, los símbolos, los sueños, el erotismo y las creencias esotéricas. Dando paso a escenas nocturnas envueltas en oscuridad, cuya penumbra escondía deseos e impulsos. Son claros exponentes del simbolismo Jean Delville, William Degouve de Nuncques, Émile Fabry o Albert Ciamberlani.

Colección Gillion Crowet


Escritorio “Nénuphar” en caoba y bronce de Louis Majorelle (ca. 1903)

Anne-Marie Crowet y su esposo Roland Gillion reunieron, durante 30 años, 200 piezas de Émile Galle, René Lalique, Louis Majorelle, Henry Cros, Victor Horta o Alphonse Mucha. Es la mayor colección de obras Art Nouveau que reúne ejemplos en vidrio, joyería, escultura, mobiliario y pinturas, de una época donde se introdujo la belleza en la vida cotidiana.

Comedor en nogal con diseño de espigas en bronce de Émile Gallé (1900)

Más información: Musée Fin de Siècle. Dirección: Rue de la Régence 3, 1000 Bruselas. Teléfono: +32 (0) 2 508 32 11. Horario: de martes a viernes de 10 a 17 h. Sábados y domingos de 11 a 18 h. Entrada: 15 €. Cómo llegar: Transporte público: Metro línea 1, parada Centraal Station o Park. Autobuses: 27, 29, 38, 71 y 95. Tranvía: 92 y 94. Web: Musée Fin de Siècle

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La antigua tienda de Wolfers Frères abre sus puertas de nuevo

Bruselas
En el cristal de entrada pueden verse las iniciales de Wolfers Frères

La antigua tienda de Wolfers Frères abrió sus puertas en 1912, en un edificio totalmente diseñado por el arquitecto Victor Horta. Las vitrinas y mostradores que podemos ver en las imágenes, son los muebles originales de aquella joyería exclusiva Art Nouveau que la familia Wolfers, joyeros y orfebres, abrieron en el número 11 y 13 de la Rue d'Arenberg de Bruselas.

Bruselas
Philippe Wolfers y Victor Horta coincidían que la tienda debía ser lujosa

En 1973 la boutique de lujo diseñada por Victor Horta fue desmantelada y guardada en un almacén hasta que finalmente en 2017, 105 años después de su inauguración, su interior fue completamente restaurado. Ese mismo año se instaló en una de las salas de los Museos Reales de Arte e Historia de Bruselas, tal y como la había concebido originalmente Horta, tanto en diseño como en dimensiones, lo más fidedigno posible.

Bruselas
Colgante de Philippe Wolfers y retrato de su esposa llevándolo en 1903

Las vitrinas de madera rojiza de caoba de Cuba y los detalles en bronce dorado vuelven a brillar en la antigua Tienda Wolfers Frères junto al color malva de las paredes que también ha sido reproducido fielmente en la sala del museo. Sobre el tejido de terciopelo verde oscuro se muestran algunas de las obras maestras de la joyería Art Nouveau y Art Déco, la mayoría diseñadas por Philippe Wolfers para lucirlas su esposa Sophie Wolfers Willstädter.

Bruselas
Juego de té y café "Gioconda" en plata y marfil de Philippe Wolfers

Además de algunas esculturas realizadas en metales preciosos y marfil, y delicadas piezas de cristal, cerámica o plata estilo Art Nouveau, también pueden verse algunas obras de arte Art Déco. Philippe Wolfers crearía especialmente para la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industrias Modernas de París de 1925 la serie “Gioconda”.

La serie Gioconda fue creada para la Exposición de París de 1925

El pabellón belga para la Exposición de París fue diseñado por Victor Horta y en él se podía ver un comedor ricamente decorado. El juego de mesa de plata bautizado con el nombre de “Gioconda” de Philippe Wolfers ganaría el Gran Premio del jurado de la exposición de 1925. Wolfers aprovechó el triunfo para iniciar una colección “Gioconda” completa de artículos del hogar con diseño Art Déco.

Bruselas
Caja de marfil, bronce plateado y madera de Fernand Dubois de 1897

Entre todos esos maravillosos ejemplos de artículos de lujo y artes decorativas de principios del siglo XX que se muestran en la reconstruida tienda de Wolfers Frères destacan: la escultura de “Le Sphinx Mystérieux” (La Esfinge Misteriosa) de Charles Van der Stappen realizada en marfil y plata, y la escultura “La Caresse du Cygne” (La Caricia del Cisne) creada por Philippe Wolfers en bronce, marfil y mármol, ambas piezas fueron expuestas en la Exposición Colonial de Tervueren de 1897.

Bruselas
Anillo en oro, platino, perlas y diamantes de Henry van de Velde de 1899

No te pierdas los candelabros de bronce plateado de Henry van de Velde creados entre 1898 y 1899, el joyero “La Parure” (El Adorno) también de Philippe Wolfers realizado entre 1899 y 1905 con cinco bajorrelieves en marfil, el jarrón de cerámica de Paul Gauguin, el gato de bronce de Édouard-Marcel Sandoz de 1926 o el jarrón lacado de Jean Dunand con decoraciones de cáscara de huevo.

El interior de la Tienda Wolfers Frères diseñada por Victor Horta, ca. 1912

La firma Wolfers ya disfrutaba de un gran prestigio mundial, antes de la inauguración de su tienda en la Rue d'Arenberg de Bruselas el 4 de noviembre de 1912. Al igual que su diseñador Victor Horta que ya había creado valiosas joyas arquitectónicas que hoy son Patrimonio de la Humanidad.

Bruselas
Broche "Niké" en oro, esmalte y gemas de Felipe Wolfers de 1902

Las creaciones de Wolfers empezaron en un pequeño taller de platería instalado en Bruselas en 1850, por su primer propietario, Louis Wolfers. Muy pronto pudo emplear a sus tres hijos: Philippe como director artístico, Max como comercial y Robert como desarrollador de maquinaria, al que un tiempo después, le seguiría su sobrino Albert al cargo de las finanzas.

Bruselas
Cartera en cuero y oro de Josef Hoffmann, ca. 1910

Curiosamente, los clientes de la joyería Wolfers eran en su mayoría “nuevos ricos” que vivían en la parte alta de Bruselas. Los propietarios de las casas diseñadas por Victor Horta en la Avenue Louise y el Parc du Cinquantenaire, era la clientela femenina que compraban en las cercanas Galeries Royales Saint Hubert y la clientela masculina que hacía negocios en la Bolsa.

Bruselas
La tienda Wolfers Frères renace 105 años después de su inauguración

La tienda de Wolfers Frères fue la última gran creación de Victor Horta antes de que explotara la Primera Guerra Mundial. La boutique más lujosa creada por el arquitecto se muestra hoy en la paleta de color original, utilizada en el interior de Wolfers Frères de Bruselas, cuya máxima para arquitecto y joyero siempre fue que debía respirar lujo.

Bruselas
Marco de bocetos de Philippe Wolfers, ca. 1897

Philippe Wolfers diseñó prestigiosas piezas de plata en el taller de su padre, fue el genio creativo de la empresa. Algunas de sus piezas las pudimos ver en la casa museo van Buuren mecenas de las artes y cliente de la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industrias Modernas de París de 1925.

Bruselas
Diseño y colgante en oro, esmalte y gemas de Philippe Wolfers de 1901

Philippe hizo su debut artístico en la Exposición Universal de Amberes de 1894, a la que le seguiría la Exposición Internacional de Bruselas de 1897 que le catapultó internacionalmente gracias a diseños únicos y espectaculares, de joyería Art Nouveau que incluían elementos escultóricos. A su muerte en 1929, la joyería y los talleres de la rue d'Arenberg permanecieron abiertos hasta 1973.

Bruselas
Jarrón de cristal de Graffart Val Saint Lambert

Las piezas que ilustran este artículo son sólo algunas de las obras exclusivas que pueden verse en las vitrinas y mostradores de la antigua Tienda Wolfers Frères, reconstruida en los Museos Reales de Arte e Historia del Parque del Cincuentenario de Bruselas. Es la colección de artes decorativas más importante de Bélgica y muestra el alto nivel y prestigio artístico alcanzado en las primeras décadas de 1900.

Bruselas
Jarrón con diseño de plumas de pavo real de Philippe Wolfers de 1899

Las piezas exhibidas abarcan un período entre 1890 y 1940 y son de excepcional calidad. Algunas forman parte de las colecciones compradas en época Art Nouveau y Art Déco para este museo construido en 1899. Por eso pueden verse los precios que se pagaron por ellas (alguien guardó bien las facturas).

Bruselas
La tienda de Wolfers Frères estuvo abierta desde 1912 hasta 1973

Aunque la idea es mostrar el excepcional diseño de interiorismo de Victor Horta creado para la antigua Tienda Wolfers Frères, también se persigue la idea de permitir al visitante participar en una experiencia inmersiva y hacerle sentir como un cliente de esta prestigiosa tienda de lujo de principios del siglo XX.

Bruselas
Jarrón de plata Art Déco de Raymond Ruys de 1930

La sala del museo donde se encuentra se divide en dos zonas de acuerdo al diseño original de la tienda Wolfers. Un lado de la boutique estaba reservado para la venta al por mayor y el otro, para venta al por menor. En la exposición actual, esta separación sirve para separar las obras de arte del periodo Art Nouveau, de las del Art Déco.

Más información: Museos Reales de Arte e Historia de Bruselas o Museo del Cincuentenario. Dirección: Cinquantenaire Park 10, 1000 Bruselas. Horario: de martes a viernes de 9:30 a 17 h. Sábados y Domingos de 10 a 17 h. Cerrado los lunes, 1 de enero, 1 de mayo, 1 y 11 de noviembre, y 25 de diciembre. Entrada: gratuita de 0 a 18 años. 10 € (adultos de 19 a 64 años). Web: Musée Art & Histoire

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Si te ha gustado, puedes seguir descubriendo la tienda de Wolfers Frères en un carrete de 36 fotografías.

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