Nuestra Señora del Valle: la ermita románica de Monasterio de Rodilla (Burgos)

Nuestra Señora del Valle

Nuestra Señora del Valle
Ermita de Nuestra Señora del Valle

La población de Monasterio de Rodilla en Burgos se encuentra situada a 17 km de Briviesca y es una de las cinco que Plinio el Viejo identifica como territorio de los autrigones y que en tiempos romanos se conocería como Tritium. Situada en la parte más meridional de la comarca de La Bureba, en el paso natural del Valle del Ebro hacia la meseta, por aquí pasaba en el siglo I, la vía romana que unía Asturica Augusta (Astorga) con Burdigala (Burdeos). Tritium formaba parte del Itinerario de Antonino Augusto Caracalla que identificaba 372 rutas distintas del Imperio Romano, de las que 34, correspondían a Hispania.

Nuestra Señora del Valle
Torre-campanario y husillo

El enclave monástico del que tomaría su nombre Monasterio de Rodilla, se supone que ya estaba en funcionamiento en el siglo X, aunque aún no se ha encontrado su ubicación exacta. Los restos de un castillo mencionado en el año 1011, hace pensar que se estableció la población al abrigo defensivo de aquella fortificación y del cenobio anexionado al Monasterio de Santa María de Oña. Los valles fértiles y la abundancia de agua de la zona, procedente de las cuencas del Duero (río Arlanzón) y del Ebro (río Oca), permitirían que los monjes disfrutaran de su retiro espiritual, sin que les faltara de nada para sobrevivir.

Nuestra Señora del Valle
Fachada norte de la Ermita de Nuestra Señora del Valle

La Ermita de Nuestra Señora del Valle en Monasterio de Rodilla está considerada una de las joyas del románico burgalés. Se construyó a finales del siglo XII con una sola nave con cúpula sobre crucero y una torre-campanario en forma cuadrada de 16’5 metros de altura y aberturas en los cuatro lados donde pueden verse varias figuras como, por ejemplo: la imagen de la Virgen sentada en un trono de la fachada sur. Un husillo, elemento constructivo que aloja la escalera de caracol que sirve para subir a lo alto del campanario, de forma circular de 14’8 metros de altura queda adosado junto a la torre.

Nuestra Señora del Valle
Decoración entrelazada y capiteles cincelados con animales mitológicos

La puerta de entrada al templo se encuentra en uno de los laterales situados hacia el norte, en vez de en el imafronte, como es habitual en las iglesias románicas. Varias saeteras con capiteles y decoración ajedrezada en las impostas y dovelas, pueden encontrarse en la fachada norte y sur. La bellísima portada de triple arco apuntado con decoración ajedrezada, está rematada en la parte superior por un tejaroz o voladizo con 7 canecillos (extremos de viga que soporta la cornisa) y donde pueden verse dos peregrinos cincelados en el tercer canecillo de la izquierda. La puerta está franqueada por dos dobles columnas con capiteles tallados donde pueden verse unas arpías y varios animales mitológicos. Junto a la puerta de madera, dos cabezas de león nos recuerdan que había que agachar la cabeza para entrar en el templo en señal de respeto.

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Ábside de la Ermita de Nuestra Señora del Valle

El exterior del ábside de la Ermita de Nuestra Señora del Valle está decorado con tres arcos ciegos de medio punto donde se encuentran tres ventanas, una cinta ajedrezada que recorre todo el perímetro, así como pilastras, ménsulas y capiteles con decoración geométrica. En el románico la decoración exterior suele coincidir con la interior, haciendo referencia a la teoría de que todo lo bueno y lo malo se encuentra tanto dentro como fuera.

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Canecillos cincelados con un muestrario del bestiario medieval

Bajo el tejaroz decorado con una cornisa con puntas de diamante se han conservado 72 canecillos que muestran toda clase de personajes como, por ejemplo: un músico tocando una viola de arco o uno que sujeta un dolio; el instrumento musical de viento típico del románico en forma de tonel, y que en España sólo se han conservado una veintena de canecillos similares.

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Sillar con escritura que conserva líneas de pautado

Una inscripción sin terminar en la cabecera semicircular del ábside situado al este, junto a varias cruces cinceladas en la piedra, recuerdan el antiguo cementerio que se extendía a sus pies. En el interior de la Ermita de Nuestra Señora del Valle no se ha conservado pila bautismal, lo que confirma la idea de que probablemente la iglesia fuera utilizada por los monjes del monasterio. Un capitel interior luce la policromía románica de colores vivos como el azul, rosa, amarillo y verde, extraídos de varios minerales como azurita, oligisto, limonita y malaquita, respectivamente.

Nuestra Señora del Valle
Interior de la Ermita de Nuestra Señora del Valle

Destaca la austeridad y sencillez del templo en elementos como un arco fajón para reforzar la bóveda de cañón, dos arcos torales sujetando la cúpula semiesférica sobre pechinas y un arco triunfal apuntado con varias pilastras y columnas con capiteles de decoración geométrica que está precedido por dos capillas laterales con altares en piedra y dos semibaldaquino con remate triangular. Junto a la Ermita de Nuestra Señora del Valle hay una zona con fuente y área de picnic para disfrutar al aire libre del paisaje de la zona.

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Iglesia del Monasterio de San Salvador de Oña: Panteón Real de Castilla

Monasterio de San Salvador de Oña

San Salvador
Iglesia del Monasterio de San Salvador de Oña

A 27 km de Briviesca y a 13 km de Poza de la Sal, en la frontera que separa la comarca burgalesa de La Bureba de Las Merindades, se encuentra la villa medieval de Oña y el Monasterio de San Salvador fundado en el año 1011 y que se convirtió en uno de los monasterios benedictinos más poderosos de Castilla entre los siglos XI, XII y XIII. En la actualidad es el tercer monumento más importante de la provincia de Burgos, aunque es uno de los menos visitados.

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Pórtico de los Reyes

Una gran escalinata sirve de entrada a la Iglesia Abacial de San Salvador, en mitad del ascenso, a mano derecha, se encuentra la escultura de Fray Pedro Ponce de León, monje benedictino del Monasterio de Oña y creador del lenguaje de signos. En el Pórtico de los Reyes te darán la bienvenida las esculturas del siglo XIV de los reyes enterrados en el interior. Tras cruzar el pórtico, se accede a un pequeño patio donde puede verse a la derecha, el primer lugar utilizado para enterrar a condes y reyes.

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Fresco de la Pasión

Nos encontramos con un segundo pórtico, esta vez románico, decorado con pinturas murales realizadas en el siglo XV por Fray Juan de Zamora, en la bóveda puede verse el Fresco de la Pasión. La puerta en madera de nogal y boj de estilo gótico-mudéjar es obra de Fray Pedro de Valladolid y sirve de acceso a la grandiosa nave central de estilo gótico. La nave, de 84 m de largo por 22 m de ancho y 22 m de altura, está cerrada por una reja del siglo XV y enmarcada por varias capillas laterales con retablos de los siglos XVII y XVIII y rejas en bronce del siglo XVI. A la izquierda puede verse el retablo de Santa Gertrudis y San Benito y a la derecha el de San Froilán y Santa Tigridia (hija de los Condes de Castilla; Sancho García y Doña Urraca enterrados aquí).

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Mural de Santa María Egipciaca

Antes de llegar al crucero, en la capilla de la izquierda, puede verse el Cristo de Oña; un Cristo románico de finales del siglo XII. A la derecha, en el muro de la epístola y tras una pared encalada, se encontró el 1 de mayo de 1970, unas pinturas al fresco de estilo gótico de principios del siglo XIV, conocidas como el Mural de Santa María Egipciaca y donde puede verse la vida de Santa María de Egipto una prostituta del siglo V que tras una vida licenciosa supo encontrar el camino de la fe tras una peregrinación a Jerusalén. En el fresco puede verse, por ejemplo: la muralla de la ciudad de Jerusalén, Santa María de Egipto en el Santo Sepulcro, el Desierto de Judá donde se retiró Santa María de Egipto y un ángel custodio en forma de león.

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Órgano y Capilla de Santa Catalina

El antiguo crucero con acceso a la torre sirve para albergar un órgano barroco con más de 1.100 tubos construido por Antonio de San Juan en 1768 y la Capilla de Santa Catalina donde puede verse un Retablo de Santa Catalina de tracerías góticas del siglo XV, rodeado de 6 tablas hispano flamencas y pinturas de Fray Alonso de Zamora del año 1500.

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Sillería del coro

La fastuosidad va in crescendo cuando llegamos a la Capilla Mayor, nos encontramos bajo la segunda bóveda gótica más grande del mundo, una bóveda octogonal de 400 m2 diseñada por Juan de Colonia y construida por Francisco Díaz de Presencio en 1450. Aquí se encuentra un coro gótico del siglo XV realizado en madera de nogal por los propios monjes del monasterio y formado por 84 sitiales bellamente cincelados.

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Capilla Mayor donde se encuentra el Altar Mayor y los sepulcros del panteón

El Altar Mayor de estilo churrigueresco del siglo XVIII, está presidido por un retablo barroco en forma de arco triunfal que separa el Panteón Real situado a la izquierda, del Panteón Condal situado a la derecha, juntos albergan ocho sarcófagos de los primeros reyes de Castilla y de sus últimos condes. En el Panteón Real se encuentran, de izquierda a derecha, los sepulcros del Infante Don García (hijo del rey Alfonso VII El Emperador), de Doña Mayor Reina de Pamplona (hija del Conde Sancho García y esposa del rey Sancho III el Mayor), del rey Sancho III el Mayor de Pamplona (que modificó el Camino de Santiago que atravesaba Álava) y del rey Sancho II el Fuerte de Castilla (que fue asesinado en Zamora en el año 1072 y fue el mismísimo Cid, alférez del rey, quien trajo su cuerpo para ser enterrado en Oña). La iglesia del Monasterio de San Salvador se convertiría así en el primer Panteón Real de Castilla.

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Panteón Condal

En el Panteón Condal se encuentran, de izquierda a derecha, los sepulcros de Sancho García (fundador del Monasterio de San Salvador de Oña), su esposa la condesa Doña Urraca y su hijo el Infante Don García Sánchez (último conde de Castilla y que fue asesinado el día de su boda), así como los sepulcros de los infantes reales Don Alfonso y Don Enrique (hijos de Sancho IV el Bravo).

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Sepulcros del Infante Don García y Doña Mayor Reina de Pamplona

Los sepulcros de los condes y reyes de Castilla y Navarra de la Iglesia del Monasterio de San Salvador de Oña fueron tallados en madera de nogal y taracea de boj, por el monje benedictino Fray Pedro de Valladolid en el siglo XV en estilo gótico mudéjar y son una importante obra del arte funerario medieval europeo. Las pinturas que cubren las paredes de los panteones son obra de Fray Alonso de Zamora.

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Capilla y arca de San Iñigo

Tras el Retablo Mayor se encuentra la Capilla de San Iñigo decorada con pinturas rococó y presidida por un tabernáculo del siglo XVIII que acoge el Arca de San Iñigo realizada en 1597 en oro y plata y que custodia las reliquias del patrón de Oña que un día fue el Abad más importante de este monasterio benedictino. Una puerta situada junto a los sepulcros del Panteón Condal, conduce a la Sacristía Mayor de estilo herreriano construida en el siglo XVI y donde se guardan las vestimentas sacerdotales y cálices para la liturgia, así como piezas de orfebrería en plata y bronce.

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Aljuba hispanomusulmana del siglo X

En la Sacristía Mayor se exhiben dos importantes piezas textiles de época medieval. Por un lado, la mortaja del infante Don García elaborada en Almería en el siglo XII con un tejido almorávide de seda e hilos entorchados en oro y la aljuba hispanomusulmana de lino del conde Don Sancho García realizada en el siglo X, durante el reinado de Abd al-Rahman III, con bordados en seda e hilos entorchados en oro de 21 quilates y que está considerado uno de los tejidos más antiguos de España.

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Arquería románica que decoraba el refectorio

A continuación, se encuentra la Antesacristía y la antigua Sala Capitular del siglo XII que luce unos arcos policromados, son el resto más antiguo de época románica que se conserva en el Monasterio de San Salvador. En la actualidad el espacio sirve para exhibir restos románicos como la arquería que decoraba el refectorio del monasterio benedictino con la Última Cena o piezas de cerámica vidriada procedentes de la Capilla Mayor del siglo XV al XVI.

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Claustro de los Caballeros

El último espacio que visitamos es el Claustro de los Caballeros construido entre 1503 y 1508 en estilo gótico flamígero por Simón de Colonia. Hoy acoge varios sepulcros del siglo XVI de los Condes de la Bureba situados en la pared contigua a la nave central, como son el de: Salvador Álvarez y su hijo Álvaro Salvadores, Gómez González de Candespina, Rodrigo Gómez y su esposa Doña Elvira (nieta del Cid), Gutiérrez Rodríguez de Toledo (camarero mayor del Conde Sancho García).

San Salvador
Virgen de Santa María de Oña

Decorado con una importante reja románica de 1068 se encuentra el panteón renacentista de 1534 del Obispo de Osma: Don Pedro González Manso, le siguen los sepulcros de Gonzalo Salvadores y por último el sepulcro de Diego López de Villacanes (mayordomo del Conde Sancho García). Sobre la puerta que encontramos en esta esquina, llamada Puerta de la Virgen, se haya una imagen gótica de la Virgen de Santa María de Oña a la que el rey Alfonso X El Sabio dedicó sus célebres “Cantigas de Santa María”.

Jardines benedictinos
Jardines benedictinos

En la antigua huerta del Monasterio benedictino de San Salvador de Oña se levanta hoy la Casa del Parque Natural Montes Obarenes y los Jardines benedictinos con los estanques del siglo XVI que utilizaban los monjes como piscifactoría para la cría de truchas y anguilas. Para los amantes del senderismo, existe una red de senderos como el PR.BU-15 que une Oña con Poza de la Sal en 4:30 h. con un recorrido de 16 km o mucho más corta y accesible la Senda circular de la Huerta de San Salvador de 2’2 km y que puede recorrerse en 45 minutos.

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Poza de la Sal: el balcón más salado de La Bureba

Poza de la Sal

Plaza Nueva
Casas de entramado de madera y blasonadas de la Plaza Nueva

A 25 km de Briviesca se encuentra Poza de la Sal; una villa medieval adaptada a la geografía en fuerte pendiente donde se apiñan las viviendas de piedra. Su antigua muralla construida con cuatro puertas alrededor del siglo XIII se conserva prácticamente en su totalidad, su castillo y sus famosas salinas explotadas desde el siglo I, son los puntos fuertes que se deben visitar de la antigua Salionca de los autrigones y de la ciudad romana de Flavia Augusta.

Puerta del Conjuradero
Puerta del Conjuradero

Lo primero que verás al llegar a Poza de la Sal es la Plaza Nueva construida en el año 1660 por orden de Doña Juana de Rojas y Córdoba, V Marquesa de Poza y la Puerta del Conjuradero o Arco de la Concepción que sirve de puerta de entrada y acceso principal al interior de la villa, donde se encuentran algunas casas blasonadas. Desde 1694, en el balcón situado sobre el arco, los sacerdotes conjuraban el Tentenublo para que el tiempo no afectara a las salinas, ni a las cosechas. Tras pasar el arco reformado en el siglo XVII te encontrarás con la Plaza Vieja rodeada de casas con soportales sostenidos por pilares de madera.

Calle La Red
Entrada a la muralla por la Calle La Red

Antes de entrar al centro histórico, acércate hasta el mirador sobre La Bureba, las vistas son impresionantes, también mira hacia arriba, seguro que ves aves rapaces. En la Calle La Red se encuentra un paño de la muralla levantada por orden de Don Juan Rodríguez de Rojas en el año 1300 con una puerta abierta en 1741 que te adentra en la Plaza de la Villa donde se encuentra el Ayuntamiento construido en 1595 y la Oficina deTurismo de Poza de la Sal donde se encuentra el Espacio Medioambiental Félix Rodríguez de la Fuente.

Espacio Medioambiental Félix Rodríguez de la Fuente
Espacio Medioambiental Félix Rodríguez de la Fuente

En la Plaza de la Villa se inicia el itinerario urbano: Un paseo por el primer cielo que tiene su punto de inicio en el Espacio Medioambiental Félix Rodríguez de la Fuente donde encontrarás una exposición sobre su infancia y publicaciones sobre su muerte que sirven para recordar su legado. Félix Rodríguez de la Fuente nació en Poza de la Sal el 14 de marzo de 1928, el hábitat del Páramo de Poza y de Masa, el Salero, el peñón del Castillo y La Bureba, determinaron la carrera de naturalista de Rodríguez de la Fuente salpicada de corzos, jabalíes, lobos, zorros, buitres, águilas, alimoches, ginetas y garduñas.

Calle Mayor
Casas de piedra y entramado de madera

En Poza de la Sal predominan las calles angostas y en pendiente, salpicadas de casas de gran altura (de 3 y 4 pisos) para el aprovechamiento de la luz y para ganar mayor espacio. El primer piso está construido con sillería u ofita, una piedra subvolcánica de gran ligereza que también puede encontrarse en el empedrado de las calles de Poza de la Sal, mientras que los pisos están construidos en adobe y entramado de madera con enlucidos en yeso.

Iglesia Parroquial de los Santos Cosme y Damián
Iglesia Parroquial de los Santos Cosme y Damián

La Iglesia Parroquial de los Santos Cosme y Damián es un templo construido entre los siglos XIII y XV en estilo gótico, con una portada barroca de 1648 obra de Simón Cordero y Esteban Iturriaga. Presenta planta basilical con tres naves cubiertas con bóvedas de crucería y un abigarrado Retablo Mayor de mediados del siglo XVIII.

Calle Mayor
Calle Mayor de Poza de la Sal

En la Calle Mayor 18, encontrarás la Casa donde nació y vivió su infancia Félix Rodríguez de la Fuente. Su cuadrilla llamada Dios te libre estaba formada por sus amigos Antonio San Juanes y Policarpo de la Fuente. Cada verano las aventuras de los tres muchachos les llevaba a descubrir nidos de vencejos, abubillas y gorriones, así como toda la naturaleza de La Bureba.

Centro de Interpretación de Las Salinas
Centro de Interpretación de Las Salinas

El Centro de Interpretación de Las Salinas se encuentra en la antigua Casa de la Administración de las Reales Salinas; un edificio construido por orden del rey Carlos III de España entre 1789 y 1796 y que estuvo en funcionamiento como Oficina de Control hasta 1868. Desde el 2003 acoge una exposición en su interior que ayuda a entender la importancia de uno de los diapiros salinos más importantes de mundo y el más grande de Europa: el diapiro de Poza de la Sal. Un diapiro salino es una formación salina en forma de cilindro, seta o gota que se abre paso por la tierra y emerge a la superficie, desde hace más de 210 millones de años. Un inmenso cráter de unos 2’5 km de diámetro encierra la cuenca salinera de Poza de la Sal desde el Triásico. De forma didáctica, científica y etnográfica el Centro de Interpretación de Las Salinas muestra los procesos de explotación y los secretos de elaboración de sal, con ayuda de maquetas, paneles explicativos y objetos que un día formaron parte de la actividad de las salinas.

Salinas
Salinas de Poza de la Sal

Gracias a las Salinas de Poza de la Sal, la villa se convirtió en el siglo X, en el centro productor de sal más importante del norte peninsular. Reyes, nobles y clero quisieron sacar tajada del tesoro salino y en 1135 el rey Alfonso VII de León le concedió fueros a la villa, en 1170 el rey Alfonso VIII de Castilla la entrega en arras a su esposa Leonor de Inglaterra. En 1298 el rey Fernando IV le otorgó el señorío de Poza a la familia Rojas y pasa a ser un marquesado en 1530 con el reinado de Carlos I. En 1564 Felipe II de España establece el monopolio real de la producción y venta de sal que durará hasta 1868.

Castillo de los Rojas
Castillo de los Rojas

El Castillo de los Rojas fue construido en el siglo XI para defender la villa de Poza de la Sal y las salinas, aunque el edificio que podemos ver hoy es de la última reconstrucción del siglo XVI. En el siglo XIV la familia Rodríguez de Rojas lo reconstruye para defender las riquezas que se extienden a sus pies. Funcionó como prisión durante la Guerra de la Independencia (1808 – 1814) y las Guerras Carlistas (1833 – 1876). Conserva un patio con aljibe y las torres de vigilancia de la guardia que se pueden visitar sin pagar entrada, accediendo a través de una escalera tallada en la roca. Su visita permite contemplar una vista panorámica sobre el Salero, el Páramo de Masa y La Bureba.

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Belorado: del Camino de Santiago a una trinchera de la Primera Guerra Mundial

Belorado

Plaza Mayor
Soportales de la Plaza Mayor de Belorado

Belorado es una antigua villa medieval que fue frontera entre el imperio musulmán y el cristiano. Allá, por el año 1116, el Rey Alfonso I de Aragón la dotó de un recinto amurallado (hoy desaparecido), del primer fuero de Castilla (el segundo en la historia de España).

La villa, además, tuvo varios privilegios para su repoblación, así como el permiso para celebrar mercado (el primer mercado de España que ha sido documentado) y que aún se sigue celebrando los lunes en su Plaza Mayor.

Qué ver en Belorado

Plaza Mayor de Belorado

Iglesia de San Pedro Apóstol
Iglesia de San Pedro Apóstol, Ayuntamiento y Oficina de Turismo

En la Plaza Mayor se encuentra la Oficina de Turismo de Belorado, el mejor lugar para iniciar tu ruta de descubrimiento por la localidad y descubrir los restos de la antigua Bellumfori y del oppidum romano. 

En su interior se exponen algunas estelas funerarias de cuarcita, un photocall del burladero de una plaza de toros ¡con capote y montera!, así como paneles informativos sobre el patrimonio arqueológico, histórico, cultural y natural de Belorado.

Plaza Mayor
Templete de la Plaza Mayor de Belorado

La Plaza Mayor de Belorado es una plaza porticada del siglo XVI de estilo castellano que está presidida en el centro por un templete de planta octogonal construido en el siglo XX y rodeada de casas que lucen grandes blasones, como la casa blasonada de Ungo de Velasco construida en el siglo XVIII.

Alegría del Prado
Casa Municipal de las Asociaciones

En un lateral de la Plaza Mayor se encuentra la Iglesia de San Pedro Apóstol, templo barroco del siglo XVII donde nos dicen que el Retablo Mayor, obra de Manuel y Pedro Román Solano de 1760, es el más hermoso de Belorado. 

En el lado opuesto, la Casa Municipal de las Asociaciones homenajea al botánico local Hipólito Ruiz Pérez con un mural pintado por Alegría del Prado, grupo formado por los artistas Octavio Macías Alegría y Ester González del Prado

La iniciativa, llamada Wall-King, que ya ha pintado varios murales en edificios de propiedad municipal, y pretende convertir a Belorado en un museo al aire libre.

Paseo del Ánimo

Paseo del Ánimo
Rosa María Calaf en el Paseo del Ánimo de Belorado

Por la Calle Ramón y Cajal se llega al "Paseo de la Fama" de Belorado, llamado Paseo del Ánimo y que se transcurre por la Calle Mayor, la Calle Raimundo de Miguel y Navas y la Calle Hipólito López Bernal

Desde 2009, estrellas del deporte, la cultura y personajes famosos han dejado la huella de su mano (como símbolo de acogida) y la de su pie (como símbolo de acompañamiento en el camino y personas que dejan huella) en baldosas que cubren el pavimento del Camino de Santiago que pasa por Belorado. 

De momento, los actores Martin Sheen y Deborah Kara Unger, los deportistas Edurne Pasabán, Marta Domínguez, Gebregziabher Gebremariam, Fernando Romay, Miguel Indurain y Alberto Contador o los periodistas Carlos Herrera y Rosa María Calaf ya han dejado su impronta.

Iglesia de Santa María

Iglesia de Santa María
Iglesia de Santa María

Muy cerca se encuentra la Iglesia de Santa María, un templo renacentista del siglo XVI de tres naves con crucero y cuatro capillas, levantado sobre un templo anterior románico. La fachada realizada en piedra de sillería fue reconstruida en 1901 en estilo neogótico con una espadaña clásica. 

En su interior destacan: el retablo barroco del siglo XVI del Altar Mayor que acoge la imagen gótica de la Virgen del siglo XIII (del templo anterior llamado de Santa María de la Capilla), el retablo de la Capilla del Apóstol Santiago, así como la Capilla de los Mendoza-Salazar del siglo XVI y dedicada a San Nicolás de Bari.

Street Art en Belorado

Barrio del Corro
Casa blasonada de los Salas con el mural pintado por Regue Fernández

Un buen lugar para perderse en Belorado es por el antiguo Barrio del Corro conocido en la actualidad como Ollerías Viejas y que corresponde a la antigua judería de la Edad Media que se ubicaba junto a la muralla. 

La población judía se asentó en Belorado en el siglo XII gracias al comercio y al Camino de Santiago, que se convertirían en dos buenas fuentes de ingresos. 

Los judíos se convertirían en los responsables del cuidado y reparación de la Torre del Homenaje y de la muralla de Belorado, a cambio de no pagar impuestos al rey.

Museo Internacional de Radiocomunicación (MIR)

Museo Internacional de Radiocomunicación Inocencio Bocanegra
Carro de combate M-60 Patton junto al Checkpoint Charlie

Un antiguo silo de cereales alberga hoy el Museo Internacional de Radiocomunicación (MIR) Inocencio Bocanegra; un magnífico museo con varios puntos de interés. Nada más entrar, lo harás en la Berlín ocupada de finales del siglo XX, ya que tras pasar las torres de vigilancia te toparás con el Checkpoint Charlie de Friedrichstrasse de la capital alemana.

Es el Punto de control más famoso del mundo: ¡el del Muro de Berlín! Junto al Checkpoint verás un tanque, sí, has leído bien, un verdadero carro de combate M-60 Patton ATTS usado durante la Guerra Fría y el único visitable de España.

Recreación del Titanic

Museo Internacional de Radiocomunicación Inocencio Bocanegra
Uno de los camarotes recreados del Titanic

Tras pasar por la puerta del único silo rehabilitado de España como lugar expositivo, no entrarás en un granero lleno de herramientas del campo, entrarás en la cubierta del mismísimo Titanic. ¿Sorprendente verdad? 

Pues sigue leyendo, esto no ha hecho más que empezar. La música que suena en el pasillo de entrada es la partitura original que escucharon los pasajeros de primera clase al acceder al barco.

Museo Internacional de Radiocomunicación Inocencio Bocanegra
Reproducción de la Sala Marconi del Titanic donde se lanzó el S.O.S.

En Belorado se ha reproducido fielmente los camarotes de primera clase de la cubierta de botes del RMS Titanic, un baño, la Sala Marconi desde donde se pidió ayuda la noche del 14 de abril de 1912 y el camarote de los radioperadores Harold Bride y Jack Phillips

Si hay en la historia un episodio más famoso relacionado con el código morse es el del hundimiento del Titanic: • • • –  –  – • • •, desde la tragedia fue instaurado como código de auxilio.

Bodega de un C-47 Dakota

Museo Internacional de Radiocomunicación Inocencio Bocanegra
 Receptores de radiocomunicación en el interior de la bodega de un C-47

La puerta por la que se accedía a la Gran Escalera de primera clase del RMS Titanic, se convierte en Belorado, en el decorado de la bodega de un C-47 Dakota. Nos convertimos por un momento en uno de los 13.400 paracaidistas americanos del Desembarco de Normandía

Tras ese viaje en el tiempo al 6 de junio de 1944, donde hemos oído el sonido del avión de transporte, nos encontramos con el mismo modelo de receptor del Enola Gay; el bombardero que lanzó la primera bomba atómica sobre Hiroshima o el receptor del Lockheed Model 12 Electra Junior, el avión utilizado en la película Casablanca.

Sala de la Segunda Guerra Mundial

Museo Internacional de Radiocomunicación Inocencio Bocanegra
Sala de la Segunda Guerra Mundial

Saltamos a la Sala de la Segunda Guerra Mundial, donde se exhibe el primer móvil de la historia, un Motorola DynaTAC 8000X que mide 25 cm. y pesa 793 gramos, también conocido como el "Banana Phone"

Estados Unidos pudo comunicarse de costa a costa en 1915 gracias a unas válvulas electrónicas llamadas triodos, y Bell Telephone hizo el resto. Hasta que en 1947 aparecieron los transistores (Premio Nobel de Física de 1956) uno de los inventos más importantes del siglo XX que han ayudado a reducir paulatinamente el tamaño de los aparatos electrónicos. 

También podrás verlos aquí, junto al aparato que anunció el 7 de diciembre de 1941 el ataque de Pearl Harbor o el mismo modelo de radiocomunicación que tenía el presidente Harry S. Truman en el Despacho Oval.

Sala de la Guerra Fría

Museo Internacional de Radiocomunicación Inocencio Bocanegra
Trajes espaciales en la Sala de la Guerra Fría

Salimos a la Sala de la Guerra Fría, donde los aparatos de radioescucha y espionaje hacen compañía a un traje espacial similar al utilizado por Yuri Gagarin en 1961 y a un casco de piloto de caza al más puro estilo de Top Gun. 

En este museo se ha reunido toda la historia de las comunicaciones inalámbricas de onda, a través de algunos de los episodios más importantes de la historia de la humanidad, sus protagonistas y los aparatos que lo hicieron posible.

Museo Internacional de Radiocomunicación Inocencio Bocanegra
Los espías también tienen su espacio en el MIR

La colección donada por el ingeniero burgalés Inocencio Bocanegra está considerada una de las cinco mejores colecciones sobre radiocomunicación y la más grande de Europa (todos los equipos son originales y funcionan). 

Expuestos de forma didáctica y relacionados con etapas y periodos históricos, todos los equipos de radiocomunicaciones de uso civil, así como los equipos de uso militar, muestran su función y la evolución de los dispositivos desde 1931 hasta 2004.

Recreación de una trinchera de la Primera Guerra Mundial

Museo Internacional de Radiocomunicación Inocencio Bocanegra
Vista de la trinchera, a la izquierda el acceso al puesto de socorro

La visita no acaba aquí, tras pasar la última puerta, te espera la mayor recreación de una trinchera de la Primera Guerra Mundial de Europa. Realizada a tamaño real, es la única trinchera reconstruida de España, donde podrás conocer los diferentes espacios que la componía. 

Entrarás en el "hospital" o puesto de socorro donde eran atendidos los enfermos y los heridos, allí verás expuestas algunas piezas clave del equipo médico como la bolsa de transfusión, el bisturí, la sierra o el machete. 

La cocina tiene la leña preparada para encender las estufas y la despensa con estanterías tiene las provisiones ordenadas llenas de sacos, latas y cajas y algún que otro tonel de vino.

Museo Internacional de Radiocomunicación Inocencio Bocanegra
A la izquierda puede verse el protector contra las mordeduras de ratas

Los dormitorios con literas para los soldados están listos para la batalla contra las ratas, debido a las condiciones insalubres y el peligro de las mordeduras de estos roedores, se ideó un tipo de jaula protectora para protegerse de las terribles mordeduras de las ratas. 

Continuamos hasta el espacio reservado para los oficiales que tienen muebles y más comodidades que los soldados. Aquí se encuentra el puesto de mando, el cuerpo de guardia, el dormitorio, el salón y la centralita, mientras te topas con las máscaras de gas o las mantas para cubrirse en caso de ataque químico. 

Por último, acércate hasta el M.A.S.H.; el Hospital de campaña del ejército y al helicóptero UH Bell 1 que está listo para despegar.

Más información: Museo Internacional de Radiocomunicación Inocencio Bocanegra. Dirección: Av. Campo de los Deportes 18, 09250 Belorado (Burgos). Visitas previa reserva. Entrada: 5 €. Web: Museo Internacional de Radiocomunicación Inocencio Bocanegra.

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