Uno de los rincones más
hermosos de Ámsterdam es Begijnhof; un bello patio construido
en 1346 rodeado de casitas encantadoras de origen medieval. Es el
único patio de esta época que se conserva en la ciudad y a pesar de
que ha sido ampliado en varias ocasiones, encierra una atmósfera
encantadora y muy particular.
Este lugar fue un refugio
para las beguinas en el siglo XIV, las beguinas eran mujeres
caritativas que se dedicaron a labores intelectuales y a ayudar a los
menos favorecidos. Desde tiempos remotos las mujeres que querían
huir de matrimonios concertados o de la imposición de la figura
masculina, han utilizado la religión como vía de escape. No es de
extrañar que hayan habido religiosas destacadas a lo largo de la
historia, ya que eran mujeres sobresalientes que escaparon de la vida
subyugada del matrimonio.
Estas beatas liberadas
(al menos dentro del contexto histórico pasado) escogían una vida
menos austera que el de las monjas “oficiales”. ¿Inteligente no?
A cambio profesaban los votos de castidad y pobreza, a la vez que
cuidaban de pobres y enfermos. Una muestra de que religión y ayuda
social alguna vez fueron de la mano. Las beguinas se dedicaban a la
oración (aunque yo me las imagino más filosofando, leyendo y
haciendo tertulias junto a la chimenea) tanto tiempo entre libros
debió abrir bastantes mentes y levantar alguna que otra sospecha.
Supongo que el hacer lo que uno quiere y no lo que a uno le mandan,
puso en jaque a estas mujeres que fueron perseguidas durante siglos
por sus “ideas religiosas” (seguramente las persiguieron por sus
ideas contra la religión establecida que no siempre ha sido la
adecuada).
Estas rebeldes de cofia y
hábito, vivían en casas agrupadas en torno a un patio central;
nuestro Begijnhof de hoy ;) que en la actualidad aún puede
contemplarse íntegro y misteriosamente alejado del bullicioso barrio
comercial cercano.
En el número 48 se alza
la Engelse Kerk, la Iglesia Presbiteriana (rama
protestante ortodoxa implantada en Inglaterra, Escocia y América).
El templo fue construido en 1419 en estilo gótico y fue lugar de
culto de las beguinas hasta el año 1578. En 1607 fue donada a los
exiliados escoceses como Iglesia Presbiteriana Escocesa.
La entrada a este oasis
de tranquilidad puede hacerse por dos puntos: el ubicado en Gedempte
Begijnensloot; un portal de ladrillo rojo entre dos casas y el
otro acceso se hace a través de una discreta puerta de la Plaza
Spui. Recordad que es un patio privado donde residen encantadoras
ancianas y estudiantes, respetad la tranquilidad de sus habitantes.
Más información:
Dirección: Gedempte Begijnensloot 30, 1012 Ámsterdam. Spui
(cerca de The American Book Center) puerta amarilla. Horario:
diariamente de 9 a 17 h. Entrada: gratuita. Transporte: Tranvías 1,
2 y 5. Museum Boot, parada 4. Email: info@begijnhofamsterdam.nl. Web:
http://www.begijnhofamsterdam.nl/home-en
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