¿Resistirías 414 días
de sitio? Es decir, si hoy es 3 de diciembre del 2015 ¿te imaginas
llevar desde el día 14 de octubre del 2014 en guerra? Pasando
hambre, miedo y penurias. Esto fue lo que le sucedió a Barcelona en
el año 1714, las tropas borbónicas de Felipe V bombardearon
y saquearon la ciudad, y mataron a sus habitantes. El día de la
rendición, un fatídico 11 de septiembre de 1714, sólo
quedaba en pie un tercio de Barcelona.
300 años después, una
interesante app gratuita (Barcelona 1714. Un passeig per la història
para Apple Barcelona 1714. Un passeig per la història para Android),
te lleva a descubrir diferentes lugares que hacen referencia a la
Barcelona de aquella época. La ciudad estaba rodeada por una muralla
con fuertes baluartes, aunque no lo suficiente para protegerla de los
20.000 soldados que día tras día intentaban doblegar la ciudad. La
app te ayuda a fijarte en detalles que de otra forma nos pasarían
desapercibidos y además te informa de los sucesos, algunas
costumbres de la época, el legado que se perdió o el cambio que
supuso aquella guerra. Si me acompañas conocerás a los Miquelets
y a los artesanos que tenían voz en los Consejos Municipales,
unas libertades que se perderían con Felipe V.
Guiados por la voz de
Santi Millán en la versión en castellano o de Toni Soler
en la versión catalana, la app (también disponible en francés,
italiano, inglés y japonés) nos traslada a los días de la Guerra
de Sucesión. Nos encontramos en la Plaça Catalunya,
fuera de la antigua muralla de Barcelona, donde puede verse el
Monumento a Francesc Macià. Se trata de una escalera
invertida obra de Josep Maria Subirachs, que representa la
formación de Catalunya paso a paso. Junto a esta obra se encuentra
un busto esculpido en 1927, del presidente de la Generalitat
réplica de un retrato que le hizo Josep Clarà. La app nos
hará una serie de preguntas y para ello tendremos que buscar en
ocasiones pistas para resolver las respuestas. Como por ejemplo,
¿sabrías encontrar a la Virgen de Montserrat en la Plaça
Catalunya?
Causas de la Guerra de
Sucesión
Carlos II, el
Hechizado, murió en el año 1700 sin heredero a la corona y con él
la regencia de los Austrias. Dejó escrito que su sucesor sería
Felipe V también conocido con el nombre de Felipe de
Anjou. Era nieto del rey de Francia Luis XIV, el Rey Sol,
el de la “Monarquía Absoluta” aquella frase famosa de “El
Estado soy yo”. Esa sucesión no gustó al resto de las potencias
europeas, principalmente a los británicos, que decidieron pactar con
los catalanes para combatir juntos a los franceses. En el último
momento se echaron atrás y abandonaron la idea de coronar rey al
archiduque Carlos de Austria. El pueblo catalán luchó
durante 414 días por conservar los derechos de las Constituciones
Catalanas en aquel momento habían 38.000 habitantes en
Barcelona.
El Portal de Sant
Antoni y el Portal de l'Àngel, antigua Porta dels Cecs,
eran algunas de las puertas de entrada a la ciudad amurallada del
siglo XVIII. Sígueme hasta esta gran vía comercial ¿ves donde se
encuentra el Ángel custodio
que le da nombre a la calle? Aquí encontrarás desde
picaportes con cabezas de león hasta edificios modernistas; uno de
los que más me gustan son los Antiguos Almacenes Can Jorba.
Situados en el Portal de l'Àngel 19, los almacenes fueron
construidos en 1926 por el arquitecto Arnald Calvet. Dicen que
tuvo la primera escalera mecánica del país, pero lo que realmente
me gusta son las esculturas de Mercurio,
Dios del Comercio y el beneficio y de Minerva, Diosa de la
industria y Patrona de los artesanos. Aún puede leerse el lema de
Virgilio “Labor omnia vincit” (el trabajo todo lo vence).
Paseando llegamos hasta
la Catedral de Barcelona, un templo gótico de 1298, dedicado
a Santa Eulalia, la Patrona de Barcelona. ¿Conoces su
leyenda? Eulalia era una joven cristiana de 13 años que se
opuso a la persecución de los cristianos por parte del Emperador
Diocleciano y fue a hablar con el gobernador de Barcelona, por
aquel entonces, Daciano. El gobernador impotente ante los
argumentos de Eulalia decidió matarla. Dicen que sufrió 13
martirios, uno por cada año de vida, fue azotada, se le desgarró la
carne con garfios, se le quemaron los pies, se le tiró aceite
hirviendo, hasta fue introducida desnuda en un tonel lleno de
cristales y clavos al que harían rodar calle abajo (por la actual
Baixada de Santa Eulàlia). Acabó siendo crucificada en una
cruz en forma de aspa. Sus restos descansan en la cripta de la
catedral.
Un poco de la
Barcelona romana
En un lateral de la Antigua Puerta romana se encuentra situado el singular Monumento a Barcino, obra de Joan Brossa. Un poema urbano en forma de letras con representaciones del sol y la luna y que hacen referencia a los inicios de Barcelona. Nos encontramos en el Barri Gòtic de la ciudad, en este barrio se descubren muchas Barcelonas, como por ejemplo la Barcelona del street art, pero continuemos en la de 1714, sigamos descubriéndola.
El antiguo foro romano de
Barcino se encontraba donde ahora se alza la Plaça
Sant Jaume, aquí se encuentran los dos edificios de
gobierno más importantes de la ciudad de Barcelona. En un lado el
edificio gótico del siglo XV que acoge el Palau de la Generalitat
(sede del gobierno catalán desde el siglo XIV) que luce fachada
renacentista.
Al otro lado se encuentra
la Casa de la Ciutat o Ayuntamiento, también de estilo
gótico, con esculturas en la fachada neoclásica de Jaume I
(el rey que dio autogobierno a la ciudad de Barcelona) y el consejero
Joan Fiveller (símbolo de las libertades ciudadanas frente al
poder real) obra de Josep Bover i Mas. En el interior se
encuentran obras escultóricas de Frederic Marès y Pablo
Gargallo.
La fachada que existía durante la Guerra de Sucesión se encuentra en el Carrer de la Ciutat. ¡Ven a verla! Estás delante del antiguo Consell de Cent, nombre que recibía la institución municipal de Barcelona encargada de su autogobierno. Aquí se custodiaba la bandera de Santa Eulalia un símbolo de la resistencia de los habitantes de Barcelona durante la guerra. En el Consell de Cent se reunían, desde el siglo XIII, los 100 consejeros de la ciudad representados por nobles, clero y también artesanos. El organismo de autogestión se mantuvo vivo hasta 1714 y no fue nunca más recuperado.
La fachada que existía durante la Guerra de Sucesión se encuentra en el Carrer de la Ciutat. ¡Ven a verla! Estás delante del antiguo Consell de Cent, nombre que recibía la institución municipal de Barcelona encargada de su autogobierno. Aquí se custodiaba la bandera de Santa Eulalia un símbolo de la resistencia de los habitantes de Barcelona durante la guerra. En el Consell de Cent se reunían, desde el siglo XIII, los 100 consejeros de la ciudad representados por nobles, clero y también artesanos. El organismo de autogestión se mantuvo vivo hasta 1714 y no fue nunca más recuperado.
Si os atrae la idea de
conocer un lugar único de la Barcelona romana, en el Centre
Excursionista de Catalunya se encuentran unas impresionantes
columnas pertenecientes al Templo de Augusto; un templo romano
del siglo I de la antigua Barcino.
El Barrio de Sant
Pere, Santa Caterina i la Ribera
Seguimos nuestra ruta de
1714 y ponemos rumbo al Barrio de Santa Caterina i la Ribera;
el barrio de los artesanos y oficios que fue más duramente castigado
durante la guerra. Aquí se encuentra la Plaça de la Llana,
donde lucharon contra los Borbones militares catalanes,
húsares húngaros valencianos, austriacos, aragoneses, castellanos y
también una milicia ciudadana llamada La Coronela formada por
4.000 hombres agrupados en los gremios a los que pertenecían:
notarios, pintores, sastres, mercaderes, zapateros, carpinteros,
taberneros, estudiantes, tejedores, etc.
Siguiendo por el Carrer
de Corders se encuentra la Capilla románica de Marcús
del siglo XII de la antigua Vilanova del Mar, como se llamaba
en época romana esta zona. Hay que dirigir nuestros pasos hasta el
Carrer Montcada donde se encuentran edificios de la antigua
nobleza catalana. En el Carrer Montcada 25, destaca la Casa
Cervelló del siglo XV. En el 21 se conserva una curiosa
celosía de madera para mirar sin ser vistos.
Algunos palacios destacan
por su inalterable belleza como el Palau Dalmases, situado en
el portal número 20. Su antiguo propietario Pau
Ignasi Dalmases constituiría la Academia de los
Desconfiados, una institución cultural que promovía la
historia, lengua y poesía catalanas, pero el motivo de que se
encuentre en esta ruta de la Guerra de 1714, se debe a que Pau
Ignasi Dalmases fue el Embajador de Cataluña nombrado
para ir a Inglaterra a pedir ayuda para luchar contra los Borbones,
fue en vano.
Si tienes tiempo y te
gustan los museos, en esta calle se encuentran varios interesantes,
como el Museu Picasso ubicado en el Palau Berenguer
d'Aguillar, Carrer Montcada 15, o el situado en el
interior del antiguo Palau Marquès de Llió, Carrer
Montcada 12; el fantástico Museu de Cultures del Món que te traslada a las tribus más exóticas del planeta y que te
recomiendo visitar.
Ponemos rumbo al Fossar
de les Moreres situado en el emblemático barrio barcelonés de
El Born. Aquí se encontraba el cementerio de la
Iglesia de Santa María del Mar (donde se casaría el
archiduque Carlos de Austria en 1708) y que fue utilizado como
fosa común en 1714. En la actualidad se alza el Memorial de
Guerra en homenaje a los caídos en la Guerra de Sucesión. En el
muro puede leerse un poema de Frederic Soler Hubert, conocido
como Serafí Pitarra: “Al Fossar de les Moreres no s'hi
enterra cap traïdor; fins perdent nostres banderes serà l'urna de
l'honor” (En el Fossar de les Moreres no se entierra ningún
traidor; hasta perdiendo nuestras banderas será la urna del honor).
Cerca del Parc de la
Ciutadella se encuentra El Born Centro Cultural,
un antiguo mercado modernista de 1873 convertido en museo, a
causa del descubrimiento de los restos de una parte de la Barcelona
de 1714, desaparecida por la construcción de la Ciudadela que mandó
construir Felipe V en 1717.
Tras la victoria de las
tropas borbónicas los ciudadanos catalanes fueron catalogados como
sediciosos y se les prohibió la posesión de cualquier objeto
punzante o cuchillo, se prohibió el catalán y tuvieron que aguantar
todo tipo de humillaciones y desagravios como la obligación de pagar
un impuesto para reconstruir la ciudad que la guerra había
destruido, bajo pena de quemarles la casa. Pocos son los que conocen
que la melodía “El Cant dels Ocells” fue un canto de
alegría de los barceloneses ofrecido al archiduque Carlos de
Austria cuando llegó a Barcelona.
En el Parc de la
Ciutadella se encuentran algunos edificios de aquella época,
como el Palacio del Gobernador Militar convertido ahora en el
Instituto Verdaguer, el arsenal donde se guardaba la pólvora
y las armas que es ahora el Parlament
de Catalunya y la Parroquia Castrense que sigue siendo
una capilla. Por otra parte, aquí luce como el primer día el
Castell dels Tres Dragons, obra de Lluís Domènech i
Montaner de 1887. Fue el edificio que albergó el restaurante de
la Exposición Universal de 1888. Obra de estilo gótico-mudéjar de
ladrillo visto donde destacan sus torres almenadas y los
escudos con animales mitológicos.
Los restos del Convent
Sant Agustí sobreviven, aún en parte, y puede visitarse. Un
portal con un corazón atravesado por una flecha nos lleva al
interior de su bello claustro que presenta evidencias de
aquella guerra. Testigo mudo de los saqueos que aquí ocurrieron,
ahora es una agradable terraza donde tomar algo.
Muy cerca se encuentra la
Casa Gremial de los Carderos (encargados de peinar la lana
para que pudiera hilarse) a la altura de los números 45, 47 y 49 del
Gremi dels Carders. En la actualidad es un edificio de
viviendas cerrado por una verja.
Por último, llegamos
hasta la Iglesia de Sant Pere de les Puel-les; un convento
benedictino del año 945, no te vayas sin admirar detenidamente la
fuente-farola situada
en la Plaça de Sant Pere. El desagüe del agua tiene
forma de cruz, fue diseñada en hierro forjado en 1893 por Pere
Falqués i Urpí (autor también de las Banco-farolas que se
encuentran en el Passeig de Gràcia).
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