¿Quién no ha oído
hablar del Tabaco de Andorra? En mi niñez era habitual que la
gente hiciera 3 horas en coche para ir a buscar tabaco a Andorra.
Todo el mundo decía que compensaba, que salía más barato el tabaco
allí que en España y aprovechaban para bajarse bolsas de 5 kilos de
azúcar, café y algún que otro pequeño electrodoméstico. La
aventura no carecía de riesgo, los coches eran inspeccionados en la
frontera, algunos con sumo cuidado, así que alguno se había
encontrado con un problema policial por el codiciado vicio de las compras económicas.
La última vez que estuve
en Andorra con Mélanie Degoy, Pablo-Ignacio de Dalmases
y el equipo de Abarca Ediciones visitamos el Museo del Tabaco, en la actualidad conocido con el nombre de Museo Fábrica Reig.
No me esperaba encontrar un museo dedicado a este producto, pero
cuando recorrí las salas ubicadas en la antigua fábrica de
tabacos Reig, empecé a abrir los ojos a un mundo que me era algo
familiar, pero que en parte desconocía.
El edificio donde se
ubica el museo era conocido popularmente como Cal Rafeló,
data de principios del siglo XX. La fábrica estuvo en funcionamiento
desde 1909 hasta 1957, así que situar el museo donde en otro tiempo
se fabricaba el producto, provee de significado y espíritu este lugar.
El tabaco en Andorra fue un motor económico muy importante y
gracias a las diferentes salas del museo es posible conocer desde el
cultivo de la planta del tabaco hasta su producción y venta.
El
recorrido por el interior de la vieja fábrica se realiza de forma
guiada, pero no por un guía, que suele ser lo habitual. Un sistema
multimedia va abriéndote las puertas de cada una de las salas
distribuidas en las cinco plantas, mientras dos voces te van
explicando en cada sala lo que vas a ver. Las salas y objetos se van
iluminando mientras escuchas o ves diferente proyecciones. Distintas
salas y escenarios que se muestran de la manera más fidedigna
posible y que utilizan los objetos para narrar historias humanas.
No importa si se eres
fumador o no, el Museo Fábrica Reig rinde homenaje a una industria que
forma parte de la historia y la cultura de Andorra. Es
la memoria viva que puede proteger y asegurar el futuro de aquel
pasado industrial y aquella sociedad que existió a principios del
siglo XX y que no deja de ser parte de la historia de los andorranos.
La primera parte del
museo está dedicada al cultivo de la materia prima, orígenes y
curiosidades del tabaco. La primera sala es un secadero de hojas de tabaco,
si un cigarrillo hubiera podido imitar exactamente como huele una
hoja de tabaco seca, yo hubiera sido fumadora. Creo que es la sala de
museo que mejor huele del mundo. ¿Sabías que uno de los secretos
más importantes y mejor guardados de una fábrica de tabaco era la
elaboración de los aromas? Yo tampoco lo sabía, creía que
eso era más de la industria del perfume, pero parece ser que la
calidad y el sabor del producto final dependía de la fermentación y
de los aromas. ¿Qué te parecería tener un mueble lleno de cajones
para olisquear? Pues estás en el lugar adecuado. En el Museo Fábrica Reig puedes abrir un cajón y oler en su interior multitud de aromas.
Llegamos a la segunda
parte de la visita donde se explica el proceso de preparación del tabaco.
Aquí descubriremos cómo se transforma la hoja de tabaco, la
maquinaria que se utilizaba para todo el proceso de elaboración y cómo era el trabajo en la fábrica. Desde el despacho
administrativo hasta el proceso industrial, la fábrica aquí
cobra vida ¡atentos a las máquinas que se ponen en marcha! es una auténtica pasada.
En la tercera parte se
puede saber más sobre los diferentes productos que surgían de la
hoja del tabaco. La elaboración manual de picaduras,
caliqueños y cigarrillos, la elaboración de los paquetes, el
etiquetado y el comercio. A través de varias proyecciones
conoceremos un poco más sobre la vida de las cigarreras y de
los contrabandistas, que de algún modo, son herencia de la
vida en los lugares donde se instalaba una fábrica.
El último espacio es un
salto al mundo actual, la sala se inunda de luz, se desprende de
nostalgia y pasado y se convierte en un laboratorio blanco y virtual
de ideas. El comercio del tabaco en Andorra, el comercio
mundial, la publicidad o la salud son el hilo conductor de las
últimas proyecciones sobre paredes de policarbonato. Quizás un
despertador visual demasiado frío para despertarnos del sueño
efímero que hemos vivido.
Y si de sueño se trata,
te recomiendo dormir en Plaza Andorra donde el lujo está asegurado.
Más información:
Museu Fàbrica Reig (Antiguo Museo del Tabaco). Dirección: Carrer Doctor
Palau 17, AD600 Sant Julià de Lòria. Principat d'Andorra.
Teléfono: (376) 741 545. Entrada: 7 € (información actualizada en 2020). Horario: de martes a sábado
de 10 a 20 h. Domingos de 10 a 14:30 h. Web: Museu Fàbrica Reig. Disponen de
cafetería, taquillas gratuitas y accesos adaptados.
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