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Hoteles en Belgrado: Radisson Blu Old Mill Hotel

Mi alojamiento en Belgrado durante el Fam Trip #GlobSerbia2015 fue en el Radisson Blu Old Mill Hotel. En un mismo mes tuve la oportunidad de dormir en dos hoteles de la cadena Radisson ¡y en dos ciudades distintas!: Bruselas y Belgrado. Esta es mi experiencia en el Old Mill Hotel Belgrade.

Radisson Blu Old Mill Hotel Belgrade


Hotel Radisson Blu Old Mill de Belgrado

Lo que más me gustó del Radisson de Belgrado es su decoración, se encuentra ubicado en un antiguo edificio de ladrillo del siglo XIX que recuerda una antigua fábrica alemana de cerveza. El toque exquisito del diseño interior te transporta a una de esas burbujas de lujo y sofisticación que son difíciles de entender en ciudades que han sobrevivido a devastadoras guerras.

Desayuno en el Hotel Radisson Blu Old Mill de Belgrado

Había oído de las exquisiteces y grandes desayunos que ofrecen en los hoteles Radisson y puedo aseguraros que en el Radisson de Belgrado fue una agradable sorpresa. Había mucho donde elegir, variado y con recetas y productos locales, lo que me sirvió para acercarme a la gastronomía serbia. El servicio y el personal fueron impecables, atentos y muy simpáticos y el que crea que la amabilidad va ligada a la categoría del hotel, está equivocado.

Habitación del Radisson Blu Old Mill Hotel de Belgrado

Estuve alojada en una habitación de 34 m2 y ya puedes imaginarte que no le faltaba de nada. Una cama gigante donde dormir de todas las maneras posibles, varias almohadas al gusto y un enorme sofá chaise longue. La ducha estaba separada del dormitorio por una pared de cristal que dejaba ver cualquier escena con suficiente carga erótica que se te ocurriera realizar y si no, siempre puedes bajar la cortinilla apretando un botón y dejando tu intimidad resguardada.

Recepción del Radisson Blu Old Mill

En el Radisson Blu Old Mill Hotel de Belgrado tienen servicio de habitaciones 24 horas y servicio de recogida y transfer al aeropuerto. Lo que menos me gustó fue que a pesar de encontrarse a 3 kilómetros del centro de Belgrado, la zona era difícil para transitar; una línea de tranvía y una autopista dificultaban que el acceso fuera directo y/o apetecible. Lo más sorprendente de este hotel son las formas decorativas de la recepción que se repiten en la barra del bar y en la barra del salón comedor y la sensación de grandes espacios.

Te dejo una ruta por Belgrado de los lugares que más me gustaron.

El contenido generado durante mi estancia se puede consultar con el hashtag #GlobSerbia2015. Agradecer a la empresa Glob Metropoliten Tours y especialmente a Jaume Aloy responsable de Viajar a Serbia que me eligieran para este Fam Trip por Serbia.

Más información: Dirección: Bulevar Vojvode Mišića 15, 11000 Belgrado. Teléfono: +381 11 6 357 357. Disponen de Wi-Fi gratuito. Web: Radisson Blu Old Mill Hotel.

La cadena de hoteles Radisson ofrece a sus huéspedes las #BluRoutes en tres tipos de rutas de: 3 km (Blue Route), 10 km (Red Route) y 14 km (Black Route) para caminar, correr o ir en bicicleta diseñadas para los entusiastas del fitness. Puedes preguntar en recepción donde te facilitarán un pequeño mapa con las rutas disponibles en cada ciudad o descargártelas con la App Radisson Blu One Touch para Apple o App Radisson Blu One Touch para Android.

La Iglesia de San Jorge de Topola (Serbia)


La Iglesia de San Jorge de Topola, más conocida como la Iglesia de San Jorge de Oplenac (Crkva Svetog Đorđa na Oplencu) se encuentra situada en la ciudad de Topola; en las laderas del monte Oplenac, a 100 kilómetros al sur de Belgrado en una zona de viñedos. Dicen que Topola se encuentra anclada en el tiempo, más concretamente en la Serbia del siglo XIX. Rodeada de bosques frondosos en el mismo corazón de la provincia central de Šumadija, Topola puede presumir de acoger en el interior de la Iglesia de San Jorge, el Mausoleo Real de los Reyes de Serbia.


El templo ortodoxo de San Jorge fue construido entre 1903-1912 por orden de Pedro I en estilo serbio-bizantino por el arquitecto Kosta J. Jovanović. El exterior del edificio está revestido de mármol blanco de la ciudad serbia de Venčac, presenta 5 cúpulas y un fantástico interior cubierto por 40 millones de teselas reproduciendo en mosaico, los frescos antiguos de 60 monasterios de la Serbia medieval. Sólo por ver esta maravilla vale la pena un viaje a Serbia, quien adore los mosaicos bizantinos de Hagia Sophia en Estambul sabrá a qué me refiero. 


El suelo de mármol multicolor fue elaborado en la ciudad alemana de Múnich y su contemplación no debe evitar que descubras cada detalle de la nave central. Tronos de mármol verde con incrustaciones de madreperla, una gigantesca lámpara de varias toneladas y los detalles de las más de 15.000 tonalidades que dicen tienen los mosaicos de la Iglesia de San Jorge. Aquí tienes una vista de 360º de la Iglesia de San Jorge de Oplenac.


La cripta de la dinastía Karadjordjević se sitúa bajo el suelo de la iglesia, aquí se encuentran las tumbas de una veintena de miembros (6 generaciones) de la dinastía real serbia. Los últimos restos mortales en llegar fueron los del príncipe Andrej Karadjordjević (hermano de Pedro II; último rey de Yugoslavia que también reposa aquí). En el mausoleo también reposa Djordje Petrovic (fundador de la dinastía Karadjordjević), la reina María de Rumanía (madre de Pedro II), la reina Alejandra de Grecia (esposa de Pedro II, prima de la reina consorte Sofía de Grecia y Dinamarca), el príncipe Aleksandar Karadjordjević (padre de Pedro I) y el rey de Yugoslavia Aleksandar I Karadjordjević (padre de Pedro II).


El Mausoleo de la dinastía Karadjordjević está considerado uno de los monumentos más importantes de la cultura y patrimonio de Serbia. Los mosaicos que cubren sus paredes y el silencio que envuelve los pasillos se tamizan por una tenue luz brillante que te transporta hasta la Rusia de los Zares, la apasionante Venecia y la mágica Constantinopla. Si alguna vez te preguntaste qué ver en Serbia, la respuesta es: la Iglesia de San Jorge de Oplenac

Esta visita no hubiera sido posible sin la ayuda de Jaume Aloy, Glob Metropoliten Tours y Vueling que hicieron posible el Fam trip a Serbia ¡gracias!. Todas las publicaciones de este viaje se pueden seguir en Redes Sociales con el hashtag #GlobSerbia2015.


Villa Quijano: El Capricho de Gaudí (Comillas, Cantabria)

Villa Quijano

Una de las primeras obras del arquitecto Antoni Gaudí, que se conservan en la actualidad, es la casa que diseñó para Máximo Díaz de Quijano. Un soltero acaudalado, concuñado de Antonio López López primer Marqués de Comillas, que necesitaba una villa de veraneo en Cantabria.

Corría el año 1883 (diez años antes de que se declarara el modernismo de Víctor Horta como estilo arquitectónico en Bruselas), en San Petersburgo se iniciaban las obras de la Iglesia de la Resurrección de Cristo, y dirigiendo la construcción que comenzaba en Comillas, se encontraba un compañero de promoción de Gaudí de la Escuela de Arquitectura de Barcelona: el arquitecto Cristóbal Cascante Colom. Con las órdenes que recibía de Gaudí desde Barcelona (el arquitecto se encontraba levantando la Casa Vicens y no podía desplazarse hasta Comillas) y con una minuciosa maqueta y multitud de planos detallados se creó El Capricho de Gaudí que se terminaría en 1885. La casa destaca por su llamativo color y esa reminiscencia árabe y orientalista que evoca a las Mil y Una Noches y que estuvo muy presente en las primeras obras de Antoni Gaudí.

Esta casa es un girasol


Villa Quijano

Uno de los detalles que más te van a sorprender cuando visites esta casa, es que fue diseñada para que cada estancia de la vivienda fuera “iluminada” por el astro rey, a la hora exacta en que fuera necesario. La “tecnología” usada no es otra que la del aprovechamiento de la trayectoria solar desde el amanecer hasta el ocaso. Esa es la razón por la que el girasol forma parte de la colorida decoración de El Capricho, en clara alusión a esta particularidad solar. Además, Máximo Díaz de Quijano era amante de las plantas y de la música, elementos muy presentes en las diferentes estancias de esta casa.

Villa Quijano

El recubrimiento del exterior del edificio es de ladrillo visto, intercalando piezas de tonalidad amarilla y rojiza con cenefas de cerámica vidriada en relieve que imitan hojas de un verde intenso y delicadas flores de girasol. Estas piezas hechas a mano recorren simétricamente en líneas horizontales todo el perímetro de la casa y enmarcan el contorno de las ventanas, las chimeneas y la cornisa del tejado.

El dormitorio principal

La primera época gaudiniana tiene muchos detalles del arte mudéjar, en El Capricho se pueden encontrar por ejemplo en los techos de las habitaciones decorados con bellos artesonados. La luz matinal entra a través de un gran ventanal que ilumina el dormitorio principal a primera hora de la mañana, así como el semisótano. Es la estancia más grande de la casa después del invernadero y posee una chimenea decorada con detalles cerámicos florales.

Villa Quijano

Bajo la terraza del dormitorio, el desnivel del terreno permitió a Gaudí situar la cochera, donde hoy en día se encuentra situada la tienda de regalos y recuerdos de El Capricho. El cuerpo es una gruesa base de piedra almohadillada muy visible desde el camino de entrada actual. El resto del semisótano serviría para instalar la cocina, el almacén o despensa, así como otras estancias del servicio repartidas también en la planta de arriba donde se encuentra el desván.

El Invernadero


Villa Quijano

Máximo Díaz de Quijano era un abogado soltero que había hecho fortuna en Cuba. Como muchos de los Indianos que volvieron de América, su casa reflejaba el exotismo de aquellas tierras lejanas. La opulencia de la riqueza ganada aquí era evidente en el caprichoso arte de cultivar plantas exóticas de las Américas. El invernadero con paredes de vidrio se situó como sala principal ocupando toda la fachada sur, la parte más soleada del edificio. A este espacio acristalado se le añadiría el resto de habitaciones, como piezas que encajan perfectamente alrededor de un pasillo en forma de U. El invernadero se podía utilizar como salón de invierno gracias a la luz y temperatura que se alcanzaba en la sala y que además servía gracias a un sistema de aire, distribuir el calor a las otras habitaciones. En la actualidad un vídeo introduce al visitante en la época y en la historia que rodea Villa Quijano.

El patio y terraza


Villa Quijano

Frente al invernadero se levanta un original muro de contención de ladrillo y detalles cerámicos que Gaudí convirtió en un banco-jardinera. Una pequeña obra que el arquitecto desarrollaría más tarde y a mayor escala en el Park Güell y también en los Jardines Artigas, con soluciones parecidas como las escaleras que esconden un túnel. En uno de los lados se encuentra la estatua de Antoni Gaudí que contempla embelesado su obra.

El comedor y el salón para fumar


Villa Quijano

Situado a poniente, el “salón de fumar” o el Salón de Juego permitía que la luz del atardecer inundara la estancia cuando se ocupaba por la tarde. Una pequeña chimenea de carbón preside una de las esquinas del comedor adosado al salón de fumar gracias a una gran abertura. La estancia recibe el sol del mediodía gracias a las ventanas situadas en el lado sur. El techo luce un bonito y elaborado artesonado con flores de yeso que imitan a la madera, mientras una cenefa de cerámica con motivos vegetales y animales recorre el zócalo de madera de la pared.

La torre y la entrada principal


Villa Quijano

Una única torre en forma de minarete persa acapara todas las miradas de la entrada principal. Está recubierta de baldosas de cerámica de color verde, granate, hojas y flores de girasol. El remate en forma de turbante no deja a nadie indiferente. Un balcón de forja con diseños de hojas de parra y claves de sol bordea este mirador exclusivo que Gaudí reproduciría en la Torre Bellesguard y en los Pabellones del Park Güell. El bosque de castaños que rodeaba la finca impedía una buena vista panorámica del Mar Cantábrico y este mirador solucionaba el problema. Una escalera de caracol recorre su interior iluminada por estrechas ventanas dispuestas de forma alternada en la torre. Por motivos de seguridad no está permitido el acceso a la torre.

El pórtico de entrada está presidido por cuatro columnas de piedra decoradas con capiteles vegetales con hojas de palmito cinceladas y donde se pueden ver también, unas palomas esculpidas. Aunque no pudieron ser terminadas a causa de la repentina enfermedad y fallecimiento del propietario. Las columnas que están situadas en los cuatro puntos cardinales, dan paso al recibidor donde se conserva una puerta con coloridas vidrieras de inspiración floral.

Sala de música


Villa Quijano

La fachada norte está presidida por dos balcones con dosel convertidos en bancos de hierro forjado. Permitían estar sentado cómodamente en el jardín sin salir de casa. Están orientados hacia el interior del salón principal, donde se encuentra la sala de música, como si fueran los asientos de un palco real reservado para el disfrute de las artes. ¿Te imaginas escuchar música en verano en la parte más fresca de la casa?. Entre los dos balcones Gaudí diseñó un gran ventanal con un complicado sistema de contrapesos que permitía que al levantar las ventanas de guillotina, se emitiera un musical tintineo, gracias a unos tubos metálicos que cimbrean en su interior. En la pared que separa la sala del invernadero se abrió un juego de cuatro ventanas que permite el paso de luz en todas las direcciones.

El baño


Villa Quijano

Una de las vidrieras más antiguas de Gaudí se conservan en el baño de Villa Quijano. El genial arquitecto combinó la pasión por la música y la naturaleza del propietario, y plasmó una imagen de una abeja que parece que toque la guitarra y un gorrión posado sobre las teclas de un órgano. Aunque no se ha conservado ninguna pieza del sanitario del baño, los azulejos blancos que cubren la pared, lucen con formas y texturas sinuosas. ¿No te recuerda a la imagen de los círculos que hace el agua cuando cae una gota? El espacio tenía vestidor, una zona donde se ubicaba la bañera y un inodoro escondido tras la puerta como se puede ver en el baño principal de la Casa-museo de Victor Horta en Bruselas.

Planta superior


Villa Quijano

Dos escaleras situadas en el hall de entrada y junto al invernadero llevan a la planta donde se encuentra el desván que presenta un complejo sistema de vigas de madera. Aunque el espacio permanece vacío, sin decoración alguna, tiene acceso a una terraza que rodea la cubierta del invernadero. En la parte exterior destacan las distintas chimeneas de formas geométricas y que recuerdan al estilo cubista.

Jardines y gruta


Villa Quijano

Dicen que los jardines de Villa Quijano son uno de los pocos proyectos de paisajismo originales que se han conservado de Antoni Gaudí. El espacio situado frente al cenador de poniente tiene forma de herradura lo que facilitaba el acceso a la puerta principal y las maniobras de los carruajes. Aquí se encuentra una pequeña gruta que ofrecía un espacio fresco para sentarse en verano.

En 1885 fallecía el dueño de Villa Quijano, su sobrino Eusebio López y Díaz de Quijano realizaría reformas en 1914 sustituyendo el invernadero y las tejas cerámicas. Tras la Guerra Civil fue paulatinamente abandonado y estuvo a punto de desaparecer, a pesar de que en 1969 se declaró Bien de Interés Cultural. Estuvo a la venta e incluso se planteó el traslado del edificio a Reus, los únicos que parecían interesarlos en salvarlo. En 1989 se convirtió en restaurante y más tarde fue vendido a una empresa japonesa, para finalmente acabar en el año 2009 convertido en museo.


Más información: Dirección: Barrio de Sobrellano s/n, 39520 Comillas (Cantabria). Teléfono: (+0034) 942 720 365. Cómo llegar: desde Santander hay autobuses de la Compañía Cantábrica que recorren diariamente la ruta hacia Comillas y regresan a Santander al finalizar el día. Se puede consultar horarios en la Estación Central de autobuses de Santander o en el teléfono (+0034) 942 720 822. Precio del billete de autobús: 4 €. Precio de entrada a El Capricho de Gaudí: 5 €. Horario: De noviembre a febrero: diariamente de 10:30 a 17:30 h. De marzo a junio y octubre: diariamente de 10:30 a 20 h. De julio a septiembre: diariamente de 10:30 a 21 h. Hay disponible de forma gratuita un mapa para la visita así como visitas guiadas sin coste adicional a las 11, 12, 13 y 16 h. Web: El Capricho de Gaudí.

Gracias a Carlos Mirapeix por mostrarme El Capricho de Gaudí y contarme algunos de sus secretos.

Tocar animales es posible en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno

Parque de la Naturaleza de Cabárceno


A 15 km de Santander se encuentra desde hace 25 años el Parque de la Naturaleza de Cabárceno; un lugar que quiere alejarse por completo de lo que entendemos por zoológico y que tampoco pretende ser sólo un simple parque.

Santander
Parque de la Naturaleza de Cabárceno

La idea principal es mantener a los animales en espacios abiertos naturales, con la libertad suficiente para que el hombre sólo tenga que intervenir para darles de comer, para controlar el estado de salud de las especies o en caso de trabajos de investigación para la conservación de las especies. Para ello, se dispone de 750 hectáreas de terreno de una antigua explotación minera (había planes para que acabara siendo un vertedero, así que es una suerte que se cambiara de idea). Aquí, crecen árboles y flora entre un paisaje erosionado de color rojizo y una alfombra verde que lo cubre todo, es la belleza del norte. 

Santander
Parque de la Naturaleza de Cabárceno

Una de las primeras sensaciones que se tienen cuando se entra en este lugar es de aire, luz y espacio. Visitarlo en un día soleado de otoño me dio la oportunidad de disfrutar de la naturaleza en todos los sentidos. Mi visita fue toda una experiencia sensorial y está disponible para el público en general, aunque parezca que nos trataran de una manera diferente, vivimos en primera persona la visita que cualquiera puede comprar y vivir. Sólo se realiza una vez al día y en grupos de 4 personas (hay que reservar previamente), así que la complicación radica en encontrar días disponibles. Lo que voy a describir es la llamada “Visita Salvaje” que consiste en recorrer junto a un cuidador del parque, distintos recintos y enseñarte las características y peculiaridades de cada uno de los animales a los que nos acercaremos.

Santander
Parque de la Naturaleza de Cabárceno

Recorrido de la Visita Salvaje

El recorrido está supeditado a las horas que se da de comer a los animales y al horario en el que algunos realizan demostraciones o ejercicios. Se trata de que el visitante se adapte al ritmo de ellos y que repercuta lo menos posible en su bienestar.

Santander
Tocando elefantes en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno

Fernando, nuestro guía acompañante, nos explica que los ejercicios que se realizan con algunos de los animales es simplemente para que en la medida de lo posible, el animal pueda acostumbrarse a la presencia de los humanos y que el veterinario pueda acercarse para extraer una muestra de sangre para los controles rutinarios o para hacer alguna cura. Gracias a esa rutina diaria se han podido salvar ejemplares que de otra manera hubieran fallecido. Los animales salvajes no pierden el instinto, así que atento a las indicaciones y a las señales.

Santander
Elefantes del Parque de la Naturaleza de Cabárceno

Después de darte la bienvenida, el primer contacto cercano con los animales es en el espacio donde viven los Elefantes africanos y que comparten con los búfalos de agua y los Cobos lichi (un antílope africano). Ahora mismo Cabárceno tiene 14 ejemplares de elefante africano y una cría nacida hace muy pocas semanas. Seguramente os sonará aquello de “tener memoria de elefante” pues bien, no es una expresión fortuita, según nos cuenta Fernando, uno de los machos adultos, Jums de 39 años, vino de Inglaterra y se encontró en el parque con uno de sus hijos al que enseguida reconoció. Esa “familiaridad” ha evitado una lucha “masculina” por las hembras y están la mar de tranquilos con su lago de 8 metros de profundidad (algo impensable de tener en un zoológico). El mayor mamífero terrestre vive en una sociedad donde mandan las hembras y en Cabárceno no es distinto, en la manada del parque la que manda es la “abuela” y si no ve claro que las crías puedan sobrevivir, son rechazadas por todo el grupo. Es el caso de Cristina y Brisa unas “adolescentes elefantas” a las que nos acercamos a darles de comer manzanas, cuando acaban con sus ejercicios, sobrevivieron del rechazo e incluso de la agresión de su familia y poco a poco han sido reintroducidas en la manada.

Santander
Rinocerontes del Parque de la Naturaleza de Cabárceno

Seguimos camino hasta el lugar donde están los Rinocerontes, aunque veas ante ti un animal pesado y enorme, ten en cuenta que es capaz de alcanzar los 50 km por hora, no se te ocurra saltar la valla para ir a saludarle que no le gustará ni un pelo. Gracias al ejercicio de acostumbrarlos a entrar en un recinto fuertemente enrejado cada día, han podido salvar a algún ejemplar de heridas importantes. Es la única manera en la que el veterinario se puede acercar y nosotros ¡también!. Tener a un rinoceronte blanco de 3000 kilos delante impresiona, no os voy a engañar, aunque entre tu cuerpo y su cornamenta haya un barrote de 20 centímetros de diámetro. Sus cuidadores dicen que Sagán está tranquilo (mi subconsciente entiende que se llama Sadam, ¡fíjate qué cosas! los del parque me corrigen a tiempo). Aunque Sagán se mueve de forma nerviosa, hacia delante y hacia atrás, nos dicen que eso no es nada, en sus días malos puede llegar a saltar y cornear dentro de ese espacio preparado para atenderlo (no me gustaría verlo enfadado). Una vez observado que no me puede aplastar la mano tuiteadora con su cuerpazo, le toco el lomo de piel rugosa y noto que está calentita. Unos minutos después es liberado y campa a sus anchas con los demás individuos de su clan (hay 5 en total) en una pradera bien cortada por este herbívoro.

Santander
Osos del Parque de la Naturaleza de Cabárceno

A continuación nos introducen en el recinto de los Osos pardos (hoy vamos a tope con las “emociones fuertes”), aunque por supuesto no está permitido bajar del coche. Llevamos además un coche con personal armado por si hubiera que actuar. Pero tranquilo, dicen que no han tenido que disparar a ningún oso para salvar a un visitante (vale, a mí tampoco me tranquiliza ese dato en exceso). Sigo con el post: vas a ver muchos osos en Cabárceno, en la actualidad se calcula que hay unos 70 ejemplares que viven en un espacio de 35 hectáreas, algunos en esta época ya están invernando, otros, se lanzan a devorar su comida mientras nosotros no dejamos de hacerles fotos a través de la ventanilla. Primero se comen el pollo y luego el pan que por algo son carnívoros y los más grandes de la Península Ibérica. En Cabárceno no se da alimento vivo, todo está matado y bien muerto (otra cosa es que se te ocurra entrar con tu mascota al parque y no te asegures donde se mete, aix...). Tras subir por uno de los caminos del recinto y cruzar los dedos para que el coche no se quede tirado, salimos entre aliviados y con ganas de achuchar osos (sí, lo sé, no tengo remedio).

Santander
Parque de la Naturaleza de Cabárceno

A continuación llegamos hasta el Mirador del Lago Sexta donde se encuentran los hipopótamos; dicen que es el mejor recinto de hipopótamos del mundo, gracias a la profundidad de su lago. Desde aquí se puede contemplar lo grande que es este lugar, las formaciones kársticas producidas por la extracción del hierro y el futuro teleférico que tiene previsto abrir en marzo y que proporcionará una vista aérea por El Desfiladero, La Trinchera y los distintos recintos donde se encuentran los osos, wallabys (parecidos a los canguros, pero de menor tamaño), leones, linces, bisontes, facóceros (el personaje llamado Pumba de El Rey León), addax (otro tipo de antílope) camellos, watusis (bóvido africano con una enorme cornamenta), elefantes e hipopótamos.

Santander
Cérvidos del Parque de la Naturaleza de Cabárceno

La Fauna Ibérica también está representada en un recinto de Cabárceno, donde conviven hermosos ejemplares de ciervos (en septiembre tiene lugar “la berrea”, sonido gutural emitido por los machos en la época de apareamiento, el celo es muy malo, aunque éste concretamente, sirve de reclamo turístico) y 350 gamos (en octubre tiene lugar “la ronca”, sonido que emiten en la época de apareamiento los machos para atraer a las hembras, sí en plural son “polígamos”, menudo chiste). Quien campa a sus anchas es un buen número de pícaros monos de Gibraltar, por sus travesuras, descaro y reconozcámoslo, la inconsciencia de algunos visitantes que les daban de comer cualquier cosa, han tenido que prohibir en esta zona que se baje de los coches. Con nosotros hacen una excepción y nos permiten darles manzanas a estos simios salvajes, bajo la atenta mirada de nuestro guía. Al lado de este recinto se encuentra el de la vaca tudanca, la raza bovina autóctona de Cantabria y más allá, a lo lejos, se divisan unos simpáticos asnos somalíes.

Santander
Gorila del Parque de la Naturaleza de Cabárceno

Nos acercamos hasta el recinto de los Gorilas, uno de los pocos espacios aparentemente cerrados que tienen en el parque. El lugar no es muy distinto al que se puede ver en un zoológico normal, un enorme cristal facilita la contemplación de los animales en un recinto semicerrado. También encontramos una interesante exposición con imágenes y audios referentes a estos herbívoros y algunas referencias al trabajo de Dian Fossey quien estudió profundamente a esta especie. Es fácil, con los movimientos juguetones de Moya y Embubu, entre cuerdas y plataformas, trasladarte con la imaginación a las escenas de “Gorilas en la niebla”, película protagonizada por Sigourney Weaver. A los gorilas parece gustarles este sitio; juegan, se esconden, se balancean (tienen una capacidad cognitiva de un niño de 6 años) y enamoran a simple vista. Mientras el macho dominante se pasea controlando la escena y haciendo algo de ruido. Hay una puerta abierta para salir del recinto, pero no parecen muy interesados en investigar el espacio exterior.

Santander
Guepardos del Parque de la Naturaleza de Cabárceno

El Parque de la Naturaleza de Cabárceno tiene 20 kilómetros de itinerarios para coche, así como sendas donde se puede ir a pie un rato, ya verás como un sólo día se te hace corto. Dejamos a un pequeño gorila jugando a esconderse dentro de un saco y nos vamos casi a la otra punta del parque donde se encuentran los 5 guepardos de Cabárceno (la última especie que a llegado al parque) y a los que vemos desde un pequeño mirador estirados tan tranquilos. Nuestra próxima parada para dar de comer es donde se encuentran las Cebras Grevy, aunque es la cebra más domesticable, ninguna de ellas se deja tocar mientras le doy de comer.

Si puedes acércate hasta el Mirador del Rubí, es la parte más alta del parque, y desde aquí, se obtiene una magnífica vista de la Bahía de Santander.

Santander
Tocando un búho en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno

Seguimos hasta la Exhibición de aves rapaces (hay que consultar el horario si vas por tu cuenta) donde Carlos y Aurora nos muestran las técnicas de vuelo del águila escudada. Además en la demostración, que se realiza diariamente, también se puede aprender sus técnicas de caza. De hecho, ha habido hasta una pedida de mano ¡lo que tiene que hacer un bicho por un pedazo de carne! (chiste). El contacto con las aves rapaces fue uno de los puntos álgidos de mi visita a Cabárceno. La sensación de poder sostener en el brazo a un ejemplar de águila americana, una hembra de búho siberiano y poder tocarla o sentir desplegar las alas de un halcón peregrino es de esas experiencias insólitas que graban un profundo recuerdo en mi mente. También se pueden contemplar a escasos metros de distancia, aunque no sea la hora de exhibición, a otros ejemplares de aves rapaces como un buitre negro, milanos o pigardos.


Llega la hora de comer en el Restaurante Los Osos, un enorme ventanal en el comedor permite la contemplación de la “Sabana cántabra” y de sus jirafas y avestruces (después les iremos a dar de comer). El almuerzo va incluido en el precio de la Visita Salvaje y se compone de un primer plato, segundo y postre a elegir, más bebida y pan. Los que visitan el parque con su propio coche tienen la opción de degustar este menú por 17 € o de disfrutar de todas las opciones de restauración que ofrece Cabárceno: Menú diario, carta, bocadillos, Self Service, la cafetería, o incluso, puedes traerte la comida de casa y aprovechar las diferentes zonas de picnic distribuidas y señalizadas en el parque.

Santander
Deba te dará un beso si realizas la Visita Salvaje

Finalizado el ágape nos dirigimos al recinto donde se está preparando Deba, un león marino que dentro de un rato ofrecerá una demostración junto a sus compañeros Eco, Babilonia, Lucas, Nansa y Pas como embajadores del ecosistema marino. No les gusta oír decir que son focas, así que cuidado que no te oigan. Con Deba tan cerca, aprovechamos para hacerle mimos y ella se acerca a darnos un beso en la mejilla mientras la abrazamos, una imagen tremendamente tierna. Nos despide saludando mientras su cuidadora la prepara para la función y le da algún que otro pescado. ¡Es de lo más achuchable!

Santander
Miguel Ángel Revilla dando de comer a las jirafas en Cabárceno

Finalmente, frente al recinto de los osos, nos encontramos con las jirafas, avestruces, elands (el antílope más grande del mundo), ñus azules y antílopes sable. Cuando los animales nos ven acercarnos con el saco de zanahorias la mayoría se ponen en alerta. Las 3 jirafas macho se acercan con esa elegancia, entre apacible y con prisa, que las hace protagonistas de la escena. Los tres ejemplares se llevan estupendamente porque no hay ninguna hembra en el rebaño, así que van devorando zanahoria tras zanahoria mientras yo contemplo de cerca sus enormes cabezotas y descubro que tienen un olor especial entre dulce y fruta muy madura. Cuando se acaba la comida se alejan con la misma elegancia y con una parte del cariño de Planeta Dunia. Me ha gustado especialmente verlas tan cerca y me llevo un grato recuerdo de este momento y de la imagen de esa libertad que las mantiene con vida.

El Parque de la Naturaleza de Cabárceno es miembro de varias asociaciones para el cuidado, la investigación y la protección de los animales salvajes. El ser humano no ha encontrado otra manera de proteger la vida animal que este tipo de lugares donde al menos pueden vivir en semilibertad.

Esta visita no hubiera sido posible sin la compañía aérea Vueling y la Oficina de Turismo de Cantabria que me invitaron a un fin de semana en Santander para escribir en el blog de Vueling sobre este lugar. Todo el material subido durante mi visita puede consultarse en redes sociales con el hashtag #NosVemosEnCantabria

Más información: Parque de la Naturaleza de Cabárceno. Dirección: 39690 Obregón, Cantabria. Teléfono: 902 210 112. Tarifas Temporada Alta: La entrada normal de un día completo en Cabárceno cuesta 25 €. La entrada infantil (de 6 a 12 años) cuesta 15 €. Los niños acceden gratuitamente hasta los 5 años acompañados de un adulto. Existen pases anuales individuales y para toda la familia, así como descuentos en temporada baja. El precio de la Visita Salvaje para 4 personas es de 400 € (incluye almuerzo en uno de los restaurantes del parque, guía acompañante y vehículo). Se puede adquirir las entradas online. Duración de la Visita Salvaje: de 10 a 17 h. Horario del parque: Del 1 de noviembre al 28 de febrero: laborables de 10 a 17 h. Fines de semana y festivos de 10 a 18 h. Del 1 de marzo al 30 de junio y del 1 de septiembre al 31 de octubre: diariamente de 9:30 a 18 h. Del 1 de julio al 31 de agosto y durante Semana Santa: diariamente de 9:30 a 19 h. Web: Parque de la Naturaleza de Cabárceno.

Comer en Belgrado: Lorenzo & Kakalamba


El restaurante Lorenzo & Kakalamba es un estallido de originalidad y locura, no es sólo un restaurante donde probar la gastronomía serbia, es una aventura divertida donde comer una sopa rodeada de retratos del renacimiento italiano o beber una cerveza local, bajo la atenta mirada de los personajes de Botero.


Aquí las salas se convierten en salones, puedes estar sentado en una mesa como si fuera la que tenía en el bosque, el conejo de Alicia en el País de las Maravillas o sentir que has sido invitado por un aristócrata en un palacio veneciano.


Mirando la decoración, casi olvidarás que has venido a comer. Maniquíes que son lámparas, ajos gigantes que cuelgan en la cocina, mesas transparentes llenas de manzanas. Putti (ángeles desnudos estilo Cupido) tocando flautines, lámparas de cristal de Murano, ponen el toque italiano y reivindica la procedencia de uno de los dueños. 


El otro 50% de la propiedad pertenece a la esposa serbia que muestra con orgullo sus raíces. Cortinas con los bellos motivos de las alfombras de Pirot o estanterías llenas de vasijas y cántaros decorados en rojo y negro. Esta cerámica de estilo bizantino se remonta al siglo VII y forma parte de las artesanías locales serbias más características que trasladan al comensal a la zona central de los Balcanes, en la región serbia artesanal de Pirot.


No importa la cantidad de rakia (licor serbio para beber antes, durante y después de las comidas) que hayas ingerido, cuando levantes la vista del plato, verás una jirafa, unos Pitufos, un antifaz, un collar de chorizos, el retrato de una dama con cabeza de oveja o unos asientos “de culo” (sillas Him o Her de Casamania dependiendo si te sientas en el cuerpo de un hombre o una mujer) todo ello forma parte de la decoración y mobiliario de este local que no olvidarás fácilmente.

Incluso el baño no tiene desperdicio, llévate la cámara, sí, ya sé que estamos en la mesa, pero hazlo. En el baño puedes encontrar un cinturón de castidad medieval para chicas y también para chicos ¡ya era hora!. Un yelmo que es un portarrollos o un váter ocupado por el mismísimo Santa Claus.



La carta de Lorenzo & Kakalamba
Lo olvidaba, esto era una recomendación gastronómica ¿verdad? Perdón, es que la emoción ha podido conmigo. Quedaría fatal si te digo que aquí comer es lo de menos, pero tranquilo, aunque realmente lo pienso, no te vas a llevar una decepción con los platos. La mezcla matrimonial en la decoración del restaurante se traslada a la carta, así que es posible encontrar desde platos italianos con toques serbios, platos serbios con toques italianos, como 100 % de uno o de otro. Algunos ejemplos:

  • Surtido de quesos de la región de Pirot.
  • Ensalada con Mozzarella
  • Ensalada Sopska (con tomate, pepino, cebolla, pimiento y queso tipo feta)
  • Sopa de carne con sémola con fideos y dumplings hechos a mano
  • Ravioli con jamón
  • Pizzas
  • Goulash
  • Carne de cerdo ahumada
  • Ossobuco con salsa kaymak (leche de búfala fermentada)
  • Ćevapi (carne picada de vaca) preparada con una receta tradicional de Pirot
  • Atún con puré de wasabi
  • Salmón ahumado
  • Tiramisú
  • Torta de Vasa (el pastel más legendario de Serbia)

Si te divierte la idea de comer en un local de lo más original creo que acertarás con el sitio: Пријатно!


Más información: Dirección: Cvijićeva 110, 11000 Belgrado. Teléfono: +381 113 295 351. Horario: diariamente de 12 a 00 h. Precios desde: ensaladas (650 dinares), sopas (350 RSD), platos de pasta (720 RSD), pizzas (640 RSD), platos de carne (820 RSD), menú infantil (390 RSD), postres (380 RSD), cervezas y refrescos (220 RSD). El cambio en septiembre 2015 era de 100 RSD igual a 0,84 €. Web: Lorenzo & Kakalamba.

Esta experiencia fue posible gracias al Fam trip a Serbia organizado por el responsable en España de Viajar a Serbia de la empresa Glob Metropoliten Tours. El hashtag #GlobSerbia2015 reúne la información y fotografías subidas en Redes Sociales durante mi viaje a Serbia por si queréis consultar qué más se puede ver en Belgrado o visitar en Serbia.

Aproximación a Belgrado: un destino diferente

La ciudad de Belgrado (Beli Grad, "la Ciudad Blanca") es la capital de la República de Serbia desde el año 2006 y puerta de entrada a los Balcanes. Su pasado está tristemente relacionado con guerras, invasiones, protestas sangrientas y miles de muertos. Por aquí pasaron los celtas en el siglo III a. C. fundando Singidunum, nombre que también heredarían los romanos. Después vinieron los bizantinos en el año 395, eslavos en el siglo VI bautizándola como Beograd, y después vinieron los húngaros, los otomanos y los austriacos. Tras 7 mil años de historia, podéis imaginar que todo, todo, no ha desaparecido, a pesar de las guerras. Dicen que la mezcla de estilos, épocas y artistas resulta un horror para los estudiantes de arte, pero es un paraíso para los estudiantes de arquitectura. 80 bibliotecas, 52 parques, 50 festivales, 40 museos, 30 galerías y 20 teatros os esperan, para certificar que Belgrado es la ciudad que nunca duerme. Lonely Planet incluyó esta ciudad en su lista de “Top party places”, o lo que es lo mismo, uno de los mejores lugares del mundo para ir de fiesta, ¿seguro que no os lo hubierais imaginado?

Stari Grad


La Ciudad Vieja de Belgrado se conoce con el nombre de Stari Grad. Está ubicada en lo alto de una colina, mientras el Danubio discurre sereno por sus márgenes, invitándonos a conocer el punto justo donde confluye con el río Sava. Esa proximidad al Danubio, le otorga un hermoso paisaje visible desde la vieja fortaleza situada en el Parque Kalemegdan; una de las visitas imprescindibles de la ciudad. Dicen que Belgrado es uno de esos lugares que producen sensaciones, y que hay que olerla más que observarla. Quizás cenar a bordo de un crucero o restaurante flotante (conocidos con el nombre de splavovi) sea la forma ideal para introducirse en la capital. De manera pausada, mientras se degusta una espléndida cena ¡y se exhala!, es el mejor momento para comenzar a tomarle el pulso a la Ciudad Blanca.

Hram Svetog Save


Hram Svetog Save es el Templo de San Sava; la Catedral de Belgrado, el templo ortodoxo más grande del país y el quinto de Europa. Su construcción se inició en el año 1935 y aún no ha terminado, le falta parte de los mosaicos que adornarán el interior y que prometen ser espectaculares. Está dedicada al fundador de la Iglesia Ortodoxa Serbia y su primer obispo; el príncipe Rastko Nemanjić (Свети Сава 1219-1233) convertido en San Sava, sus restos mortales fueron quemados por Sinan Pasha en el mismo lugar donde se levanta hoy el templo.

Museo Nikola Tesla


Dedicado a la figura de este ingeniero-inventor que puso en bandeja los generadores de corriente continua, y quizás también la bombilla, a Thomas Alva Edison. Fue portada de la revista Time en julio de 1931, ganador de varias medallas e inventor indiscutible de algunas de las mejoras en el campo de la electricidad y el magnetismo, que parecerían ciencia ficción en aquella época. En el museo se puede comprobar la transmisión de energía eléctrica sin cables de la que fui testigo, sosteniendo con las manos un fluorescente que se encendía sin cables y se ponen en marcha varios motores para probar el funcionamiento de las máquinas diseñadas por Tesla.

Skadarlija (Скадарлија)


Es el barrio bohemio de la ciudad, desde finales del siglo XIX se concentran un gran número de restaurantes, tabernas, terrazas y fue un antiguo punto de reunión de artistas, poetas y escritores, hasta tal punto, que hay quien lo bautizó como el Montmartre de Belgrado. Lo mejor es recorrerlo cuando cae la tarde y dejarse tentar por los aromas que salen de las cocinas y asadores de alguno de sus locales rebosantes de animación serbia y música en vivo. Yo estuve cenando en Dva Jelena (Dos Ciervos) un restaurante que ya existía a principios del siglo XIX, donde sirven carne a la brasa y se está codo con codo con los belgradenses. Algunos son capaces de levantarse a bailar alrededor de las mesas cuando suena la música.

Kuća Cveća (Casa de las Flores)


Aquí se encuentra la tumba del Mariscal Josip Broz Tito, más conocido como Tito, líder de la antigua Yugoslavia. El Mausoleo de Tito permaneció cerrado al público durante años, aunque en la actualidad puede visitarse. Con una sencillez a la altura de un líder socialista soviético, el espacio donde descansa este jefe de Estado destaca por la luz del mármol blanco y el color de las flores. En una sala se exponen los “testigos” utilizados en las carreras anuales que se organizaban con motivo de su aniversario y que eran entregados por jóvenes deportistas con un mensaje de buenos deseos en su interior.

Kneza Mihaila o Knez Mihailova (Улица кнез Михаилова)


Es la calle peatonal más popular de Belgrado, aquí se puede encontrar librerías, cafeterías, restaurantes y tiendas de moda, entre edificios imperiales y tenderetes de recuerdos. En Knez Mihailova 5 se encuentra la Oficina de Turismo de Belgrado por si queréis acudir a solicitar más información de la ciudad, y en la esquina con Obilićev venac hay una tienda llamada Katapult con productos artesanales, bonitos regalos y objetos de segunda mano que bien merece una visita. Desde aquí es posible acercarse hasta Trg Republike; la Plaza de la República donde se encuentra el Museo Nacional y el Teatro Nacional.

Para finalizar un día en Belgrado, nada como pasear por Трг Николе Пашића; la Plaza de Nikola Pašić, donde se encuentran el Parlamento (ubicado en el antiguo edificio de la Asamblea Nacional), el Ayuntamiento y el Palacio Presidencial que vale la pena ver iluminados cuando cae la noche.

Si vais a visitar la capital Serbia quizás os interese un restaurante para comer en Belgrado. Os recomiendo el restaurante Lorenzo & Kakalamba.

Mi hotel en Belgrado fue el Radisson Blu Old Mill Hotel

Este post forma parte del Fam trip a Serbia gentileza de Glob Metropoliten Tours y Vueling. Esta compañía aérea tiene un vuelo directo Barcelona-Belgrado, aunque no opera todo el año. Durante la temporada de "invierno aeronáutico" (del 26 de octubre hasta el 31 de marzo) dejará de volar, aunque en Navidades tendrá vuelos disponibles el 19 y 26 de diciembre, así como el 2 de enero, para volver a operar en verano del 2016. Si os interesa descubrir otros circuitos y viajes por el país, Viajar a Serbia os ofrece interesantes propuestas.

Toda la información generada en RRSS durante este viaje puede consultarse a través de #GlobSerbia2015.

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