Gunung Mulu es el Parque Nacional más grande de Malasia, fue constituido en el año 1974 y abarca 529 km2 de densa selva tropical. En el año 2000 fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.
El vuelo de Malaysia Airlines MH-2454 sale del aeropuerto de Kuching a las 12:30 y tras una
parada en Miri, llega en menos de tres horas al aeropuerto de Mulu.
Sobrevolar los 571 kilómetros que separan la ciudad de la selva es
como salir del infierno con dirección al paraíso. Durante minutos
el pequeño avión planea sobre grandes extensiones de selva, verde y
más verde, los ojos captan una mezcla de tonalidades interminables
de árboles y palmeras (en Gunung Mulu hay catalogadas más de un
centenar de especies distintas de palmeras). Ante tal semejante
panorámica de vida y naturaleza que se me antojan interminables,
sólo puedo suspirar profundamente ya que desgraciadamente no es así;
la selva de Borneo está siendo exterminada y destruida por la tala
indiscriminada de vegetación.
Gunung Mulu se
encuentra en el estado de Sarawak “La tierra de los cálaos” (el
cálao es una ave tropical con un exuberante y colorido pico, en Mulu
hay censadas 300 especies de aves, 8 son distintas especies de
cálao). Este impresionante lugar es un área virgen de gargantas
kársticas profundas donde se encuentra el sistema de cuevas calizas
más grande del mundo. Es posible adentrarse por más de 200
kilómetros de pasadizos subterráneos naturales, el paraíso de
cualquier espeleólogo.
La fauna existente en
cualquier rincón de esta selva también es fascinante, aunque
esquiva a la presencia humana. Macacos, langures, esciurinos o
ardillas arborícolas, musarañas, salanganas y muchos, muchísimos
murciélagos.
Os recomiendo el
recorrido a través de la selva; miles de plantas, orquídeas
salvajes, musgos y plantas insectívoras llevan hasta Deer Cave
(Cueva del Ciervo). Al parecer debe su nombre al hecho de que los
habitantes de Mulu solían cazar ciervos en el interior de la cueva.
Los animales acuden en masa atraídos por la presencia de sal
proveniente de las grandes acumulaciones de guano que generan los
millones de murciélagos que habitan la cueva. Deer Cave es la cueva
más grande del mundo descubierta hasta ahora, y su contemplación
supera cualquier idea previa que lleves sobre sus dimensiones. Su
longitud es de 600 metros por 415 de anchura y con alturas que
oscilan entre los 70 y los 220 metros. Algunos resaltan su capacidad
haciendo constar que en su interior cabrían 7.500 autobuses.
A 40 minutos caminando
desde Deer Cave se encuentra la Cueva Lang, es más pequeña
que la Cueva del Ciervo pero posee impresionantes formaciones
calcáreas bien iluminadas. Si la suerte acompaña y no llueve,
cuando llega la hora del atardecer se ve en el cielo una nube negra.
Es conocida por los locales como el Dragón Negro y no es otra
cosa que una nube formada por tres millones de murciélagos,
aproximadamente, que salen de las cuevas donde habitan. Van en busca
de alimento aprovechando el descenso de luz solar, y a los pequeños
insectos les toca esconderse para no ser devorados. Aunque no son los
únicos que corren peligro; halcones y otros depredadores alados
hacen lo propio con los murciélagos que son cazados sin apenas
alterar la formación de la nube negra.
El camino de regreso al
atardecer es otro singular espectáculo de la naturaleza salvaje,
miles de ranas (en Mulu existen 74 especies distintas) estrenan un
particular concierto cada noche. Con los reclamos más diversos y
sorprendentes, sin banners publicitarios y sin Twitter,
anuncian por doquier que la noche va a ser una fiesta.
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