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Musée Wiertz: la esencia del romanticismo belga

Bruselas
L'attente (1844) y Quasimodo (1839)

Bruselas, la fascinante capital europea, es hogar de una rica amalgama de historia, arte y cultura. Entre sus tesoros culturales, quizás de los más desconocidos, se encuentra el Musée Wiertz. El museo está situado en la antigua residencia y taller del artista Antoine-Joseph Wiertz, prominente figura del romanticismo belga.

Antoine-Joseph Wiertz: un visionario del Romanticismo


Bruselas
Antoine Wiertz fue una prominente figura del romanticismo belga

Antoine Wiertz, nació en Dinant el 22 de febrero de 1806 y dejó una huella indeleble en el arte del siglo XIX, destacándose como un ejemplo de la efervescencia cultural de la época. Desde joven, demostró un talento artístico excepcional, trasladándose a Bruselas para estudiar en la Academia Real de Bellas Artes. Allí, rápidamente se destacó como un artista visionario.

Bruselas
La lutte homérique (1853)

No solo abrazó los ideales románticos de su tiempo, sino que los llevó más allá, desafiando las convenciones artísticas establecidas y explorando temas filosóficos y sociales en sus obras. Defensor de la pintura monumental, con lienzos que sobrepasan los 9 y 11 metros de altura, Wiertz fue considerado un "filósofo con pincel".

Legado cultural y residencia en Ixelles (Bruselas)


Bruselas
El Musée Wiertz actualmente rinde homenaje al genio creativo de Antoine Wiertz

En 1850, Wiertz se trasladó a Ixelles, donde diseñó su propio estudio, casa y jardín. El espacio fue concebido con dos premisas importantes: la primera, debía ser un lugar donde poder pintar lienzos a gran escala, para lo cual el taller debía tener unas dimensiones de aproximadamente 35 metros de largo por 15 metros de ancho y 15 metros de altura, acordes con sus colosales obras, presentes y futuras.

Bruselas
Heureux temps (1837)

La segunda premisa era conservar su legado de la mejor manera posible para que su obra le sobreviviera. Wiertz propuso una gran sala con cuatro paredes sin aberturas y un techo de cristal que inundara de luz el espacio. Para llevar a cabo este proyecto, Wiertz presentó la idea a Charles Rogier, el ministro del Interior belga de entonces.

Legado Post Mortem

Bruselas
Noticia sobre el entierro de A. Wiertz aparecida en L'Illustration, Journal Universel en julio de 1865

A cambio de que el gobierno sufragara los gastos de su casa-taller, Wiertz donaría sus obras al Estado belga, con la condición de que sus obras permanecerían en el estudio durante su vida y después de su muerte, acaecida en Ixelles el 18 de junio de 1865. Aunque deseaba ser enterrado en su jardín, esto le fue negado. Su funeral tuvo lugar el 21 de junio y el Ayuntamiento de Ixelles dispuso una tumba en el cementerio municipal.

Bruselas
Máscara mortuoria en bronce de Antoine Wiertz, fundida del natural, después de su muerte

La rue du Remorqueur, que bordea la vía férrea en el barrio Léopold, pasó a llamarse rue Wiertz. Su corazón embalsamado por separado, fue colocado en una caja de plomo y entregado al Ayuntamiento de Dinant, su ciudad natal. Lamentablemente, el Ayuntamiento arderá en agosto de 1914. 

Puedes descubrir qué ver en Dinant: la ciudad bañada por el Mosa en la bella región de Valonia, en mi artículo de viajes.

Pinturas de Antoine Wiertz


Bruselas
Longchamp à la Villa Borghèse (1834-1835)

Dentro de las paredes del Musée Wiertz, los visitantes tienen la oportunidad única de sumergirse en la vastedad del repertorio artístico de Wiertz. Entre las numerosas obras que adornan las salas, algunas destacan por su monumentalidad y su capacidad para capturar la esencia del Romanticismo belga. Aunque sus contemporáneos no supieron reconocer el genio de Antoine Wiertz.

Bruselas
Madame Laetitia sur son lit de mort (1836)

En el Salón de París de 1839, Wiertz presentó a "Patrocle", así como a “Madame Laetitia [Bonaparte] sur son lit de mort” (1836), “La Fable des trois souhaits” [o insaciabilidad humana] (1836) y el tríptico titulado "Le Christ au tombeau" (1839). "Patrocle" también se expuso en el Salón de Bruselas de 1839, y las autoridades le otorgaron a Wiertz una medalla de plata dorada.

Bruselas
Le Christ au tombeau (1839)

"Le Christ au tombeau" (1839): Este tríptico, presentado en las exposiciones de Bruselas y París en 1839, así como en Gante en 1844, muestra en el panel central, el momento en el que Cristo, descendido de la cruz, es entregado a José de Arimatea. Yace sobre la piedra sepulcral, mientras la Madre de Dios, sumida en el dolor, inclina su cabeza sobre su hijo. María Magdalena y otra mujer contemplan con aflicción esta trágica escena. En los paneles laterales, Eva sostiene la manzana en la mano, vacilando antes de morderla. En el segundo panel, el Ángel del Mal seduce con su belleza infernal, con una expresión desafiante, deleitándose en su propia maldad.

Bruselas
Baigneuses et satyres (1841)

"Baigneuses et satyres" (1841): En esta pintura, cuatro hermosas jóvenes se encuentran en el borde de una fuente, dudando en sumergirse. Un sátiro trata de atraer a una joven tirando suavemente de su prenda, quien, aunque ofrece poca resistencia, se muestra reacia. Amor, oculto tras el sátiro, parece animarlo. Mientras una joven ya está en el agua, hace señas a sus compañeras para unirse. En segundo plano, un sátiro anciano toca la flauta de Pan.

Bruselas
La révolte des Enfers contre le Ciel (1842)

"La révolte des Enfers contre le Ciel" (1842): Es una obra maestra de dimensiones colosales (11.53 m x 7.93 m), creada en pocas semanas durante el año 1841 en la iglesia en desuso de Saint-André, puesta a disposición de Wiertz por el Ayuntamiento de Lieja. La pintura se expondrá en el Salón de Bruselas de 1842. Por su formato, este gigantesco lienzo arqueado, de inspiración rubeniana, se instalará, según las indicaciones del catálogo, en la Iglesia de los Agustinos de Bruselas, demolida entre 1893 y 1894.

Bruselas
Une jeune fille à sa toilette (1842) y Le bouton de rose (1864)

"Une jeune fille à sa toilette" (1842): En esta obra, Wiertz abandona la grandiosidad épica para sumergirse en la intimidad de la vida cotidiana. La representación detallada de una joven en su tocador es un ejemplo magistral de la habilidad de Wiertz para capturar la belleza en las situaciones más simples. En "Le bouton de rose" (1864): una joven, casta y desnuda como la Venus de Médicis, ofrece un capullo de rosa. ¿A quién? Es un secreto que solo su rubor delata a medias.

Bruselas
Les Grecs et les Troyens se disputant le corps de Patrocle (1844-45)

"Les Grecs et les Troyens se disputant le corps de Patrocle" (1844-45): En esta impresionante pintura al óleo de 5.20 metros de altura y 8.52 metros de ancho, se representa la encarnizada lucha entre griegos y troyanos por el cuerpo de Patroclo. La oscuridad envuelve la escena mientras los guerreros más valientes se enfrentan alrededor del cadáver. La batalla extenuante se prolonga hasta el anochecer, dejando a todos exhaustos y cubiertos de sangre, sudor y polvo. Ambos bandos ansían arrastrar el cuerpo en direcciones opuestas. Esta obra es la segunda que Wiertz pintó sobre el mismo tema; la primera fue realizada en Roma en 1836 y expuesta allí un año después, así como en Bruselas y París en 1839.

Bruselas
Le Triomphe du Christ (1848)

"Le Triomphe du Christ" (1848): en esta impactante pintura al óleo de 6.25 metros de altura y 11.04 metros de ancho, se representa a Cristo recién fallecido, crucificado y rodeado por la aureola divina, mientras las tinieblas se disipan ante su trascendental paso a la inmortalidad. Un ejército de santos arcángeles se precipita desde la bóveda celestial persiguiendo a los ángeles caídos. Satanás desafía una vez más a Cristo, dejando tras de sí una larga estela de fuego. El arcángel Miguel, con la espada flamígera, señala con un gesto imperioso al espíritu de las tinieblas y al reino infernal, su futura morada. 

Bruselas
De la Chair à canon (1858)

"De la Chair à canon" (1858): En esta obra, un grupo de niños juega cerca de un cañón abandonado que parece haber inspirado el juego de ser soldados, desencadenando una feroz lucha. Han capturado a un prisionero y lo atan con cuerdas. Uno de los niños, consciente de su papel, adopta una pose marcial; otro golpea al prisionero, mientras una niña llora de miedo junto al cañón. La obra, aparentemente alegre, arroja una sombra amarga al explorar la dualidad entre la inocencia infantil y la brutalidad de la guerra.

Bruselas
La Forge de Vulcain (1858)

"La Forge de Vulcain" (1858): Esta pintura al óleo de 2.12 metros de altura y 2.80 metros de ancho, muestra a Vulcano, el dios del fuego y la forja, meditando sobre un diseño que será forjado en hierro o grabado en oro, ya sea en una coraza o en un escudo. Venus le ofrece un zumo de las uvas, vertido en una copa de oro por las ninfas. Amor está presente, mientras en el fondo, los cíclopes forjan una armadura.

Esculturas de Antoine Wiertz


Bruselas
Première époque. Naissance des passions (1860)

No satisfecho con pintar, Wiertz deseaba regresar a la escultura, técnica aprendida desde muy joven y que nunca abandonó por completo. Al final de su vida, modeló tres grupos que simbolizarían la historia de la humanidad, con la aspiración de reproducirlos en dimensiones colosales en alguna plaza pública. El primer grupo, "Première époque. Naissance des passions", representa las luchas que ensangrientan el mundo.

Bruselas
Deuxième époque. Les luttes (1861)

El segundo grupo, "Deuxième époque. Les luttes", representa dos hombres en una lucha espantosa, simbolizando las largas guerras que han involucrado naciones enteras. El tercer grupo fue para la Luz. El Genio de la civilización llega para librarse del ángel del mal que lucha a sus pies. En una mano puede verse la espada de esta contienda fratricida, y en la otra, elevada hacia el cielo, la antorcha que, iluminará a todos los hombres, invitando a la paz y a la unión.

Bruselas
Escultura Troisième époque. La lumière" (1870)

Escultura "Troisième époque. La lumière" (1870): Wiertz diseñó el proyecto de una estatua monumental de 45 metros de altura, la figura colosal debía colocarse en lo alto del promontorio que domina el río Mosa en la ciudad de Dinant. Sin embargo, la magnitud de la visión de Wiertz resultó ser demasiado ambiciosa y el proyecto de la estatua nunca se materializó.

Dinant
Proyecto de escultura gigante del Triunfo de la Luz para la ciudadela de Dinant

Aunque sí fue instalada en la plaza del ayuntamiento de Dinant, una versión “reducida” de la escultura que posteriormente fue trasladada, en 1938, al final de la Rue Wiertz. Cuenta la leyenda que esta obra inspiraría a Frédéric-Auguste Bartholdi para la creación de la icónica Estatua de la Libertad (1886), si bien con una diferencia notable: la sustitución de la espada por las tablas de la constitución americana.

Bruselas
Sala principal del Musée Wiertz

En el museo pueden verse aproximadamente unas 220 obras de Antoine Wiertz, entre pinturas, esculturas y dibujos. Su obra, inspirada por la de Rubens, Miguel Ángel, Rafael y los Grandes Maestros, destacó por un dibujo preciso y una paleta refinada. La disposición general de las obras en este museo conserva el espíritu de presentación de las colecciones en vida del artista.

El Jardín de los Ciudadanos: un oasis en el Barrio Europeo


Bruselas
El Jardín de los Ciudadanos cuenta con 17 especies de árboles, incluyendo álamos, arces y castaños

La vivienda y el taller de Antoine Wiertz quedan rodeados por el Jardín de los Ciudadanos; un encantador oasis, situado a tan solo cien metros de la entrada oficial del Parlamento Europeo. El jardín fue inaugurado al público en septiembre de 2020 tras una concienzuda renovación. En la época del pintor podía verse en el jardín una reproducción de la columnata del Templo de Paestum.

Bruselas
Escultura de Homero en el Jardín de los Ciudadanos

Al pasear por este pintoresco rincón, te encontrarás rodeado de setenta y seis árboles, algunos de ellos centenarios. Además de una colección de esculturas al aire libre de filósofos y artistas europeos, bancos que invitan a bajar el ritmo y un área de césped presidida por un pintoresco pabellón de música, que de vez en cuando se transforma en el escenario de eventos culturales.

Más información: Musée Wiertz. Dirección: Rue Vautier 62 / Vautierstraat 62, 1050 Bruselas. Teléfono: +32 (0)2 648 17 18. Horario: De martes a viernes: de 10 a 12 h y de 12:45 a 17 h. Sábados y domingos: Sólo para grupos con reserva. Cerrado: lunes y 1 de enero, 1 de mayo, 14 de septiembre, 1 de noviembre, 11 de noviembre y 25 de diciembre. Los días 24 y 31 de diciembre el museo cierra a las 14 horas. Entrada gratuita.

Toda la información generada durante mi viaje a Bruselas puede consultarse a través del hashtag #visitbrussels.

Ecomusée de Marquèze: un museo al aire libre del siglo XIX

Ecomusée de Marquèze
Dos tercios de los edificios provienen de aldeas cercanas
El Ecomusée de Marquèze, situado en el Parque Natural Regional de las Landas de Gascuña, es una joya del patrimonio cultural y natural de Nouvelle-Aquitaine. Fundado en 1969, este ecomuseo es uno de los primeros en Francia que utilizó la técnica de los traslados de edificios para recrear de forma idéntica un “airial” de antaño. También es uno de los museos al aire libre más grandes del territorio. Tiene una misión clara: preservar, investigar y transmitir el rico patrimonio etnográfico de las Landas de Gascuña, recreando la vida de sus habitantes en el siglo XIX.

Ecomusée de Marquèze
Este sistema arquitectónico creó la identidad de las Landas de Gascuña

Hace 150 años, esta región estaba habitada por pastores y agricultores que vivían en completa armonía con la naturaleza que los rodeaba. Marquèze es un testimonio de la estrecha relación que existía entre esta sociedad y su entorno, con implicaciones económicas, culturales y sociales. Una de las particularidades más destacadas de Marquèze es su enfoque en la reconstrucción histórica. Los visitantes pueden explorar libremente las casas y graneros a su propio ritmo. No te olvides visitar la zona del molino y el estanque de pesca, y de conocer a los lugareños vestidos con trajes de la época.

Ecomusée de Marquèze
Desde la Estación de Sabres parte el tren con destino al Ecomusée de Marquèze

El acceso a Marquèze es parte de la aventura, ya que solo se puede llegar en el tren del ecomuseo. Este tren centenario te lleva a través del exuberante bosque de las Landes hasta la aldea de Marquèze, donde se han recreado los edificios utilizando el catastro elaborado por Napoleón III en 1836 como referencia, pero también se han recreado los paisajes, campos, bosques de resina y molinos, para dar vida a una típica aldea landesa del siglo XIX. Aquí, te toparás con ovejas landesas, cultivos de cereales antiguos, huertos y descubrirás una colección de utensilios y muebles antiguos en las casas.

Ecomusée de Marquèze
Mapa del Ecomusée de Marquèze

Las ovejas, pavos y patos campan a sus anchas durante el día hasta que son recogidos al caer la tarde. El Ecomusée de Marquèze dispone de un folleto general en español con explicaciones y un mapa que te ayudará a localizar todos los puntos de interés, desde los diferentes edificios y sus usos, hasta las demostraciones de oficios y los animadores vestidos de época. Además, en el interior de cada casa también encontrarás explicaciones en varios idiomas, entre ellos el español.

Estación de tren de Sabres


Ecomusée de Marquèze
Estación de tren de Sabres

Desde aquí, los trenes parten rumbo al Ecomusée de Marquèze. Justo en frente del andén de la antigua estación de Sabres, se encuentra "El Pavillon", un espacio expositivo que alberga exposiciones tanto permanentes como temporales, diseñadas especialmente para el disfrute del público infantil. La exposición permanente nos lleva a través de los últimos 150 años de transformación, desde los páramos de las Landas hasta convertirse en el bosque cultivado más grande de Europa. Atención porque el Pavillon cierra sus puertas a las 18 h.

¡Pasajeros al tren!


Ecomusée de Marquèze
El viaje a una típica aldea landesa del siglo XIX comienza al subir en el tren histórico

El tren del ecomuseo es la única vía de acceso a la pintoresca aldea de Marquèze. Sigue la ruta de una antigua línea ferroviaria "económica" que se utilizó para transportar pasajeros, resineros y mercancías, en particular madera de pino entre Sabres, Labouheyre y Mimizan, desde 1889 hasta la década de 1960. Este tren conecta la estación de Sabres, donde actualmente se encuentra la recepción y la tienda del ecomuseo, con el Ecomusée de Marquèze.

Ecomusée de Marquèze
Interior de uno de los vagones del tren del Ecomusée de Marquèze

Sus característicos vagones verdes, considerados monumentos históricos, provienen del Hérault y fueron construidos entre 1903 y 1913 para la línea de Palavas-les-Flots a Montpellier. Pueden transportar a 37 personas sentadas en sus bancos de madera y a 20 personas de pie. Éste es también, en gran parte, el éxito de esta iniciativa. Desde hace 40 años, el tren transporta a unos 100.000 visitantes anuales a este lugar de memoria. El trayecto en tren de 4 km a través del bosque tiene una duración de 10 minutos.

La Maison de Giraute


Ecomusée de Marquèze
Es un ejemplo notable de la arquitectura tradicional landesa

La encantadora casa Malichecq, rescatada del barrio de Guirotte de Sabres en 2008 y montada en el Ecomusée de Marquèze en 2011, representa una de las viviendas tradicionales más antiguas que se conservan en las Landes. Según los estudios de los postes de madera, se remonta al siglo XII. Esta joya arquitectónica es un claro ejemplo de los métodos constructivos tradicionales, y se han añadido extensiones a los lados para ilustrar cómo se realizaban las construcciones utilizando materiales como el barro, la cuerda y la paja.

Espacio expositivo en el granero


Ecomusée de Marquèze
Olla para cocinar en el fuego

Esta antigua majada ha sido transformada en un espacio dedicado a la exhibición de la sociedad tradicional de las Landes y las antiguas actividades domésticas. Basada en una economía agropastoral, en sus vitrinas se explica la importancia de aprovechar al máximo los recursos que la tierra ofrecía. Desde los alimentos y la forma de adquirirlos y conservarlos, hasta el importante oficio de resinero, incluso se puede ver una colmena viva de abejas negras para la producción de miel.

La Bergerie de l’Airial


Ecomusée de Marquèze
Al final de la tarde, no te pierdas al pastor y su rebaño de ovejas

Este antiguo refugio invernal para el rebaño de ovejas es un ejemplo emblemático de majada landesa. Su tejado inclinado se diseñó para brindar protección contra los fuertes vientos y la lluvia. Alrededor de las 17:45 h se puede ver una emocionante demostración técnica de la conducción de un rebaño de ovejas, con la guía experta de su perro pastor.

L'Airial


Ecomusée de Marquèze
Granja en el airial del Ecomusée de Marquèze

El término "airial" se emplea en las Landes para describir un espacio habitacional tradicional con terrenos bien drenados, próximos a un curso de agua y rodeado de árboles. Estas áreas solían utilizarse tradicionalmente como pastizales para el ganado o para secar la madera. En el Ecomusée de Marquèze, el airial te sumergirá en el pasado y te llevará de vuelta a las Landes del siglo XIX. Aquí, encontrarás casas amuebladas de manera tradicional y tendrás la oportunidad de participar en diversas actividades y demostraciones que te ayudarán a comprender la vida de esa época en esta región.

La Maison de Marquèze: la casa del propietario

Ecomusée de Marquèze
Esta casa fue restaurada a partir de 1968

Esta casa de madera, que sirvió como residencia del terrateniente o propietario de la aldea, presenta un impresionante entramado de vigas y un porche que simboliza la prosperidad del dueño. Sobre el dintel de la puerta de entrada, se puede apreciar el año de su construcción, 1824 y desde entonces ha permanecido en su ubicación original. 

Ecomusée de Marquèze
Comedor de la Maison de Marquèze

En una de las habitaciones, adyacente a la cocina, una grabación sonora narra la historia de la muerte del propietario y los rituales de duelo asociados, como el cubrimiento de los espejos con paños negros para evitar que el alma del difunto quede atrapada en ellos. Entre aproximadamente las 13:30 y las 15:00, tendrás la oportunidad de encontrarte con la "Daoune", la Señora de la Casa, y entre las 16:45 y las 17:45, podrás presenciar una demostración de fabricación de sombreros y felpudos.

Poulailler perché: gallinero elevado


Ecomusée de Marquèze
Los gallineros tradicionales de las Landes están montados sobre pilotes

Los gallineros elevados cumplían una función crucial al proteger a las gallinas de su principal depredador, el zorro. Cada noche, todas las gallinas se refugiaban en estas estructuras elevadas para resguardarse de posibles ataques. Las rendijas entre las maderas posibilitaban la recolección de sus excrementos, que luego se aprovechaban como valioso abono para enriquecer los huertos y jardines.

Le Four à pain: el horno de pan


Ecomusée de Marquèze
No te olvides de pasar por el horno de pan a la hora de la merienda

Las mujeres de la comunidad se encargaban de elaborar y hornear pan de centeno para sus familias. Se estima que la ración diaria por persona era de aproximadamente un kilogramo de pan. En el Ecomusée de Marquèze, el horno de leña está plenamente operativo, y es posible adquirir pan de pueblo, pan de centeno y pastis landais (una especie de magdalena gigante de brioche que tradicionalmente se consumía como postre, aunque en tu visita se puede convertir en una deliciosa merienda).

L’Estanquet


Ecomusée de Marquèze
L’Estanquet ofrece la posibilidad de comer sin salir del Ecomusée de Marquèze

En el Ecomusée de Marquèze dispones de diversos espacios para disfrutar a la hora de la comida. Puedes optar por el restaurante climatizado, La Table de Marquèze, o puedes comer bajo la sombra de los robles en L’Estanquet, una especie de taberna que solía encontrarse en las aldeas alejadas de los pueblos. Aquí se sirven comidas entre las 12 y las 14 h, y snacks entre 14 y 18 h. 

Ecomusée de Marquèze
Área de pícnic del Ecomusée de Marquèze

Además, cerca de la estación del Ecomusée de Marquèze, encontrarás un área de pícnic equipada con mesas y bancos de madera bajo la sombra de los árboles. O si lo prefieres, también tienes la opción de visitar un quiosco de comida para llevar, donde sirven bebidas frías y calientes, y especialidades landesas, solo durante los meses de julio y agosto.

La Maison des Métayers: La casa de los aparceros


Ecomusée de Marquèze
La casa de los aparceros es más modesta que la del propietario de las tierras

En el contexto histórico y agrícola, los "métayers" o "aparceros" eran agricultores que trabajaban la tierra de otra persona, generalmente un terrateniente o propietario de la finca. A cambio de su trabajo en el cultivo de la tierra, los aparceros recibían una parte de la cosecha o de los productos obtenidos.

Ecomusée de Marquèze
Uno de los dormitorios de la casa de los aparceros

La casa ubicada en el Ecomusée de Marquèze muestra las diferentes estancias, que eran más modestas en comparación con las del propietario de la finca, que hemos visto anteriormente. Un sistema de audio en francés, con sensores de presencia, te sumerge en diversas escenas de la vida cotidiana en el airial, haciendo que parezca que estás presenciando el momento en tiempo real. En esta casa, se celebra el nacimiento de un bebé y cuentan varias etapas de su vida.

La Charreterie


Ecomusée de Marquèze
Espacio destinado a almacenar carros, arados, carros y maquinaria agrícola

La Charreterie es un espacio o edificio utilizado para guardar o exhibir carros o carretas, tirados por caballos. La palabra "charreterie" proviene de "charrette", que significa "carro" en francés. La estructura que podemos ver en el Ecomusée de Marquèze pertenece a una antigua majada que ha sido adaptada para albergar y proteger las carretas.

Bugadèr

Ecomusée de Marquèze
Se puede ver a un artesano hacer jabón en el Bugadèr 

"Bugadèr" es una palabra en occitano que hace referencia a la persona dedicada a la labor de lavar la ropa, es decir, una lavandera o lavandero. Esta ocupación implicaba el lavado y limpieza manual de la ropa, a menudo realizado en ríos o fuentes locales. Curiosamente, la expresión “à la bugada”, de origen gascon, con raíces germánicas, se utilizaba para designar el “día de lavandería”. En catalán, se utiliza “Fer la bugada” para describir “Hacer la colada” y “Bugadera” para referirse a la mujer que se dedica al lavado de la ropa, es decir, una lavandera.

Loge du cochon: la porqueriza o pocilga de los cerdos


Ecomusée de Marquèze
El cerdo gascón es una raza originaria del suroeste de Francia

Al igual que en muchas otras regiones, en las sociedades agrícolas de las Landes, cada familia criaba cerdos con el propósito de obtener carne, jamones, salchichas y tocino. Las razas más comunes eran el cerdo de raza vasca, de pelaje rosado y negro, y el cerdo de raza gascona, de color completamente negro. Estos cerdos se alimentaban principalmente con salvado procedente del molino, verduras, bellotas y restos de alimentos domésticos. Aproximadamente a las 14:30 h, en la “Loge du cochon” se lleva a cabo una demostración que dura 45 minutos sobre el cuidado de los cerdos.

El antiguo oficio de resinero


Ecomusée de Marquèze
Los pinos de las Landes fueron explotados por su resina

En nuestro camino hacia el río y la zona del molino, encontramos vestigios del antiguo oficio de resinero. Durante décadas, los pinos de las Landes fueron explotados por su resina. La recolección de la resina comenzaba cuando el tronco del árbol medía, a 1’30 m del suelo, alrededor de un metro de circunferencia y tenía entre 25 y 30 años de edad. Se realizaba una primera incisión de abajo hacia arriba en la parte oriental del tronco, y esto se repetía durante cuatro años, durante toda la temporada, desde marzo hasta octubre. Cuando los árboles alcanzaban entre 70 y 80 años, se realizaba la resinación final, que consistía en hacer incisiones de lado a lado en todo el tronco, conocida como "resinado a muerte".

El molino


Ecomusée de Marquèze
El molino se asienta sobre pilares en el agua

El molino del Ecomusée de Marquèze se encuentra asentado sobre pilotes en el lecho del río y cuenta con dos robustos juegos de muelas de piedra, uno para moler centeno y otro para la molienda del maíz. Debido a la leve pendiente del terreno, el agua fluye hacia una rueda horizontal que hace girar las muelas. Con los residuos resultantes de la molienda, el molinero alimentaba a los peces de su pequeño estanque de retención, que albergaba lucios, truchas, anguilas y otras especies.

Ecomusée de Marquèze
El molinero pone en marcha el molino todas las tardes

Este antiguo molino de agua, originario de la cercana localidad de Geloux, fue trasladado y meticulosamente reconstruido en Marquèze en 1973, devolviendo así a la vida, a uno de los ocho molinos que, a principios del siglo XIX, salpicaban las orillas del pequeño afluente del Eyre, el Escamat. Puedes observar al molinero en acción, desde las 14 hasta las 17:45 horas.

La Maison du Meunier: la casa del molinero


Ecomusée de Marquèze
La arquitectura rural puede ser bella, funcional y resistir el paso del tiempo

La encantadora vivienda del molinero proviene del barrio de Trescasses, en una zona llamada Maguide, ubicada en la localidad de Vert. Fue trasladada al Ecomusée de Marquèze y reconstruida en 1976, y a finales de 2021, se llevó a cabo una restauración del tejado y la estructura de madera. Al explorar su interior, descubrirás la fecha original de su construcción: 1839.

Ecomusée de Marquèze
Uno de los dormitorios de la casa del molinero

Dada la ubicación del molino, el molinero vivía apartado del resto de la comunidad. Su oficio, altamente lucrativo, lo distinguía de los campesinos y su riqueza le otorgaba un estatus privilegiado, casi elitista. El molinero era la única persona capacitada para procesar el grano y convertirlo en pan, ya que poseía el monopolio de la herramienta esencial para dicha tarea: el molino. Al escuchar los audios dentro de la casa, podrás sumergirte en la celebración de una boda, una de las muchas escenas históricas que se representan de forma sonora en este fascinante lugar.

Le Jardin des simples: un huerto medicinal


Ecomusée de Marquèze
En los jardines medievales, “simples” era el nombre dado a las plantas medicinales

Justo al lado de la casa del molinero, puede verse un jardín lleno de plantas que se utilizaban con fines curativos, para teñir telas o en la cocina. Este jardín recuerda al que cultivaban las mujeres alrededor del huerto de verduras, con plantas medicinales. El conocimiento sobre las propiedades curativas de estas plantas y sus beneficios para la salud se transmitía principalmente a través de los pastores que recorrían la región de las Landes.

Más información: Ecomusée de Marquèze. Dirección: Route de la Gare, 40630 Sabres. Teléfono: + 33 524 733 740. Se realizan visitas guiadas gratuitas de 1 hora, desde la recepción de Marquèze. Entrada de un día: Adultos 14 €. Entre 4 y 18 años 9’5 €. Entradas reducidas para familias. Incluye el acceso a la aldea, los trayectos en tren, el acceso a las exposiciones, la participación en los talleres y juegos. Horario: Abierto del 1 de abril al 1 de octubre. Horarios de tren: hay salidas y retornos en tren cada 40 minutos, desde las 10 hasta las 18 h que regresa el último tren. Se recomienda consultar los horarios de tren en la Estación de Sabres, en la Estación de Marquèze o en su página web por si hubiera alguna modificación. Aparcamiento gratuito frente a la Estación de Sabres. Web: Ecomusée de Marquèze

Toda la información generada en redes sociales durante mi viaje al Ecomusée de Marquèze puede consultarse a través de los hashtags #Landes y #LesLandes.

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