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Recorrido gastronómico por Japón: Fugu


El fugu es uno de los platos más exóticos y peligrosos que se pueden probar en un viaje a Japón. Para cualquier sibarita, aventurero del paladar o amante de la gastronomía asiática, el fugu es sin duda un reto. Más conocido como pez globo, el fugu tiene la pequeña particularidad de ser venenoso y mortal en el 100% de los casos, aunque ya se están produciendo peces globos no tóxicos ¡cosas de la ciencia!.

Más le vale al #chef tener un buen día y prepararlo correctamente cuando decidas sentarte ante un plato de fugu. Sólo uno de cada tres aprendices a “cocinero de fugu” supera el examen, en el que por supuesto le incluyen una cata de su propio plato preparado. Su parte más sabrosa (la del fugu, no la del aprendiz) es el hígado, que corresponde también a su parte más venenosa. Pero tranquilos, en Japón tienen muy controlado quién cocina el pez globo e incluso está prohibida la venta de peces vivos al público en general. Durante los terribles estragos de hambruna acaecidos en la Segunda Guerra Mundial (como diría Gildo: - ¡Qué bien hablas Escriche!), la gente moría al comer los restos encontrados en la basura de los restaurantes y desde entonces, todos los restos de pez globo que se producen en las cocinas son tratados como “productos tóxicos” sellados y después incinerados. Sólo en Japón puede funcionar algo así, una ruleta rusa culinaria semi-segura.

Si lo leído hasta aquí no te ha quitado las ganas de probarlo, voy a indicarte cómo encontrar fugu en Japón, uno de los pocos países donde puede comerse.

En el país del Sol Naciente es costumbre que los establecimientos de comida estén “especializados” así que de la misma forma que pueden encontrarse restaurantes exclusivos de udon (fideos gruesos) o de sushi (no, no es pescado crudo, ¡me ofendes!), también hay restaurantes donde sólo se sirve fugu. La manera más fácil y apreciable, para un occidental, de reconocer este tipo de establecimientos, es localizar las grandes vitrinas en forma de pecera que exhiben los ejemplares de pez globo vivos. Si no te han presentado un fugu en tu vida, a lo mejor el símbolo de un pez inflado también te sirva.

En Japón el anime y el manga están tan compenetrados en la vida diaria que no es de extrañar encontrar locales de fugu decorados como una viñeta, con grandes peces globos dibujados. Según como se mire ésto quita hierro al asunto de morir comiendo pez globo.

Mi experiencia con el fugu fue más que satisfactoria ¡sigo viva! y además resultó toda una experiencia de inmersión cultural ya que el tipo de local, la preparación de la mesa y la manera de cocinarlo, fue un aprendizaje de costumbres tan ajenas a la mía que convierten el acto de comer en algo imborrable en la memoria.

Yo probé el Yakifugu; fugu asado a la parrilla, el pescado es servido crudo en una bandeja con adobe de salsa de soja, y cada comensal es responsable de colocarlo en un hornillo situado en el centro de la mesa y de cocinarlo a su gusto. Hay otras maneras de probar este peculiar pescadito como el Fugu Sashimi más conocido como Tessa; quizás el más espectacular en cuanto a presentación. El pez globo es servido crudo sobre un plato decorado, los filetes son tan finos y transparentes que dejan ver el dibujo del plato. Como nota “curiosa” los filetes son colocados formando una flor del crisantemo; la flor vinculada a la muerte en Japón (los japoneses son unos cachondos).

Para los amantes de los platos de cuchara existe el Fugu Chiri; un rico estofado de pez globo o el Torafugu Karaage; rebozadito que está muy rico. Yo no le daría más bombo y platillo al hecho de comer pez globo, hay quien trata de venderlo como la actividad más peligrosa del mundo o los que la incluyen en una vorágine de placer; afrodisíaca y orgásmica (con este post me voy a forrar, he incluido palabras sexuales como el que no quiere la cosa, aix.. ¡qué me despisto!).

El pez globo no deja de ser un manjar al alcance de pocos, así que si tienes la oportunidad de ir a Japón, yo te recomiendo probarlo, eso sí, hazlo el último día de viaje ¡por si las moscas! ;-)


Más información: Restaurantes de fugu en Tokio, Genpin Fugu. Dirección: Sólo en la ciudad de Tokio hay más de 30 restaurantes de esta cadena, en este enlace puedes encontrar las direcciones exactas. El de la fotografía se encuentra en Asakusa en la otra orilla pero a la misma altura que el Asahi Building, Edificio 1F, 1-19-6, Asakusa, Taitou-ku, 111-0032 Tokyo. Horario: diariamente de 11:30 a 23 h. Precios: platos desde 600 ¥. Transporte: metro parada Asakusa Station. Web: Genpin Fugu.

Ruta por el Barrio de Shibuya (Tokio, Japón)


Si Asakusa es un viaje al pasado, Shibuya lleva al futuro en un viaje a la velocidad de la luz. Es el barrio de la original cultura manga por excelencia y es otro de esos lugares sublimes para tomar cientos de fotografías nocturnas. ¿Recuerdas haber visto en la tele o en alguna fotografía un cruce de peatones enorme, con un montón de gente cruzando a la vez, en todas direcciones y con enormes pantallas de televisión por todas partes? Eso es Shibuya, donde las estadísticas dicen que cruzan más de un millón de personas cada día, una marabunta humana: la escena no deja indiferente.



Además de este famoso cruce, Shibuya es una zona muy animada, aquí hay multitud de tiendas con buenos precios, bares y restaurantes para comer y algunos de ellos son temáticos.

Si quedas con algún nativo en Shibuya, seguramente quedarás en Koen-dori, todo el mundo parece haber quedado allí. Ten preparada tu cámara, busca un lugar discreto y quédate quieto, podrás fotografiar multitud de mujeres hermosas de tez pálida enfundadas en coloridos kimonos. Frente a la salida de la estación de Shibuya, se encuentra una pequeña estatua de bronce de un perro de raza Akita Inu, llamado Chūken Hachikō. Una historia real cuenta que Hachikō acompañaba y esperaba todos los días en la estación de Shibuya a su dueño; un profesor de universidad que vivía en el barrio allá por el año 1920. Hasta que un día, en 1925, murió el profesor y nunca más regresó por la estación. El perro siguió fielmente yendo a Shibuya a esperar que su dueño regresara, no dejó ni un día de esperar y así transcurrieron nueve años, hasta que que Hachikō murió. Una versión cinematográfica estadounidense muy lacrimógena titulada “Siempre a tu lado, Hachiko” y protagonizada por el actor Richard Gere, relata la historia aunque ambientada en otro lugar y en otra época.

¿Qué hacer en Shibuya?
La zona peatonal de Shibuya está repleta de tiendas, cafés y restaurantes, donde se puede merodear y entretenerse con un sinfín de curiosos detalles. Hay una calle que se llama “Spain Zaca” (Cuesta de España); es una estrecha calle, en cuesta, con algunos comercios y un restaurante español llamado Vidrio, por curiosidad mirar la carta, se descubren platos nuevos de la cocina española.

Por supuesto en la zona no faltan los grandes almacenes de moda como Seibu, Parco (un centro comercial para meterse de lleno en el siglo XXII pero al estilo de los antiguos bazares). Entrad en el Edificio 109 o en los interesantes almacenes de Loft o Tokyu Hands “Creative Life Store” donde se pueden encontrar artículos de manualidades, hobbies, artículos de viaje, de cocina, ¡hay de todo!. Algunas cosas interesantes como por ejemplo cuchillos de cocina de cerámica que cortan de maravilla o multitud de robots y maquetas para montar, aunque las instrucciones de montaje vienen en japonés. Mirad la sección de baño, menaje del hogar o mascotas, lo que no hayan pensado los japoneses...

En Shibuya abundan los salones recreativos de Pachinko; una máquina tragaperras de balines de acero, su juego es hechizante y bastante ruidoso. En Japón hay edificios enteros dedicados a estas máquinas que dan premios no metálicos en forma de regalos.

Otro de los atractivos de la zona son sus “Love Hotels; aquí las parejas van a pasar un buen rato. Las habitaciones están decoradas de manera original: como si estuvieras en un palacio árabe o en un castillo. Se puede pasar la noche entre 7.000 y 13.000 ¥ (según la temporada) o alquilarlas por un par de horas por 4.000 ¥.

Árboles de un jardín japonés

Japón es un país fascinante “de los pies a la cabeza” o mejor dicho “desde el cielo a la tierra”. Los japoneses saben mucho sobre el suelo que pisan y sienten devoción por la naturaleza. Los jardines forman parte de su historia, de su vida, de su cultura. Hay personajes tan curiosos y profesiones tan imposibles desde nuestra visión occidental, que se te abren los ojos como platos cuando ves a un hombre barriendo el musgo ¡con un pequeño cepillo! o rastrillando la arena para hacer pequeños y grandes montículos.

Planeta Dunia piensa en verde, tiene el planeta muy metido en sus entrañas, viaja para conocer y conocerse, y hoy y aquí, en primicia os voy a hablar de los árboles que se pueden encontrar en un jardín japonés.

Bonsais

1.- Bonsáis
La naturaleza servida en bandeja, árboles y plantas son recortados, podados, retorcidos y reducidos casi a la mínima expresión para reproducir una escena natural en miniatura. El arte del bonsái se inició en China y aseguraba a quién lo poseía la eternidad. Así que nobles y adinerados se rodearon de estas pequeñas obras de arte natural. En Japón este arte llegó hace aproximadamente 8 siglos y en la imagen están algunas de las variedades que pude ver en el Templo Sumiyoshi Taisha; un santuario Shintō situado en la ciudad de Osaka.

Japón

2.- Matsu Zukuri
Es casi con toda seguridad la primera imagen que os viene a la cabeza cuando os pregunten sobre poda japonesa. Los jardines particulares o los parques públicos de todo Japón, están llenos de árboles podados con esta técnica que intenta reproducir las montañas en las ramas. A algunas personas les pueden recordar a nidos de aves o a nubes de hojas, aunque la idea de quien lo poda, a veces sólo busca, representar a un árbol azotado por el viento. Es todo un arte y su estética es incomparable, este tipo de poda se suele utilizar mucho con los pinos.

3.- Kuruma Shitate
Si ves un árbol cortado visualmente en rodajas que más se asemeja a una tarta nupcial que aún árbol, ese es un árbol podado al estilo Kuruma Shitate. Se suele utilizar en encinas o arbustos de boj Japónico ya que requiere de una especie fuerte y frondosa para que se pueda podar a capas. Para ello las ramas son “obligadas” a permanecer en línea horizontal.

Ikebana

4.- Ikebana
Ikebana no es un tipo de poda, si no como su nombre indica, quiere decir arreglo floral. Es toda una institución en Japón, por eso he querido añadirla a mi particular lista verde dedicada a Japón. Un gran número de mujeres aprenden la técnica principal basada en la línea, aunque sus inicios estaban basados en parte, por ritos religiosos budistas, en la actualidad es parte de la estética japonesa. Uno de los preceptos que debe seguir, es que las flores y plantas utilizadas tienen que estar ligadas armoniosamente con el recipiente donde se colocan e incluso con el entorno. En el Santuario Yasukuni Shrine de Tokio tenían una exposición de Ikebana, donde fueron realizadas las fotografías que acompañan este texto.

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