Zafra: cruce de caminos de árabes, cristianos y judíos

Extremadura

Extremadura es quizás la comunidad española más desconocida de nuestro territorio. Curiosamente posee las dos provincias con más extensión del país: Cáceres y Badajoz. Hasta aquí escapamos a principios de primavera para visitar parte de su extenso patrimonio.

Plaza Grande
Plaza Grande de Zafra
La primera ciudad elegida fue Zafra (Badajoz) que se alza con el título, nada despreciable, de ser una de las ciudades más bonitas de Extremadura. En 1965 fue declarada Patrimonio Histórico-Artístico, título bien merecido cuando contemplas el interior de su antiguo recinto amurallado. El Alcázar de Zafra fue construido en el siglo XV en estilo mudéjar como una fortificación señorial. De planta cuadrada y rodeado por varios torreones, la Torre del Homenaje es la más grande. En el siglo XVI, el arquitecto Juan de Herrera realiza varias modificaciones para convertir el edificio militar en uno más palaciego. En el interior del Alcázar se conservan artesonados mudéjares de gran importancia en la Capilla y en la Sala Dorada. Convertido en Palacio de los Duques de Feria, el Alcázar forma parte de los hoteles de Paradores.

Plaza Chica
Plaza Chica de Zafra
La parte antigua de Zafra está resguardada como un tesoro alrededor de sus dos plazas, conocidas con el nombre de la Plaza Grande y la Plaza Chica. Dos maravillosos lugares para recorrer sin prisa, desgranando poco a poco cada rincón y cada esquina. Ambas plazas destacan por sus soportales y casas encaladas y están unidas por el Arquillo del Pan donde encontrareis una peculiar columna con una referencia de medida y que todo el mundo conoce con el nombre de Vara de Zafra. Deambulando por el suelo de guijarros de la Plaza Chica, tendréis que elegir qué calle seguir, ya que alrededor se extiende un puñado de calles empedradas con tramos sinuosos que desembocan en las puertas de la antigua muralla. Seguid con paso zigzagueante su pavimento de piedra, las paredes encaladas, los balcones cuajados de flores y los tejados repletos de nidos de cigüeñas.

Puerta de Jerez
Cigüeña en la Puerta de Jerez de Zafra
En la lista de visitas imprescindibles os recomiendo incluir en el recorrido, además del Alcázar de los Duques de Feria, la Calle Sevilla y la Calle Jerez con su imponente Puerta de Jerez encalada y majestuosa. No perdáis de vista los campanarios y torres donde se instalan familias enteras de aves zancudas. Se hace difícil abandonar la parte antigua de Zafra, con el ruido de los picos de las cigüeñas revoloteando sobre nuestras cabezas y con ese sabor añejo a pueblo de cuando éramos niños y los aromas de comida casera guisada con esmero escapando de las cocinas.

Casa Palacio Conde de la Corte de la Berrona
La Casa Palacio Conde de la Corte de la Berrona del siglo XIX es ahora un hotel
En la Plaza del Pilar Redondo el aire a aldea desaparece, para dejar un espacio abierto a las antiguas viviendas de la burguesía que habitó a principios del siglo XIX. La época en que la industrialización creaba ricos ociosos con deseos de lucir grandes mansiones de estilo modernista y que se han conservado en Zafra como una muestra rara y atípica de la arquitectura de principios del siglo pasado. En la Calle Gobernador también se pueden admirar diferentes ejemplos de viviendas señoriales con detalles encantadores.

Antiguo Convento de la Cruz
Patio del Antiguo Convento de la Cruz
Sin abandonar la Plaza del Pilar Redondo encontramos el Ayuntamiento de Zafra ubicado en el Antiguo Convento de la Cruz. Construido en el siglo XVII para albergar una comunidad de monjas franciscanas es desde 1881 sede de la casa consistorial de Zafra. Destaca su bello patio porticado con columnas de mármol, la fuente que lo preside y el pavimento geométrico.

Casa del Ajimez
Casa del Ajimez
La situación privilegiada de Zafra la hizo lugar de encuentro de árabes, cristianos y judíos donde se mezclaron tradiciones y costumbres y donde se formaron antiguas leyendas. Leyendas que recorren estos pueblos interiores, ocultos en el silencio de sus piedras. En la Calle Boticas encontramos la Casa del Ajimez que conserva decoración mudéjar. Desde el siglo XVI, aquí se encontraba la botica, función que seguiría desempeñando hasta el siglo XVIII. Abandonamos Zafra, en nuestro particular recorrido en coche, siguiendo algunos tramos de la famosa Vía de la Plata, aquella que recorrían los antiguos romanos desde Mérida hasta Astorga.

3 comentarios:

polvorilla dijo...

Pues si señor, tiene toda la razón, Extremadura la gran desconocida invito desde aquí a que visiteis mi Pueblo del cual me siento orgulloso.
Viva Zafra y los Extremeños.

Juan Carlos Rodriguez

Planeta Dunia dijo...

No hay nada como amar a tu pueblo y sentirse orgulloso. Los mejores embajadores y blogueros de viaje son sin duda sus habitantes.

Andrés Gaspar dijo...

Me alegra q la primera ciudad q han elegido de Extremadura haya sido Zafra. Sin duda q sí q aquí se dio la amalgama de moriscos, hebreos y cristianos.

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