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Qué espero de un viaje a Madagascar

La verdad es que con la edad y mi larga experiencia en viajes, me he vuelto una viajera muy exigente, así que de un viaje a Madagascar voy a esperar varios requisitos. No busco lo que la mayoría de turistas desean en sus vacaciones. No pretendo encontrar los principales monumentos sin atisbo de gente, ni que los viajes por carretera transcurran a la velocidad de la luz, pero sí que espero de una agencia de viajes ciertas facilidades que me ayuden a desconectar y sintonizar con el nuevo destino y a la vez que respondan a un compromiso social, ético y de impacto sostenible sobre la población y su entorno.

Mis preferencias a la hora de viajar a Madagascar
  • Quiero una ruta completa por los principales lugares de Madagascar que no acabe con tres días de sol y playa. Sí, estoy de vacaciones, pero en un paraíso como Madagascar estar tumbada en la arena sólo está permitido si se combina con un buen Betsabetsa, Trembo o Toaka Gasy mientras suena música malgache y se pone el sol en el horizonte. En las diferentes propuestas de la agencia de viajes Tuareg observo que se ha tenido en cuenta a los clientes que sí prefieren la opción tumbona y los que desean algo más e incluyen visitas optativas a los días de “panching playero”.¡Bien!
  • Un recorrido excepcional por Madagascar debería incluir por ejemplo: Antananarivo, Tsingy de Bemaraha, la famosa Avenida de los Baobabs de Morondava, algún trekking por los bosques endémicos y las selvas, así como visita a los mercados y a las poblaciones de Ambositra y Antsirabe). Aunque después de una buena ruta, lo más importante de un viaje organizado es el guía. Debe ser capaz de mostrar la cultura, los paisajes, la naturaleza y la vida de Madagascar con la misma pasión de la que yo voy a demostrar por impregnarme de ella. Un guía durante los circuitos de habla española y además trabajar con guías locales en las visitas a los parques y reservas naturales puede ser la gran diferencia.
  • Para mí es importante compartir el viaje, la cultura, sabiduría popular y por qué no, parte del presupuesto con los grupos étnicos de Madagascar. Dormir con la etnia Sakalava o Bara, comer en un poblado Vezo o Betsileo, comprar artesanía o conocer la cultura animista de los poblados Zafimaniry, forma parte de mis expectativas viajeras. Prefiero un viaje donde se tenga en cuenta la población local por encima de las grandes empresas extranjeras. Ese contacto humano es el que al final da sentido a cualquiera de nuestros viajes y la agencia de viajes lo debería de tener en cuenta en sus diferentes rutas y viajes a Madagascar. Incluyen trekkings en zonas donde no se puede llegar en coche, visitas a mercados donde comercian diferentes tribus o viajan hasta poblaciones donde la artesanía forma parte de la economía de la población. La lista de alojamientos de los circuitos por Madagascar incluyen pequeños complejos mimetizados en el entorno, algunos con etiqueta de ecoturismo y ecolodge. Hay alojamientos que tienen programas de formación para los habitantes de la zona y que han utilizado materiales constructivos de la región preservando el impacto ambiental del paisaje.

Como no suelo exigir menos de lo que estoy dispuesta a ofrecer, en un viaje a Madagascar yo también me comprometo a seguir las buenas prácticas de viajero que todo el mundo debería conocer.



Las buenas praxis viajeras
  • La exigencia viajera no es sinónimo de reclamaciones absurdas y demandas europeas. Una buena viajera sabe esperar en los controles de aduanas y en los interminables trámites burocráticos. Aprovecha para observar a la población, a jugar con los niños mientras se aprende alguna palabra en el idioma local o comparte una sonrisa. La paciencia viajera tiene grandes recompensas, positivismo ante todo.
  • Los viajeros deben olvidarse de su vida y vestirse con la autóctona; acompasar el ritmo, embutirse en el clima, mimetizarse en la rutina diaria y disfrutar de la gastronomía local. Olvidarse de dormir muchas horas, dejar de comer lo mismo que si estuvieras en casa y a las mismas horas. Abandonar la comodidad de una autopista y sumergirse en las carreteras de baches y polvo de un territorio desconocido con la misma curiosidad de un niño. Dejar las quejas por el calor, el frío o la lluvia como si fuera algo que se arregla apretando un botón. Despegarse de la zona de confort nos hace libres y carga nuestras mochilas de experiencias.
  • Un auténtico viajero se desprende del miedo por el miedo; el que otros tienen y el que nos contagian sin querer o a veces por celos. El viajero se olvida de permanecer en el hotel y explora por su cuenta, aunque el guía no esté, se calza las botas de explorador y el corazón de aventurero. Mira a través de la ventanilla como si hubiera permanecido encerrado y disfruta de los cientos de kilómetros que por desgracia a menudo tenemos que recorrer hasta llegar al próximo destino. Sonríe y agradece al Universo, hora tras hora, porque viajar es una tremenda fortuna y él sabe que es protagonista de su vida.
  • Un viajero no pierde la educación, la sonrisa, ni la humildad frente a un camarero, una señora de la limpieza, un chófer o una vendedora. Intenta regatear en los mercados si es la norma, pero no le va la vida en ello. Deja propina si es lo aconsejable sabiendo que quizás esas monedas sean las que marquen la diferencia en un sueldo mínimo, pero nunca se cree un ser superior. Aprende de los viajes que no es el que más razón tiene, que su verdad no es la única válida o se escuda bajo la frase: “yo soy así”. No impone su criterio europeo y aprende de los demás, sean de la religión que sean, tengan el color de piel que tengan. Viste, no como lo haría en su casa, sino con la clase, norma o recomendación que cada lugar exige. No va con mocasines a la montaña y sin protección solar o contra los mosquitos a un paraje natural. Y cumple con los horarios que dicta el guía para no entorpecer la marcha del grupo.
  • Y la parte más difícil, un viajero no grita. No grita cuando ve un lemur, un fossa o un Indri-Indri (ya dije que era la parte más difícil). No grita cuando se sube en un transbordador o en una canoa de dudosa estabilidad. No grita cuando ve una lagartija en el lodge o camina por un bosque, un desfiladero o un puente colgante, ni grita ni habla de su crisis personal, sólo disfruta de la Madre Naturaleza. En algunos casos, un auténtico viajero ni abre la boca y si lo hace, enmudece de la emoción. Prueba la próxima vez a escuchar el silencio, el trino de los pájaros, el ritmo de las olas e intenta contemplar una espectacular puesta de sol desde la Ventana del Isalo en silencio.

El Showcooking de #LaPalmaconSabor en Barcelona

Javier Tejera dándonos la bienvenida a la Cookiteca y al Showcooking #LaPalmaconSabor

El pasado viernes se celebraba en la Cookiteca del Poble Espanyol, el Showcooking #LaPalmaconSabor organizado por Javier Galdón, Javier Tejera, el Cabildo de La Palma, la Consejería de Turismo, Visit La Palma (que estuvo apoyando en todo momento en las Redes Sociales) y Blog on Brands. El evento brindaba a 15 bloggers la oportunidad de descubrir la isla de La Palma a través de productos locales y de su gastronomía, pero también ponía al alcance de los presentes el carácter palmero. Además de aprender algunas recetas típicas de La Palma disfrutamos del folclore a través de la música, las polcas y las folías ofrecidas por Mónica Sánchez Bethencourt, que junto a Juan Carlos Rodríguez Corpa fueron los dos maestros de ceremonias de la noche gastronómica.


Bloggers divulgando las explicaciones de Juan Carlos Rodríguez Corpa y Mónica Sánchez Bethencourt

Los dos chefs nos ofrecieron un menú especial compuesto por entrante, primer plato, segundo plato, postre y bebidas artesanales de La Palma. La Palma, una isla en forma de pepita de la que voy a desgranar a continuación, las características de sus platos.

Cerveza Gara; la princesa del agua


Gara es una cerveza artesanal de la isla de La Palma. Su nombre proviene de la mitología aborigen guanche (los primeros habitantes de La Palma se llamaban benahoaritas, aunque también reciben el nombre de auaritas o awaras. Adoraban al cielo; al sol, a la luna y a las estrellas). En el diseño de su G puede verse una espiral; símbolo del dios sol Magec. Gara era la princesa del agua enamorada de Jonay el príncipe del fuego; una historia de amor imposible, pero intensa y dulce como el sabor de esta cerveza. Gara nace en Los Llanos de Aridane junto a grandes plantaciones de plátanos. Su principal ingrediente es su seña de identidad, su secreto y tesoro: la pureza del agua. El agua de La Palma emerge por tierras volcánicas lo que le confiere unas características especiales. Gara se viste del intenso azul de sus aguas oceánicas y de ribetes color negro de la lava volcánica de sus playas.

Entrante de milhojas


Milhojas de ñame y queso palmero, acompañados de miel de palma, mojo de cilantro y sal de vino

Desgranando los ingredientes:
  • El ñame es un tubérculo que evoca a África, allí se consume hace miles de años y de alguna manera da un valor exótico y etnográfico a este plato. En la gastronomía canaria el ñame es usado de manera más común que en la gastronomía del resto de España. Tiene un agradable sabor. Para nuestra receta el ñame fue hervido durante 12 horas y troceado en láminas.
  • El queso palmero se elabora de forma artesanal con leche de cabra palmera de extraordinaria calidad. De ello ya hablé en el post: Acaricia La Palma; tienes mucho que tocar en “Abrazando la Luna Llena” y la experiencia vivida en la quesería Luna de Awara. Los productos autóctonos a menudo se unen con la tradición etnográfica para crear alimentos únicos que todos deberían probar y valorar, ya que son excepcionales.
  • La miel de palma se extrae, como hacían los guanches hace más de 5 siglos, de la savia de palmera canaria. Para extraerla se le practica una incisión a la palmera y así brota el “guarapo”. Tras cocinar el guarapo durante horas se obtiene un producto con consistencia de miel. Es un ingrediente utilizado en Canarias para elaborar salsas para acompañar postres y carnes, pero yo además, la he visto usar por los chefs palmeros como tinta para escribir. Lo que no sabía es que es uno de los ingredientes del mojito gomero, pero no os puedo dar la receta que me patrocinan los de La Palma ;-)
Majando Mojo de Cilantro bajo la atenta mirada de Mónica Sánchez Bethencourt.
Fotografía cortesía de Montse Delgado de Petits Viatgers

  • El mojo es uno de los ingredientes más conocidos de la cocina canaria y es utilizada como salsa para acompañar todo tipo de platos. Hay dos variedades, el Mojo Rojo o Mojo Picón (del que os hablaré más tarde) que combina perfectamente con carnes y el Mojo Verde que se maja con perejil o cilantro y que acompaña platos de pescado y patatas. La receta del mojo de cilantro es facilísima: se machaca un diente de ajo en un mortero, se añade una cantidad de cilantro fresco que se machaca también y a la que se añade sal y aceite de girasol (es mejor que el de oliva por su sabor más suave). Se “maja” hasta conseguir una consistencia de salsa y se puede añadir un poco de vinagre. Hay quien le añade granos de pimienta o comino con el ajo. Existen tantas variantes de mojo como recetas familiares, así que es cuestión de probar.
  • La sal de vino que utilizamos en este plato es una de las exquisiteces de la Flor de Sal. Esta sal del Atlántico se mezcló con un vino de las bodegas Teneguía y nació la Sal de Vino Zeus Negramoll; ideal para acompañar quesos, patés, carnes a la parrilla o platos con chocolate. Se puede encontrar, junto a una amplia variedad de sales aromatizadas artesanales como la de mojos o limón, en la tienda y en el Restaurante Jardín de la Sal situado en las Salinas de Fuencaliente. Con un paisaje natural impresionante.

Presentación:
Dibujamos el plato con la miel de palma, dejad salir el artista que lleváis dentro. Lo emplatamos intercalando lonchas de queso palmero y capas de ñame cocido (de dos a tres láminas de cada es suficiente). Se vierte, al gusto de cada uno, la cantidad deseada de mojo de cilantro y sal de vino.


El vino blanco elegido para acompañar este plato fue un Listán Blanco de Canarias y Albillo Criollo de Bodegas Tagalguén. Nos vamos a los viñedos situados al noroeste de La Palma, entre Puntagorda y Garafía, para saborear un vino cultivado a 1.000 metros sobre el nivel del mar. Es un vino joven y aromático con el peligro que conllevan ambos. ¡Pasa como el agua! Deliciosamente afrutado

Primer plato de pescado

Patudo con mojo de tomate, salsa romesco y base de puré de boniato

Desgranando los ingredientes:

  • Al atún rojo en Canarias se conoce con el nombre de Patudo. En el evento #LaPalmaconSabor nos enseñaron cómo cocinarlo para que quede sabroso y no se desperdicie nada, queda tan rico que se lo comieron hasta a aquellos que no les gusta el pescado. Creo que fue el plato estrella de la noche. La receta es una sencilla salmuera donde se sumerge el patudo en dados, durante una hora, en una proporción de 200 gramos de sal por litro de agua. Después se pasa por la plancha el dado de atún y sólo queda servirlo con el acompañamiento. Debe quedar rojo por dentro y blanco por fuera.
  • El mojo de tomate se realiza como el mojo anterior, machacando un diente de ajo, añadiendo sal, pimentón o comino (si se quiere), aceite de girasol, los tomates escaldados sin piel y un poco de vinagre. Acompaña bien a los platos de pescado y patatas.
  • La salsa romesco utilizada en el plato fue la de Conserves Ferrer como guiño a la cocina catalana.
  • El puré de boniato consiste básicamente en hervir dados de boniato en agua con sal. Pasarlo por el pasapurés (sin el agua) o chafarlos con un tenedor, añadir una pizca de mantequilla (hay quien prefiere un vaso de leche o nata líquida), pimienta, nuez moscada y algún toque de hierbas (cilantro o albahaca por ejemplo). Las combinaciones son infinitas hay quien le gusta con un poco de queso rallado.

Presentación:
Sobre el puré de boniato colocamos el dado de atún, cubierto por el mojo de tomate y a un lado se coloca una cantidad de salsa romesco.


Para acompañar este plato se eligió La Gota; un vino blanco seco de Bodegas Teneguía; un vino suave y exquisito. Las Islas Canarias poseen 11 vinos con Denominación de Origen, con la particularidad de que la plaga mundial de la filoxera no llegó al territorio y se han conservado variedades autóctonas de varios siglos de antigüedad, exclusivas del archipiélago.

Plato principal de carne

Cabrito en mojo rojo hervido, gofio y papas negras

Desgranando los ingredientes:
  • El cabrito palmero acostumbra a estar adobado en vino blanco seco durante un par de horas y con ajo, sal, aceite, vinagre, laurel, orégano y pimienta durante un par de días. Luego se fríe y se sirve acompañado de mojo rojo.
  • El mojo rojo o mojo picón es la salsa que hemos explicado anteriormente de ajo, sal, aceite de girasol y vinagre, pero que esta vez se le añade pimienta roja o picona; un pimiento seco de color rojo parecido a la ñora (en las pepitas se encuentra la mayor parte del picante). Como la mayoría de mojos canarios hay tantas variedades y combinaciones, como familias canarias en los fogones. Hay quien añade cominos cuando machaca el ajo.
  • El gofio canario es una harina que se elabora generalmente con trigo tostado y después es molido. Se conoce desde la época de los guanches y su importancia era similar a la que tiene el arroz en los países asiáticos. Tiene un alto valor nutritivo. Los canarios utilizan esta harina en muchos de sus platos, hay quien la incluye en todos, desde el tazón de leche del desayuno hasta en la sopa. Tienen los mismos admiradores que detractores. Para nuestra receta el gofio se amasó a mano con agua y miel de palma, formando una pella. Se hizo un cilindro, se cortó en láminas de un centímetro de grosor y luego cada pieza se moldeó en forma de cuenco (sale fácilmente metiendo el dedo en el centro del círculo de gofio).

  • Las patatas en Canarias se llaman papas (prohibido decir patatas). Las papas negras o papas arrugás (no arrugadas, finolis, que sois unos finolis) miden entre 2 y 5 cm. y se hierven lavadas y con piel, en agua con mucha sal. Dicen que el truco culinario para saber la cantidad de sal que debe echarse es: hasta que la papa flote (no sé yo). Una vez hervidas las papas, se escurre el agua y se dejan un par de minutos más al fuego dentro de la olla para que se sequen. Remover de vez en cuando.
Presentación:
Ración de cabrito y a un lado las papas y el gofio. No sé si os dais cuenta, pero en un sólo plato hemos reunido un extenso patrimonio cultural e histórico que se remonta a los inicios de la antigua Benahoare, aproximadamente entre el siglo V y III a.C.


El vino tinto que acompañó el plato era de una variedad de uva negra de las Islas Canarias conocida con el nombre de Listán Prieto. En concreto bebimos un Vega Norte de las Bodegas Noroeste; un vino afrutado y delicioso.

Postre

Canelón de Albillo Criollo con pasta de almendra y sopa hortelana con crambel crumble

Desgranando los ingredientes:
  • El Albillo Criollo es una variedad de uva que crece en la Comarca Noroeste de La Palma presente en los vinos blancos del mismo nombre. El chef Juan Carlos Rodríguez Corpa utilizó el vino para hacer una especie de gelatina transparente muy vistosa que utilizó a modo de canelón para rellenar de pasta de almendra. Si se dijo la receta, yo me la perdí (una cerveza y tres copas de vino son más que suficientes para dejar de tomar notas y ponerme en modo off, está visto). Bueno no, la verdad verdadera es que era secreto profesional del Chef y no podía decirnos cómo lo había hecho. La innovación gastronómica es lo que tiene, no puede caer en manos del enemigo.

  • La sopa hortelana olía a mojito y sabía bastante a mojito, pero no era mojito, ni tampoco era sopa hortelana (esta explicación no nos lleva a nada), también es conocida como "de hierbabuena". Ingredientes: hierbabuena, limón y agua (¿limón? ¿agua? caray con lo bien que íbamos). Menos ron (que vino más tarde) era una salsa de mojito. ¡Improvisad, leñe, sed creativos!. Si alguien os pregunta decid que es una receta secreta de vuestros antepasados canarios.
  • Crambel, digo crumble ¿era crambel o crumble? Crumble, crumble. Se entiende como crumble a una mezcla de galletas trituradas con mantequilla. ¡Si es que este postre es sencillísimo!. Me pido asistir a un curso de cocina en La Palma para perfilar mis conocimientos (espero que no haya mucho vino, he notado que mis notas son inversamente proporcionales a la ingesta de alcohol).
Presentación:
Se riegan los canelones rellenos de almendras con la salsa de mojito y se espolvorea con las galletas trituradas.


Para acompañar el postre nada mejor que terminar con un vaso de Ron Miel Aldea que nos transporta inmediatamente a Cuba. El ron miel es una bebida típica de Canarias con una larga tradición. Destilerías Aldea ha añadido a su ron añejo, miel de la isla, favoreciendo la producción local de ambos productos. Durante años la caña de azúcar en Canarias fue una industria floreciente. Se tiene constancia de su cultivo en el siglo XV que decayó un siglo más tarde, para volver como ingrediente para elaborar ron a finales del siglo XVIII y en el siglo XXI sigue formando parte de la identidad y la magia de la isla de La Palma convertida en gota.

El Showcooking de #LaPalmaconSabor se ha celebrado en Madrid, Bilbao y Barcelona. Ciudades que tienen vuelos directos a La Palma gracias a las compañías aéreas Iberia y Vueling, que junto a la compañía local CanaryFly cubren el transporte aéreo canario. La idea ha sido reunir a un total de 45 bloggers gastronómicos y viajeros para dar a conocer las maravillas y la diversidad de La Palma. Un jurado formado por el Patronato de Turismo de La Palma y Ecotouristing seleccionará un total de 7 bloggers para disfrutar, en el mes de abril, del blogtrip experiencial que divulgará el potencial gastronómico de La Palma.

Sensaciones de un viaje a Madagascar



Este post es la segunda prueba que propone Viatges Tuareg para participar en su concurso #MadagascarConTuareg. Consiste en describir las sensaciones que me inspira el destino, para que a través del texto, pueda valorarse la creatividad, cultura y el cuidado por los detalles de mis artículos.

Así que mi reto es daros a conocer un destino en el que no he estado, pero del que he leído algún texto y del que he visto docenas de imágenes. Al ser un relato descriptivo de sensaciones es una valoración muy personal de lo que me atrae en mis propios viajes.

Curiosidad por La Gran Isla Roja
Lo primero que despertó mi curiosidad fue el nombre de la capital de Madagascar: Antananarivo. Si conseguís memorizar el nombrecito, a lo mejor será el punto de Trivial que marque la diferencia en vuestra próxima victoria. Antananarivo, Tana a partir de ahora, se encuentra situada en el centro de la isla y ofrece la posibilidad de sumergirse en la cultura malgache (nombre con el que se conoce a los habitantes de la isla). En Tana se encuentra un Museo de etnología y varios palacios reales, pero donde hay que ir es a su concurrido Mercado de Zoma. Hay quien opina que todo lo que se cultiva o fabrica en Madagascar se puede encontrar aquí y que es el lugar ideal para comprar artesanía local. Como dato curioso, me he enterado que Tana está hermanada con Yereván, la capital de Armenia (dato friki, lo sé, pero me ha parecido curioso porque estuve el año pasado).

Madagascar tiene una superficie algo superior a la de España, se baña en aguas del Océano Índico y disfruta de distintas climatologías totalmente opuestas, mucho más acentuadas que las nuestras. Una línea invisible divide geográficamente oriente y occidente, justo de manera inversa de como lo hace el Trópico de Capricornio, y subraya esa diversidad que se percibe en los paisajes, en los rasgos de sus habitantes o en su gastronomía.

La variedad de Madagascar
La variedad del clima, monzónico en las regiones orientales y árido al suroeste, no es lo único que parece formar dos caras de una misma moneda. La tribu mayoritaria, que habita principalmente en las regiones interiores, son Los Merina y son de origen Indonesio. Mientras que la costa es territorio bantú; la esencia africana de Madagascar. Así que la variedad étnica de la población malgache es enorme. A los rasgos, costumbres e influencias indonesias y africanas hay que añadir indias, árabes y francesas. Una diversidad así, multiplica las sensaciones de un viaje por completo.

Dicen que La Gran Isla Roja recibe ese nombre por la tierra arcillosa de color rojo de sus suelos. Con ella se construyen las casas de Madagascar, un bonito adobe de color rojo que contrasta con los paisajes teñidos de verde de los arrozales. De nuevo Asia se funde en África y se impregna de platos con olor a curry, sabores picantes, arroz o mandioca.

Paisajes de esta isla africana
Pero si de algo estoy segura, es que nadie se debe perder en un viaje a Madagascar; sus paisajes. En primer lugar destacaría la más que fotografiada Avenida de los Baobabs en Morondava. Con ejemplares de 800 años de edad, no es de extrañar que los malgaches los conozcan con el nombre de Renala “Madre de la Selva”. Quedan pocos, no más de 25 árboles en un trayecto de apenas 250 metros, es la triste huella de un frondoso bosque que el hombre ha destruido; una pena.

Los Bosques lluviosos de Atsinanana albergan una biodiversidad excepcional, dicen que el 80% de la flora de Madagascar es endémica, es decir, que sólo se encuentra aquí. Al igual que los lemures; uno de los animales más representativos del país y del que se encuentran 28 tipos distintos. Desde el simpático aye aye, hasta el más grande de todos ellos conocido con el nombre de indri.

Y por último, sólo me queda sugerir, una visita aérea por los Bosques de agujas pétreas. Declarada en 1990 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la Reserva Natural de Tsingy de Bemaraha luce unas punzantes formaciones de roca caliza de color oscuro que contrastan con los bosques de color verde y el azul de sus lagos y manglares. La zona es tan sumamente afilada que no es posible adentrarse sin salir con un corte, dicen que Tsingy en malgache quiere decir “lugar donde no se puede caminar descalzo”. Aix... el humor malgache ¡qué gracioso!

Santa Eulària des Riu: tocada por el agua


La población de Santa Eulària des Riu se encuentra situada en el lado oriental de la isla de Ibiza. La casualidad, la historia o las circunstancias han querido que Santa Eulària esté profundamente relacionada con el agua. Riu significa río y hace referencia al único que tuvo la isla y que aprovisionaba con su cauce de agua dulce a la población. De aquellos tiempos de abundancia hídrica perduran los restos de un acueducto romano; uno de los pocos vestigios de esa época que se han conservado en Ibiza.


En el siglo XV, los piratas turcos llegaron a Ibiza por el Mar Mediterráneo y arrasaron con la antigua Capilla del Puig de Missa que había sido construida en 1342. El edificio actual de la Iglesia de Santa Eulària des Riu se construyó en 1568 y aún hoy luce blanca, inmaculada, como algunas de las casas encaladas que se conservan y que forman parte del paisaje ibicenco. Dicen que es el templo más bonito de la isla.


Algunas de la casas que se extienden a los pies de la iglesia han albergado distintos museos; como el Museo Barrau o Can Ros; una antigua masía donde está instalado el Museo Etnológico. Santa Eulària des Riu conserva algún antiguo molino de harina, como el Molí des Puig d'en Valls de 1791, que puede ser visitado (aunque hay que consultar los días de apertura). 


Si seguimos descendiendo hacia el mar, veremos un fuerte cinturón que pretende mantener juntos, todos los edificios encalados que hemos visto. Se trata del sugerente Paseo Marítimo que se extiende durante varios kilómetros y que gracias a un sendero nos permite llegar a Es Canà; una playa en forma de media luna que nos recuerda, que no hace mucho tiempo, los piratas berberiscos asolaban esta tierra y estas aguas. Quién sabe si bajo las olas que salpican esta costa, aún se puede encontrar un tesoro, aunque para muchos, esa riqueza la encuentran buceando simplemente, en el inmenso fondo marino.

Oporto: una experiencia nada turística


El día empezaba diferente, con la sensación clara de cumplir un objetivo: el de incluir en mi nuevo viaje alguna de las sugerencias del libro de la Editorial Viajera “¡Turista lo serás tú!”. Tras leer alguna de las más variopintas opciones descritas en el libro, me decanté por la de la página 37. Debía elegir una letra del abecedario “al azar” que marcara esa jornada, algo relativamente fácil teniendo en cuenta nuestro abecedario, pero la pregunta era ¿qué letra elijo, cómo la escojo?

Remoloneaba en la cama con el sonido de los pájaros que en esta época son un hilo musical estupendo y de repente salté de la cama al ver la hora. Me faltaba planchar el pañuelo made in Pakistán que quería llevarme puesto al viaje a Portugal y entonces lo vi claro, junto a mis plantas, mi plancha Philips y mi pañuelo, me pareció evidente que la letra escogida debía ser la P.

La letra P marcó el viaje a Porto
Desde el momento justo de elegir la ropa ya comencé a pensar en esa letra: pantalones y blusa de picos (menos mal que no elegí la letra V, no me hubiera visto muy moderna vestida de volantes). Antes de salir de casa me puse perfume, elegí los pendientes con forma de pájaro, me puse un montón de pulseras y con esa pinta salí de casa.

Subí al coche dirección a la estación y mi mente empezó un extraño proceso de búsquedas de P. Estaba dispuesta a cumplir a rajatabla la propuesta 19 de ¡Turista lo serás tú! y en la medida de lo posible combinar varias P. Pensé en hacerme una fotografía con las brigadas de Prodis que trabajan en Terrassa arreglando las señales de tráfico, pilonas y pintando pasos de peatones, aunque eso era relativamente fácil ya que conozco a muchos de los trabajadores de Prodis (la empresa donde trabajo). Intenté imaginarme en el aeropuerto pidiéndole a un policía hacerme una foto junto a su perro ¿sería capaz? Y de repente tuve que frenar en el semáforo junto al vendedor de pañuelos.

Llegué a la estación Est de Terrassa, busqué aparcamiento y topé con la P de Parking ¡qué horror! Confieso que me salté la primera norma, es decir la primera p y quise compensarlo buscando una calle que se llamara París o Perico de los Palotes. ¡Leches! (o debería decir ¡Puñetas!) el aparcamiento no está tan boyante como para ir desaprovechando lugares. Justo estaba a punto de renunciar cuando me perdí por el Carrer del Pais Vasc y encontré sitio ¡cuánto te quiero Euskadi!

Mezclándome con el mundo
Hasta el momento mi locura alfabética había pasado desapercibida pero llegaba el momento de ponerse en marcha y mezclarse con la población. Tomé asiento en el tren con dirección a Barcelona, debía hacer un único transbordo en Sants con destino El Prat (¿casualidad?). Tras unos minutos en marcha, por megafonía anunciaban: “propera parada...” (próxima parada) empezaba a darme miedo a mí misma. Hasta el momento había podido procesar sonidos P, imágenes P y sabores P ¿creéis que sería posible un tacto P? Pues sí, fue posible. Tenía ante mí un reto y creo que el reto se apoderó de mí aquel día. Mi piel pedía a gritos protección solar. El planeta comenzaba a girar entorno a la letra P ¡qué pasada!

La realidad durante el viaje a Porto
Salir de la zona de confort e incluir una letra para dirigir las elecciones de ese día, se planteaba divertido pero ¿sería posible alcanzar el objetivo en todas las facetas y fases del viaje? ¿Encontraría un barrio, un museo o un restaurante que empezara con la letra P?
Estaba en Porto ciudad de Portugal con la empresa Portgall, ¿podría hacer algún triplete de P más? ¿Como lo del perro policía portugués? ¿Sería capaz de desayunar zumo de pera y bocadillo de Pamplona con pasas? Por un momento me entró el pánico, me estaba preocupando por los platos de comida, así que decidí hacer rápidamente una lista (desde pequeña me enseñaron que ¡con la comida no se juega!)

Alimentos con P y no de potasio precisamente
Plátanos, patatas, pimientos, paella, pato, picos, empecé a maquinar y buscar palabras más amplias que me dieran margen de actuación: pescado, puré, puchero... empecé a relajarme y a dibujar una sonrisa de satisfacción maléfica, cuando paramos en Plaça Catalunya. Me sentía una triunfadora, había encontrado suficiente platos de comida como para pensar que no pasaría hambre. Pero ya sabéis que pasa cuando uno se alza el primero, triunfante y seguro de sí mismo... que aparece Murphy. De inmediato pensé en la bebida que acompañaría a todos aquellos piscolabis: agua, vino, cerveza ninguna de esas palabras empezaba por p ¿cómo iba a sobrevivir sin líquidos? Me estaba deshidratando sólo de pensarlo ¿valdrían marcas? ¿podría zanjar el tema con cualquier bebida portuguesa? ¡Ajá! Me estaba convirtiendo en una persona con recursos, perversa, pero dispuesta a no pasar penurias y a conseguir salir victoriosa de la aventura de ¡Turista lo serás tú! Que tenía muchas más posibilidades de las que yo pensaba.

Visitando Porto en Portugal
La empresa Portgall había organizado un circuito para aquel día titulado “Su propia experiencia” según su propia filosofía, se trataba de planear la visita a la ciudad proporcionando las suficientes piezas de puzzle al turista, como para disfrutar de un paseo por esta ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad (empezaba a fliparlo, de verdad). A la expedición se unía el programa de radio de RNE “Una casa portuguesa” que recorrerían con nosotros el pasado histórico de Porto. En el aeropuerto nos habían dado un mapa de la ciudad, así que marqué todas las visitas que comenzaban con P: Pelourinho da Sé, Palacio Episcopal, Praça da Liberdade, Palacio de la Bolsa, Postigo do Carvão, Praça da Ribeira, Ponte de Don Luís I, el puerto, pueblo de pescadores, Parques de Gaia, Mosteiro da Serra do Pilar, me quedé satisfecha y a la vez tranquila, recorrer los palacios, plazas y puentes de Porto me aseguraba una completa visita al paisaje portugués del lugar y sin necesidad de utilizar la Porto Card.

Gastronomía portuguesa
Lo primero que hicimos dada la hora de llegada fue parar a comer en Rua Passos Manuel ¿las coincidencias existen o las buscamos nosotros? El lugar fue elegido para probar el plato tradicional de esta ciudad, llamado Francesinha, no penséis que dejaba atrás la p, ante mí se abrió un radar en busca de una estrategia para combatir la falta de p en el nombre, de ese plato imprescindible de la cocina portuguesa ¡y lo encontré! Su ingrediente principal es el pan de molde y tras la pila de ingredientes del que está formado (más que un bocadillo parece un piso de 9 plantas), lleva una deliciosa salsa picante. Va acompañado por patatas y de beber encontré que en la carta hablaban de cerveza príncipe, que resultó ser una medida de cerveza y no una marca, lo que me aseguraba encontrar bebida en cualquier bar de Porto. Dejé en reserva el vino de Adega de Pegões por si me fallaba la cerveza. Podía pedir hasta un postre acorde: puding casero, así que mi primera prueba de fuego con la gastronomía portuguesa salió de maravilla con este sándwich tan resultón y que debéis probar si visitáis Porto.

Para no alargarme más de lo políticamente correcto, os dejo además de mi experiencia portuguesa, curiosidades con las que me he encontrado mientras preparaba este texto para el concurso de la Editorial Viajera. Espero que encontréis muchas razones para leer y viajar.

Curiosidades de Porto relacionadas con la letra P
  • Porto tiene la tasa de poetas más alta de Portugal, una de las experiencias que se pueden vivir aquí es descubrir la poesía portuguesa con autores como Fernando Pessoa, Beatriz Pinheiro, Pedro Homem de Mello o Pedro Tamen.
  • El Premio Pritzker; un premio de arquitectura que se entrega a arquitectos vivos por su talento y sus proyectos creativos. Del que han resultado ganadores los arquitectos portuenses Eduardo Souto de Moura y Álvaro Siza que diseñó el Pavilhão de Portugal para la Expo '98 y que se encuentra en el Parque das Nações de Lisboa.
  • En Porto también se celebra la “Primavera Sound” un Festival de música que tiene lugar en junio, en el Parque da Cidade, y que reúne grandes nombres del panorama musical internacional.

Escapada completa a Bruselas


Ruta por Bruselas

Una ruta por Bruselas debe incluir los siguientes puntos estratégicos:
  • La Grand Place; declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998. Hay que verla iluminada por la noche mientras se recorren las cervecerías belgas de su alrededor, engalanada con la gigantesca alfombra de flores de 1.800 m² que se extiende cada dos años (la próxima cita tendrá lugar el 12 de agosto del 2016) o con la mágica luz de un día de tormenta para apreciar las filigranas y esculturas que adornan el impresionante Ayuntamiento de estilo gótico, las Casas Gremiales del siglo XVII o la impresionante Casa del Rey (donde se aloja el Museo de la Ciudad de Bruselas que acoge el “armario ropero de Manneken-Pis”)
  • El Manneken-Pis es la estatua más famosa de Bélgica y la protagonista de los más divertidos selfies que se pueden hacer en la capital. Su irreverente postura (orinando en la calle) se le perdona, porque -gracias a la imaginación y la leyenda popular- apagó con su "chorrito" una bomba que iba destinada a destruir la bella Grand Place. Si hay que ir de shopping por Bruselas me pido que este simpático amigo del siglo XVII me haga de personal shopper; con un vestuario de más de 925 trajes, tiene hasta uno diseñado por Jean-Paul Gaultier, algo de moda debe saber. Le envidio todo ¡hasta el armario!
  • La visita al Museo del Cacao y del Chocolate servirá de excusa para después realizar una cata de chocolate belga. ¡Qué sea a ciegas, por favor! Con esa misma “claridad” subiremos a la báscula de casa cuando acabe este viaje a Bruselas. Con una mano entreabierta taparemos lo que la realidad no querrá ver; los gofres belgas, las Moules-frites y el chocolate. Mientras los ojos se salen de las órbitas y gritamos: -¡Ha valido la pena! Ahora ya sé distinguir un Leónidas de un Godiva y de un Neuhaus. Me merezco una estrella Michelín y no este pliegue que rodea mi cintura.
  • Otro de los museos que deben verse en Bruselas es el Centro Belga del Cómic que se encuentra en los Grandes Almacenes Waucquez; un espectacular edificio Art Nouveau de Victor Horta donde han encontrado su hogar la obra de Frank Pé, Georges Remi (Hergé) o Pieter De Poortere, así como los personajes de Lucky Luke, Tintín, Haddock, los Pitufos o el malvado Gárgamel.

Compras, gastronomía y museos no están nada mal para completar el primer día de un viaje a Bruselas. Así que para la siguiente jornada ¿qué os parece si disfrutamos de una Ruta Art Nouveau y de la visita al Monumento más emblemático de la Exposición Universal del año 1958?

Ruta lujosa por el arte de Bruselas

  • Dicen que la Casa-Taller de Victor Horta está considerada la “otra Pedrera”. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, no es la única coincidencia que comparte con La Pedrera de Barcelona. Este arquitecto al igual que haría Gaudí fue un genio avanzado a su tiempo. Revolucionaría el estilo utilizando abundancia de líneas curvas, daría protagonismo a la escalera principal y a todos los elementos indispensables para dotar de luminosidad las habitaciones de la casa.
  • Otros edificios que merecen una visita son: la Hôtel Van Eetvelde, Hôtel Solvay, Palacio Stoclet, Hôtel Tassel, Maison Autrique, Hôtel Max Hallet, Maison Cauchie o Villa Empain. Se recomienda consultar las características de cada una ya que algunas no pueden visitarse si no es concertando día de visita y otras se requieren hacerlo con visita guiada y en grupo.
  • Por último, no hay que irse de Bruselas sin haber visitado el Atomium; el símbolo del país. Realizado en acero, la historia de su construcción alcanza la categoría de proeza. Nunca un átomo lució tan bonito para deleite de los visitantes que pisan Bélgica.

Alojamientos en Bruselas

Con un amplio abanico de hoteles de diseño, es difícil decidir donde un grupo de amigas estarían mejor, casi que podemos elegir dormir cada noche en un sitio diferente.
  • Una noche dormiremos en un castillo; situado junto a un lago, un grupo de chicas con imaginación podrían convertirse rápidamente en princesas.
  • La otra noche, qué tal si vamos a uno de esos hoteles que conservan la decoración Art Nouveau y que te trasladan a una de las épocas más delicadas del arte.
  • También hay hoteles con habitaciones temáticas para no dejar de viajar mientras duermes pero ya que esto es un “fin de semana ideal entre amigas en Bruselas” ¿qué tal si buscamos alojamiento en un beguinaje flamenco?

Restaurantes en Bruselas


Si vas a realizar una escapada a Bruselas quizás te interese saber qué platos probar de la cocina belga, dónde comer y cuánto cuestan los menús en los restaurantes. En mi post Recorrido gastronómico por Bruselas te hago 5 recomendaciones. Uno de mis últimos descubrimientos gastronómicos y dirección imprescindible de dónde comer en Bruselas es De Ultieme Hallucinatie, un restaurante joya Art Nouveau.

Este texto fue uno de los ganadores en el Concurso “Bruselas entre amigas” organizado por La Oficina de Promoción de Turismo Valonia-Bruselas. Puede servir a cualquier visitante para descubrir las visitas imprescindibles para recorrer Bruselas. Una vez más cuento con el apoyo y ayuda de Anibal Trejo y su maravillosa colección de imágenes que sirven para cautivar la mirada de los más viajeros. Gracias crack te debo otra historia.

Cuento para escuchar, relato para sentir #EscuchaLaPalma

La Palma
Playa Nogales, La Palma

Nací siendo viento donde acaba el mundo, en aquellos confines de la tierra donde no había nada, sólo silencio, hasta que un día llegó la tormenta y el fuego. Con un millón de rayos y truenos dio luz a la oscuridad de la noche, formando los primeros fuegos artificiales del planeta en la montaña de Las Tricias.

Cuando el sol salió e iluminó el paisaje del Parque natural de Las Nieves, cientos de animales poblaban aquella región. Pero el aire sólo tenía ojos para las aves y los colores de sus plumajes. Fue así como se encontró persiguiendo un hermoso pájaro que se posó en la orilla de un riachuelo.

El viento no podía reflejarse en aquel divino espejo, tan sólo veía el paisaje duplicado del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente. El pájaro que se refrescaba y la imagen del cielo estaban ahora en el suelo, ¡nubes, sol y firmamento!. Las copas de los árboles, las hojas, grandes montañas o diminutas piedras, eran ahora dos, y no un solitario viento.

Fue entonces cuando quiso convertirse en agua, para dejar de volar solo y poder ser acariciado por todos los reflejos de la Madre Naturaleza. Buscó la manera de meterse en el agua, lo intentó con fuerza, pero siempre resbalaba. Empezó a llover, y cada vez había más agua. La tierra estaba empapada, los ríos caudalosos se agrandaban y terminó por caer en un infinito y profundo lugar cerca del Faro de Fuencaliente, que el viento recordaba de su niñez, cuando se pasaba el tiempo jugando con el agua.

Fue en aquel momento cuando recordó que en el mar se podía fundir en un millón de abrazos con el agua para formar grandes olas que acariciaban la isla de La Palma.

Dedicado a Alzola Basque Water para que estos días salgan victoriosos de su dura batalla.

Reto HostelBookers.com: describe el hostel de tus sueños


Desde que me inscribí en el encuentro de blogueros y blogueras de #TBMCatsur de Travel Bloggers Meeting, las opciones por dar a conocer el trabajo que realizamos los apasionados de los viajes, no ha dejado de crecer.

Hoy me uno a la divertida iniciativa de HostelBookers.com -con su Hashtag: #HostelTMB- que nos desafía a describir el hostel de nuestros sueños, teniendo en cuenta una anécdota personal. Esta es pues, mi candidatura para el concurso de HostelBookers en el #TBMCatsur:

Elegir un alojamiento siempre es una cuestión de riesgo, un juego de azar que nos expone a la interrogación del lugar, las comodidades e incluso al transporte de cómo llegar. Recuerdo que siendo una adolescente en un viaje por el País Vasco francés, se nos hizo de noche cerca de Pau. Por aquél entonces ni disponíamos de GPS, ni de teléfono con conexión a Internet, ni tan siquiera una guía en papel. Viajábamos con un mapa de carreteras “de los de toda la vida” y haciendo muchos kilómetros en coche, hasta llegar a aquellos lugares que habíamos visto en televisión. Parábamos cuando teníamos hambre y seguíamos camino después de comer.

Estábamos en el viaje de regreso a casa y teníamos que buscar dónde dormir, en esa eterna cuestión entre hombres y mujeres de: “estamos a punto de llegar” y “baja y pregunta” que tenían mis padres, conseguimos encontrar un bar de carretera que además de ofrecernos una fugaz cena, nos indicaría lo perdidos que estábamos de cualquier población con un mínimo de infraestructura hotelera. El dueño se debió apiadar de mi padre, sobretodo por la bronca monumental que podía caerle de mi madre, y nos comentó que conocía a un hombre soltero que vivía en una casa muy grande. Su madre había fallecido recientemente y la casa disponía de muchas habitaciones. El mesonero estaba casi seguro que aquel hombre nos podía acoger por una noche, sin problemas.

Han pasado muchos años desde aquella aventura pero aún recuerdo la experiencia, así que si tengo que describir el hostel de mis sueños lo haría con los detalles de aquel fantástico lugar, mezcla entre Las Crónicas de Narnia y Psicosis.

La casa era tipo masía, con paredes suaves pero irregulares de color blanco, tras un gran portón de madera rústica con herrajes oxidados, apareció un hombre alto y fornido con un candil en la mano. Tras explicar nuestra situación, accedió muy amablemente a dejarnos dormir en su casa. El suelo de las habitaciones era de losas de cerámica sin pulir, una pequeña bombilla de la época de Thomas Alva Edison iluminaba levemente la estancia que carecía de calefacción. El dueño nos había traído un montón de mantas tejidas a mano que aún conservaban el olor a cabras y ovejas. Las camas eran enormes, hechas de madera oscura con el cabecero torneado y de una altura considerable. El colchón estaba relleno de lana y una vez conseguías subirte a la cama te quedabas “rodeado de colchón”; imposible darte la vuelta. Un orinal, una palangana y una jarra de hierro esmaltado hacían las veces de aseo, aunque también había disponible un baño al final del pasillo.

No fue hasta la mañana siguiente con la luz del día entrando a raudales por la ventana, que me percaté de los dos gigantescos armarios roperos de la habitación, estaban cerrados con llave y no pude mirar en su interior, pero estoy segura que escondían tesoros de otras épocas, de hecho sólo había que contemplar con cariño aquel improvisado hotel del siglo XIX.

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